Capítulo 39.- A cada quien lo que merece

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El día trascurrió gris y lluvioso como el anterior.

Harry bostezo con ganas, y beso a Hermione temprano lo cual le hizo sentirse mucho mejor pero simplemente el que no hubiera dormido ni una hora le hacía cabecear cada momento. Paso toda la mañana escuchando las conversaciones de Hermione y Ron ya que él no tenía ganas de hablar. Recordaba el intento de Voldemort de adentrarse en su mente y eso le causaba una molestia brutal.

Los dos primeros periodos fueron de encantamientos en los cuales Harry se durmió. El profesor Flitwick pareció no importarle pero Hermione lo despertó para hacer un par de encantos que le salieron bastante bien y el profesor estuvo fascinado con su habilidad el resto de la clase.

La siguientes dos fue de trasfiguraciones, en el cual Harry tuvo que escuchar 15 minutos sobre los T.I.M.O'S y además de que Mcgonagall le dio recomendaciones de cómo comportarse en el año. Intento escucharla atentamente mientras observaba que ella lo miraba fijamente pero nunca supo cuando se durmió y la profesora lo despertó bruscamente dándole una fuerte reprimenda enfrente de todos, el solo escucho como la noche anterior, dando bostezos.

La profesora empezó con los hechizos desvanecedores lo cual Harry encontró un poco difícil. Nunca sus maestros no vieron la necesidad de enseñarle a desvanecerse si tenía una capa que lo hacía invisible. Al final de la clase había logrado desaparecer los caracoles con los que practicaba, Hermione por su parte logo desvaneces el suyo en el tercer intento, la profesora le dio a Gryffindor una recompensa de 30 puntos ya que Neville, inesperadamente para todos los demás acepto Harry, también había logrado desvanecer su caracol, aunque parpadeaba por segundos. La profesora dejo como deber practicar el hechizo para la siguiente clase. Al terminarla la profesora lo llamo aparte.

-¿Estas bien Harry?-pregunto McGonagall.

-Sí, solo que tengo mucho sueño no dormí anoche bien-fue lo unido que dijo antes de salir a su siguiente clase.

Ron y Hermione desaparecieron tan pronto acabo la clase. Su hora de patrullar era en los almuerzos según había entendido. Así que se sentó en la mesa de Gryffindor y comió solo, no vio a ninguno de sus amigos y aunque los viera no les hubiera hecho caso porque termino durmiéndose en la mesa del gran comedor. Lo despertó Sofí lo zarandeo cuando pasaba para que se fuera a la siguiente clase. Entre gruñidos y bostezos bajo a los terrenos.

En clase de criaturas mágicas los terrenos estaban fríos y ventosos, y a medida que descendía por la explanada hacia la cabaña de Hagrid, en el borde del bosque prohibido, alcanzo a un grupo de Gryffindor entre ellos estaba Hermione. Recibió una nueva mirada de preocupación de Hermione que tiritaba, suponía de frio ya que empezaban a caer gotas de lluvia. Harry le dio su túnica a pesar de sus protestas.

La profesora Grubbly-Plank los esperaba de pie de una larga mesa con un montón de ramitas.

Cuando llegaron a ellas Harry vio a Draco Malfoy pero lo que más le irrito fue que en su pecho tuviera una insignia de prefecto esta era verde a diferencia con la de Gryffindor, mientras su grupo reía viendo a Harry. Ron salió en dirección a Daphne.

-¿Están todos aquí?-vocifero la profesora-Empecemos ¿quién puede decirme como se llaman estar creaturas?-

Enseguida la mano de Hermione se levantó, Harry sonrió se veía un poco pequeña a comparación de su túnica encima de sus hombros. Malfoy la imito grotescamente. Harry lo miro con verdadero odio el no paro su burla, solo volteo a otro lado. Las ramitas se levantaron en el aire, revelando pequeños duendes que parecían hechos de madera con brazos y piernas redondeados, dos afilados dedos y una graciosa palana cara, sus ojos eran tan claros que le daban un aspecto de ternura.

Harry Potter y el mayor poder del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora