Capítulo 78.- Después de la fiesta... (After Party...)

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Estoy de racha, una semana y vuelvo a subir. Como en los viejos tiempos. Me dan ganas de llorar. Aunque no es momento, eso viene en el capítulo... espero.

Es mucha lectura y sé que les encanta, así que no me enrollo. Los dejo que continúen leyendo. La próxima semana preguntas para dedicatorias. Prepárense para una lluvia de preguntas.

Sin más que decir, los deja su amigo Caoz con este mensaje: Lean, disfruten y dejen su comentario.

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Capítulo 78.- Después de la fiesta... (After Party...)

McGonagall la llevo a la enfermería mareaba, temblando, agitada y sudorosa. Madame Pomfrey no podía ayudarla ya que su diagnóstico solo era un terror profundo. El siguiente día del incidente no comió, no hablo y aunque lo intentaron no soltó el desiluminador, esperando que en cualquier segundo su voz sonara y pudiera ir a su lado. Le temblaban aun las manos, incluso una semana después de despertar de tan alterada. Las cosas estaban mal para Hermione, desde ese sueño no se encontraba bien, sus pensamientos estaban revueltos y cuando se concentraba viajaba a donde se encontrara Harry. Viéndolo con el fuego desgarrándolo, su mirada de dolor y el grito lastimero resonando en su sus oídos, a pesar de que no pasara nada a su alrededor.

Después de eso en los siguientes días algunas noches no dormía de tan solo creer que en su sueño aparecería Harry muerto, cosa que no era nada bonita. En esas noches que despertaba sobresaltaba, las palabras de Harry y su comportamiento durante el anterior año lo entendía mejor. Incluso sus palabras antes de ir al ministerio le parecían correctas en ese momento, "POR QUE TODAS LAS NOCHE SUEÑO QUE MUEREN" y lo aceptaba ese sueño desgarrador era una puñalada en su corazón. Una que no sanaría hasta verlo junto a ella.

-¿Tienes algo?- le preguntaban siempre que la veía.

Y contestaba lo mismo- Si ¿Por qué preguntas? - Aunque por dentro sentía un ansia de salir a recorrer el mundo, solo para encontrar a Harry.

Estaban ya en Diciembre y la nieve formaba remolinos tras las heladas ventanas; se acercaba la Navidad. Aunque Hermione estaba expectante de otra fecha.

Como todos los años y sin ayuda alguna, Hagrid ya había llevado los doce árboles navideños al Gran Comedor; había guirnaldas de acebo y espumillones enroscados en los pasamanos de las escaleras; dentro de los cascos de las armaduras ardían velas perennes. Claro que esta vez le fue muy fácil con la ayuda de su varita, hecha por Harry (Cosa que se lo recordaba a cada paso por el castillo). Colgaron del techo del comedor adornos en cada lateral, ocultando que este dejaba de mostrar el cielo y solo se veía piedra. En algunos de los pasillos colgaban a intervalos regulares grandes ramos de muérdago, bajo los cuales se algunos chicos se juntaban y le veian cada que pasaba por allí, pero no les prestaba real atención. Aunque uno que otro Pendragón fue besado y en el caso de Sofí, varios chicos se le lanzaban encima, por su carácter y su entrenamiento se los quitaba de en segundos (lamentablemente los mandaba a la enfermería donde tenía que curarlos).

Sus amigos y sobre todo sus amigas insistían preguntándole por sus cambios de humor el que no durmiera bien y el que pareciera despistada. Más no contestaba o desviaba el tema. Había pedido a McGonagall que guardara el secreto de lo que le paso a Harry, también le dijo a Lavender y Pavati que solo fue una pesadilla. Cosa que se creyeron después de verla seguir su rutina diaria y guardar las apariencias.

En otras circunstancias el ánimo de celebración y algarabía seria tal que ella incluso participaría, pero sin Harry y con esa imagen aferrada en su mente no tenía ganas ni de intentarlo. El Desiluminador siempre se encontraba aferrado a la muñequera, encerrado en su puño y lo dejaba a la vista donde pudiera tomarlo lo más aprisa si es que este sonaba.

Harry Potter y el mayor poder del pasadoWhere stories live. Discover now