Capitulo 72.- Conociendo criaturas y la dolorosa despedida

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Espere un poco para publicar por una amiga, no iba a estar conectada y el capítulo lo podría leer hasta hoy, de tal forma que lo siento por la pequeña espera. Si alguien tiene la culpa soy yo. Nadie más.

Pero vean el lado amable, adelante el siguiente capítulo y lo tengo medio acabado, aun me falta terminarlo; limpiarlo; re limpiarlo; sacarle brillo, y ver que todo caiga en caos. Claro que puede que no sea tan fácil hacerlo, me complique un poco con lo que deseo que pase y bueno... creo que valdrá la pena al final. Tendremos que esperar para ver qué pasa.

Espero que sea de su agrado... más que nada el final.

Siendo sincero tengo que admitir que no poseía mucha idea de cómo hacerlo, sí que pasaría, pero no como empezaría y terminaría... creo que fui capaz de darle un toque exacto, sin pasarme y sin ser muy ligero. Si no es de esa forma... díganmelo y puede que incluso lo re suba.


Caoz presenta el siguiente capítulo patrocinado por la MACUSA y les pide que: Lean, disfruten y dejen su comentario.

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La tupida vegetación se movía al paso de la enorme bestia con cuernos, no importaba que obstáculo estuviera en su camino, fuera un árbol, una piedra o incluso otra criatura, el solo avanzaba. La criatura era del tamaño de un edificio de cuatro pisos, con la piel cubierta de pelo café, luciendo como un elefante. Pero no lo era; tenía tres enormes colmillos de casi cuatro metros de largo, apuntando dos al cielo y dos al suelo. Su cabeza no mostraba ni una sola señal de ojos, en cambio tenía una marca circular en medio de la cabeza. Eso ya le daba un aspecto raro. Y lo más extraño estaba en que poseía la longitud de un tren de carga y un centenar de piernas moviéndose con la lentitud de un oso perezoso. Aunque su rostro no fuera capaz de expresar emociones, lucia molesto. La razón era la criatura que se posó sobre su espalda algunos días atrás y no lograba quitarlo.

Un chico de cabellera azabache y una cicatriz en forma de rayo estaba sentado sobre su lomo. Con una vieja, sucia y maltratada capa sobre los hombros que poco lo protegía de la copiosa y dura lluvia. Sentado sobre el amplio espacio en su lomo, se mantenía los puños pegados y contra su pecho, con los ojos cerrados. Era seguro que no estaba dormido. Cada gota de lluvia que entraba en contacto con su piel se evaporaba. Dejaba un camino de vapor según la criatura avanzara.

Harry no supo si era un elefante ciempiés o un ciempiés muy parecido al elefante, sin embargo le puso Mammulopendra, sonaba bien en su mente cuando lo escogió. Y cuando se lo comento a Marlow el solo se dedicó a seguir comiendo su carne cabra multi ojos. Claro que aunque no pareciera no fue lo único que hizo en esa semana, paso descansando en la habitación de la cabaña, curándose, depurando e incrementado su velocidad de absorción de magia.

Cuando intento que Nikol le llevara con Diddy la chica desapareció nuevamente y dejo una nota que indicaba que no regresaría en mucho tiempo. Y que no ensuciara su cabaña con su sangre.

De esa forma continua su entrenamiento hasta que lograra aguantar la presión mágica de las siguientes islas, y para ello se valió del Mammulopendra, su avance lento y que la magia fuera hacia él era de ayuda. Pero algunos días después tomo la decisión de irse de la cabaña y buscar a Nikol y obligarla a llevarlo con Diddy.

No es que no le agradara la bruja con casi medio milenio, pero su actitud y las pocas veces que se hablaban no le ayudaron a descifrarla. Una parte de Harry le decía que ocultaba algo.

Cuando el Mammulopendra llego al otro lado de la isla, encarando la siguiente, palmeo la espalda de la criatura.

-Gracias Big, te veo después- dijo Harry saltando de la espalda de la criatura y aterrizando la orilla.

Harry Potter y el mayor poder del pasadoWhere stories live. Discover now