Harry Potter y el mayor poder del pasado

Capitulo 54.- Es mi turno (El juramento eterno del caos parte 2).

Lo vio saltar y desparecer, por aquel agujero oscuro y salpicado de chispas doradas que engullía todo lo que se le oponía. Estaba ya cansada y apenas se sostenía de pie. Llorosa y deseando que todo fuera mentira, que el no tuviera que separarse de su lado, lo que era una cruel realidad. Confiaba en que el cumpliría su promesa de regresar, o de lo contrario ella si que estaría furiosa.

Solo hacia menos mas de una hora que toda esa locura comenzó.

Y comenzó cuando mas estaba despistada. Los mortifagos aparecieron rodeándolos por ambos lados del pasillo. Ellos tenían unas capuchas abajo y los ojos les brillan, mas de doce varitas apuntando a cada uno de ellos. Un pequeño grito de Ginny la altero un poco, si ella estaba asustada, no quería enterarse de como estaba Sofi, Luna, Neville y Theo que jamas estuvieron en problemas como los de ahora.

-Dámela, Potter- repitió lentamente la voz de Lucius Malfoy, mientras extendía su mano. No veía a Harry se dedicaba mas a vigilar a las personas detrás de Lucius y como el le enseño cuidar también su retaguardia con algo, en este caso Neville estaba a su espalda.

-Dámela- ordeno Lucius una vez mas.

-Buenas noches Lucius, veo que te va bien ... por cierto ¿Como esta tu hijo?- dijo Harry como si fuera una conversación en medio del parque, esa actitud tranquila le aclaro el pensamiento, el estaba intimidando lo -¿O es que aun no sabes que le paso?-

Funciono los vio algo tensos y una mujer hablo.

-Esta mintiendo Lucius, Draco ha de estar bien- Su voz era increíblemente ronca y fría. Le erizo cada vello de su cuerpo.

-¿Segura? Lo ultimo que supe de el es que le habían lanzado un maleficio, no estoy seguro si era uno imperdonable- dijo Harry con la voz malévola que le salia cuando intimidaba -Deberías ir a ver a tu precioso hijito o es que no te importa-

-Calle Potter, y dámela- dijo Lucius.

Los mortifagos se acercaron tranquilos, pero Harry hizo un ademan de estrellar la profecía contra el suelo y ellos dieron un paso atrás. A Hermione le encantaba que su novio tuviera la situación controlada.

-Así que ¿Quieren esto?- dijo Harry falsamente consternado -Bien podemos hacer un trato-

-Podemos hacer un trato- imito la mujer de la izquierda y entonces supo Hermione que esa bruja le desagradaba de verdad.

Nuevamente Harry hizo el ademan de lanzar algo al suelo y todos los encapuchados saltaron del susto. Sin embargo Harry la sostenía fuerte entre sus dedos. Ella comprendía que el no la rompería, ya que era su única barrera para no morir a manos de los mortifagos.

-Segura que quieres jugar a eso- dijo Harry agitando la esfera como si fuera de nieve -Si Voldemort se entera que sus fieles mortifagos hicieron que la profecía fuera destruida, seguro se enojara mucho-

-Ho el bebe tiene agallas, el lindo niño no sabe de su poder, el bebito necesita unas nalgadas para que entienda quien manda- dijo fea a la izquierda de Lucius. Eso la enfureció, ¿Quien se creía esa mujer para hablarse así?

-Ho la homúnculo tiene voz de bebita, la horrible homúnculo no conoce mi poder, la homúnculito tiene ganas de una patada en el trasero- imito Harry y al acabar la frase su voz se oía muy amenazadora- Aunque prefiero hacer esto-

Estiro la esfera y la movió por el entre paño de los estantes, el chirrido de metal contra cristal tenso a los mortifagos. A la esfera le salieron una lineas blanquecinas donde la restregó. La bruja fea chirrió sus dientes. Valla que Harry los estaba poniendo de mal Humor ¿Eso seria lo mejor para salir de ahí? No tenia ni idea, solo quedaba confiar en Harry.