~Prólogo~

25.7K 1.3K 2.3K
                                    

Patio Inferior Interior. 7:55 am.

Guillermo.

Guillermo Diaz era uno de los chicos mas malo de todo el colegio. Con su apariencia de niño inocente y bueno, engañaba a todos hasta que te metías con él, entonces veías lo que verdaderamente era detrás de aquella cara bonita.

Su cuerpo no era muy fornido que digamos, pero practicar natación le había formado una gran espalda y un par de músculos. Además de marcar estupendamente bien sus abdominales. Imponía si, pero si te atrevias, eras capaz de derribarlo. Ese es el problema, nadie se atreve.

Tez sumamente blanca y tersa, llena de tatuajes oscuros y algunos a colores opacos que demuestran todo lo que el no deja ver. Tenía varios, por parte del cuello y clavícula. Brazo derecho y antebrazo izquierdo. Además de que en la perfecta espalda, tenia un árbol de cerezo que se ocultaba bajo sus camisetas ajustadas y su campera de cuero. Iba desde el omóplato y terminaba por debajo de la cintura, ocultandose por el oscuro Jean que siempre usaba... O tenia varios de un mismo color.

Todos le temían, nadie se le enfrentaba. Pero con su personalidad altanera y problemática, al más mínimo error de la gente que lo involucre a él, desataba su furia ocasionando que alguien saliera herido. Ya tanto física como psicológicamente.

Y esta vez no era la excepción.

Se encontraba con sus cascos puestos con la música al tope de alto, escuchando alguna canción cutre que no sabía porque tenía en su lista de reproducción. Estaba apoyado en lo que seria la puerta de salida, gracias a Dios esta tenia dos puerta por las cuales salir, si no... Todos estarían adentro, pues nadie se animaría a pedirle que se corra. El último que lo hizo, termino llorando en un psicólogo, con un fuerte moretón en la espalda. Si es que ese era su punto favorito para golpear, su punto débil... Su árbol de cerezo.

Un alumno de tercero se encontraba corriendo a toda velocidad por todos los pasillos del colegio. Empujaba, tiraba y hasta insultaba a las personas que, supuestamente, se cruzaban en su camino. Cualquiera diría que estaría llegando tarde a algún lado, mala idea correr justo hacia la puerta en donde Guillermo escuchaba tan pacíficamente su cutre musica.

El golpe que dio el chico contra la puerta, al no notar que había un chico apoyado en ella, resonó en todo el patio, haciendo tambalear a Guillermo, quien rápidamente se estabilizo y giro con toda la mala leche haciendo que todos se alejen de él.

El chico tirado en el piso con sus cosas esparcidas por el suelo, retrocedía a cada paso que Guillermo daba, pues el miedo lo envolvia y a Guille era algo que le encantaba.

Fue entonces hasta que el chico dejo de retroceder que Guillermo con sus propias manos, lo levantó del suelo agarrándolo del cuello de la chomba que traía puesta el, ahora, chico en el aire. Los piecitos de este se movían con velocidad tratando de llegar al piso pero le era imposible, Guillermo lo levanto muy alto y él... Era muy petizo.

Guillermo tiro al chaval contra la misma puerta que el chico había golpeado haciendo que todos suelten un "ah", algunos un par de "uh", como si sintieran el dolor. Muchos miraban impresionados por la falta de tacto de Guillermo.

-Ahora sabes lo que se siente, cabrón.- Habló Guillermo con toda la mala leche, para luego escupir en su cara, haciendo que la baba entre perfectamente en la boca del chico en el suelo.Algunas risas de los presentes se dejaron escuchar y Guillermo forma una media sonrisa, la cual saco automáticamente, pues él nunca sonríe, y miró a todos con cara de "se callan o va lo mismo para ustedes".

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora