»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«

~42. No Es El Mejor Día~

PRIMERA PARTE.

El día había empezado.

La insistente alarma despertó a Samuel de su hermoso sueño. En él pasaba un bello día junto a Guillermo. Aquel sueño hizo que se despierte con una sonrisa, que le era casi inevitable borrar. Si es que el menor era dueño de sus más hermosos sueños y sus más alegres despertares. Guillermo era su mayor fuente de felicidad ahora mismo, y era raro, nunca se había sentido así... nunca vivió una sensación de nerviosismo al hablar con alguien. Nunca aquellas violentas mariposas habían golpeado tan fuerte su estómago, al punto de casi querer vomitar de los nervios. Nunca una persona había sido la causa de su sonrisa.

Y es que Guillermo era diferente. Y lo diría millones de veces, pero le encantaba. Tenía ese "no sé qué" que lo vuelve loco. Tenía esos ojitos marrones que lo hacían sentir tantas cosas, hasta el punto de querer guardarlos en una cajita de cristal y tenerlos ahí para admirarlos. Y esas mejillas, que se sonrojan al más mínimo deje de vergüenza o timidez, que hacían al mundo de Samuel dar vueltas. Aquellos suaves labios que por un tiempo había deseado besar. Aquellos labios que probó de la forma más linda y dulce, que lo hicieron volverse adicto, al punto de desear besarlos todo el tiempo.

Y es que Guillermo completo lo volvía loco.

No esperaba el momento en el que pueda tocar aquél bello cuerpo, que esconde tantas cosas bajo aquella campera de cuero. Aquel tatuaje que hace tiempo vio y que, desde entonces, no logra deducir que significa. Quería tocar aquel bello cuerpo, y hacerlo suyo de diferentes maneras. Hacerle saber que el cuerpo de Camilo, no es nada comparado con el suyo.

Pero para todo aquello, tenía que lograr que el menor le crea. Que sepa que Camilo no es como cree que es y que siempre fue una mierda de persona con él. Camilo no merecía a alguien como Guillermo a su lado, y  lo pagaría por todo el mal que le hizo.

Estaba seguro

(...)

Tal vez el mundo se estaba preparando para lo que venía. El día estaba feo, y la lluvia amenazaba con empezar a caer. Paraguas en las manos de todos, y capuchas en algunas cabezas, eran una clara señal de que sin duda iba a caer agua del cielo.

Las clases todavía no comenzaban, faltaban un par de minutos para que el timbre suene, pero ya todos estaban en el salón.

En completo silencio, todos los chicos estaban dispersados por los bancos, unos con otros y algunos solos. Guillermo estaba junto a Camilo, su mente divagaba en como podía hacer para terminar con él de una forma no violenta. En el sentido de no hacerlo a lo bruto y de una, si no, con suavidad y cariño para que tal vez, no duela tanto.

Porque sabía que le iba a doler. Habían pasado tanto tiempo juntos y simpre se recordaban que se amaban. Se mimaban y besaban, guardando el momento en sus mentes para recordarlo siempre. Pero ahora cambiaría, y aunque le doliera en el alma separarse de Camilo, tenía que hacerlo, no podía mentirle de esa manera.

Frank, Alex y Samuel estaban sentados juntos. Se miraban entre ellos preguntándose que hacer, pues si Guillermo no le creyó a Samuel lo de Camilo, menos va a creerle a Frank y Alex que tienen menos relación con Guille.

Ninguno podía creer como el menor puede ser tan ciego. Tal vez su cariño por Camilo era tan grande, que se negaba a pensar que él podría hacerle algún tipo de daño. Pero tenía que abrir los ojos de una vez (😂), tenía que darse cuenta que Camilo no es la persona que él siempre pensó.

-¿Qué haremos?- Preguntó Samuel, hartó del silencio que se había formado. Hablaban en susurro para que Guillermo no escuchara todo su plan, y crea que está todo armado por Samuel, en un intento de por fin separarlo del de ojitos lindos.