~89. Cuestión de Padres~

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El fin de semana había pasado más rápido de lo que ellos quisieran. El lunes estaba comenzando y con ello otra semana más de clases, la última del mes y en donde se empezaban a preparar para los exámenes finales. Faltaban dos meses para que termine el colegio, pero los últimos temas de estudio ya se estaban dando y con ellos, los avisos de que las evaluaciones serían las peores de todo el año. Debían prepararse para ello y comenzar a estudiar más que siempre si querían aprobar este último paso por la secundaria. Todos los chicos estaban emocionados por ello, y hasta ahora, ninguno tenía indicios de repetir el año, pero sí de poder dejar alguna materia libre, lo cual la rendirían meses después de haber casi terminado el ciclo lectivo.

Por eso Clara estaba esperando la llegada del padre de Rubén. De todos sus alumnos, era al que peor le iba, y aunque tenía 6 en la mayoría de las materias, sabía que había algo en el fondo que no ayudaba a su rendimiento escolar. Necesitaba apoyo de la familia, y sin una madre, lo único que le quedaba es el padre. Esperaba que por lo menos fuera capaz de poner un poco de su parte para la educación de su hijo y que tenga la decencia de poder ayudarlo en los temas que necesite. Si trabaja en un laboratorio, tendría que saber mucho sobre ciencias, matemática y esos temas, cosas que a Rubén, se le daba peor.

La primera hora del día se la había dejado libre a los chicos, con la condición de que estudien por lo menos un poquito. Ya en la segunda hora, les tomaría un pequeño cuestionario para ver si hicieron lo pedido, y así ella poder confiar en ellos más seguido. Necesitaba la hora para hablar con el padre de Rubén, y los chicos eran lo suficientemente grandes para saber que deben y no hacer, aún cuando se la pasaron más de mitad de año haciendo cosas que no debían. Estaban cambiando, para bien, y eso la hacía sumamente feliz.

Ella se encontraba en la sala de profesores, la cual a esta hora estaba vacía ya que todos estaban trabajando, o solían tomar café en el buffet del colegio. Aprovechó el espacio y la privacidad para tener un mejor ambiente de reunión, aunque a veces tontee con los alumnos, no significa que no tenga cierta responsabilidad con respecto a ellos.

Dos toques en su puerta la sacaron de sus pensamientos y con un agradable "pase" Rubén asomó la cabeza despacio.

-Estoy con mi padre, ¿Ahora es la reunión?- Habló el chico, con un poco de miedo ante el rostro serio de la profesora.

-Si, has que pase- Con un movimiento de mano, la mujer invitó al chico a pasar, seguido del hombre que era su padre. Se levantó al mismo tiempo que entraban, acomodándose la falda ajustada que tenía.

-Clara, él es mi padre Martín Doblas...- Clara levantó la vista luego de acomodar su falda, y estuvo a punto de estirar la mano para saludar al hombre frente a ella. Tal vez, nunca se esperó que fuera ese hombre.

-Un gusto...- Él no dije nada, sólo recibió la mano que Clara había estirado. Sentir su tacto nuevamente le dije escalofríos y demasiadas ganas de darle una golpiza.- Bien, Rubén, ya puedes irte.- Habló segura Clara.

-¿Pero no quería...?- Fue interrumpido.

-Dije que ya podías irte, después hablaré contigo.-Rubén se extrañó por el volumen alto que habia usado Clara, pero decidió hacerle caso antes de que se enoje más. Aunque no sabía la razón de su repentino enojó.

Rubén salió del salón, y seguido de eso, se escuchó un golpe en seco.

-Eres la mierda más grande que pude haber visto en mi vida-

(...)

La mamá de Samuel les había permitido faltar ese día a clases. Cómo sabía que su hijo no podía disfrutar de su novio por las tardes, decidió que sería buena idea dejarles una mañana para ellos. Ambos padre trabajaban por lo cual tenían desde que se despertaban hasta la tarde para hacer de su vida, lo que quieran. No necesariamente algo sexual, pero sí, matarse a besos y abrazos por toda la casa, sin tener el miedo de que los descubran.

La noche anterior, mientras estaba cada uno en su habitación, se envíaban mensajes diciendose las ganas que tenían de dormir con el otro. Es un acto de valentía y tal vez, de tontería, Guillermo se pasó a la habitación de Samuel, y antes de que el padre se despertara se volvió para la habitación de invitados.

En cierto modo odiaba hacer eso, pero por otro lado, le daba adrenalina a la relación. Aunque prefería mil veces poder besarse cuanto quisieran en frente de todos.

Como en este momento, aunque estaban sólo ellos dos.

-¿Sabes cuanto te quiero?- Dijo Samuel, dando un beso por separación de palabra. La mañana se había basado en besos y cereales. Le encantaba compartir momentos así con Guillermo, y se levantaría más temprano, sólo para disfrutar del dulce sabor del menor luego de comer cereales. Asqueroso para algunos, especial para él.

-Hm... no, no lo sé. ¿Cuánto me quieres?- Estaban acostados en la habitación de Samuel, con toda la casa en silencio. Sólo ellos dos y el sonido de sus labios chocando. De vez en cuando la cama rechinaba por sus movimientos, pero nada excedía lo meloso. Sólo besos y palabras bonitas que frente a su padre, no se podían decir.

-Mucho, mucho, mucho...- Y otro besó más fue a parar a sus labios, para confirmar lo tanto que se quieren. Se separaron porque creyeron haber escuchado un golpe, pero luego de segundos en puro silencio, volvieron a sus bocas.

Nada podía sacarlos de aquel ambiente hermoso que estaban creando. Se sentían en calma, queridos, y acompañados de las mejores personas.

Bueno, hasta el momento. La puerta se abrió y por ella entró Pedro, quién quedó sumamente sorprendido por la escena.

-¿Qué mierda pasa aquí?- Ambos chicos se separaron rápidamente, y Samuel se levantó de la cama dispuesto a explicar la situación antes de que empeorara.

-Papá, yo te explicaré..- Aunque fue interrumpido.

-¿¡EXPLICARME EL QUÉ? DEJO QUE TRAIGAS A TU AMIGO A LA CASA POR UN TIEMPO, ¿Y RESULTA QUE SE ANDAN BESANDO? ¡YO NO CREE A UN ENFERMO, SAMUEL!- Los gritos del hombres ya empezaban a retumbar por toda la casa, y antes de que Samuel pueda hablar, unos tacones se escuchaban acercándose rápidamente.

-Traté de detenerlo, lo siento...- Una cansada Amparo se acercó a la escena. Al ver que su marido salía de la empresa, lo siguió lo más rápido que pudo, aunque no lo alcanzó. Se sentía fatal por aquello.

-¿TÚ LO SABÍAS? ¿¡QUE CLASE DE FAMILIA TENGO!?- Enojado, tomó el brazo de la mujer y a empujones la sacó de la habitación.

-¡Ella no tiene nada que ver, papá, déjala!- Gritó Samuel, siguiendo a ambos adultos con Guillermo detrás.

-¡SUELTAME, PEDRO!- Gritó ella, tratando de safarse del fuerte agarre que el hombre estaba implementando en su brazo.

Gritos comenzaron a escucharse. Samuel tratando de explicar, Guillermo tratando de que el mayor no se desespere. Amanda calmando a Pedro y el hombre, sintiendo que iba a explotar del enojo.

-¡SI TU HIJO ES HOMOSEXUAL TIENES QUE ACEPTARLO, PEDRO!- Se escuchó un fuerte grito de parte de Amparo. Seguido a ello, un golpe que había dejado a todos en silencio.

~•~•~•~

MADRE MIA. SE DESATÓ LA FURIA.

¿Que va a pasar? No lo sé ni yo, así que mucha suerte con saberlo v;

Mejor tarde que nunca dicen... Perdón por tardar :c

¿Que creen que va a pasar? ¿Ya saben quien es el hijo de Clara? Madre mía. Ojalá si, porque está más que claro v:v:v::: BA DUM TSS ahreno

Espero que les haya gustado. Muchísimas hracias por todo el apoyo que le están dando y ya saben que queda poquito así qué... CHAN CHAN CHAN .

Y nos leemos otro día...

Luna❤

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Where stories live. Discover now