»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«

~67. Viajando en el Tiempo~

Dentro de un mes.

En el parque de la ciudad.

Los sentimientos que recorrían el pecho de Luzu en este momento, eran increíbles. Junto a las rubia se sentía en un limbo de emociones, viajando a través de ellas y sientiéndose demasía afortunado por tenerla a su lado.

Lana era simplemente hermosa, y había logrado captar su corazón de la manera mas linda y tierna.

Su acento español, lograba cautivarlo día a dia, y junto con su aguda voz cantante, lograban hacer el mejor concierto para Luzu. Sus manos suaves que ahora mismo, recorrían su rostro, se sentían cálidas al contacto con su piel.

Ella era cálida, ella era todo lo que alguna vez Luzu pudo soñar en alguna mujer.

Sus cuerpos estaban pegados. Los brazos de Luzu rodeaban la pequeña cintura de Lana, y ella daba caricias al cabello del mayor. La burbuja que habían creado era íntima y tierna. Dulce, estaban en su mejor momento.

Sus labios, necesitados de romper la muy poca lejanía que tenían. Necesitados de juntarse, para hacer que aquella sensación esté presente y recorra cada parte de su cuerpo.

Las mariposas no tardaban en llegar a sus estómagos, causando un nerviosismo de puro amor y confianza.

Se sentían bien. Se sentían listos, y estando a pocos centímetros de besarse... El móvil de Luzu sonó.

Centro de Análisis.

Las lágrimas de felicidad brotaban por sus ojos, la emoción la sentía palpante en el ambiente y es que al fin, había recuperado a su hijo.

Tantos años buscando a su pequeño. Tanto tiempo invertido en ello, que al final había dado sus frutos. El abrazo que ahora se estaban dando era lo mejor que podía pasarle y es que hace tiempo no sentía esta felicidad.

Hace tiempo que las lágrimas no eran de alegría.

Se separaron sólo un poco, para poder verse a los ojos. Era tan especial. Tanto tiempo compartido con él y nunca se había dado cuenta. Sus ojos se parecían, hasta tenía algunos rasgos en común y es que era su hijo, su amado hijo que por tantos años buscó y al fin encontró.

El insistente sonido del celular los sacó de su burbuja de madre e hijo. Y aunque el menor no quería responder, Clara me había dicho que lo haga.

-¿Hola?- Respondió borde, por la interrupción del hermoso momento creado. Le regaló una sonrisa a la mujer parada frente suyo, la cual se la devolvió.

La sonrisa del menor se borró, a medida que seguía escuchando lo que decían en el teléfono, la voz de Frank se escuchaba rota y se notaba, estaba llorando.

En el hospital de Madrid.

-¡POR DIOS RUBÉN APÚRATE!- Gritó Frank, en el pasillo de aquel hospital, al ver como se llevaban a su amigo en la camilla, y desaparecía tras una puerta que decía "Urgencias".

Ahora mismo se odiaba. ¿Cómo nunca se había dado cuenta de esto? ¿Cómo pudo ser tan tonto? ¡Si ya sabía que podía pasar! ¡Si era consciente de lo que le pasaba! ¿Cómo pudo ignorar los claros hechos? HABÍA DEJADO DE COMER EN SU PUTA CARA Y ÉL NI CUENTA SE HABÍA DADO.

Se odiaba. Se sentía culpable, si tan sólo hubiera llegado unos minutos antes. Si hubiera prestado más atención a todas las claras señales que su amigo le había dado, esto no estaría pasando.

Lloraba con todas sus ganas. Las lágrimas no podían dejar de salir. Se imaginaba a su amigo solo en el mundo y no entiende cómo no pudo darse cuenta de nada. Era un inútil, y el peor amigo que pudiera existir.

-¿¡Qué pasó!?- Un grito detrás suyo lo hizo darse vuelta. Rubén se acercaba corriendo, sin saber muy bien el porqué estaba ahí, pero al ver a Frank llorar simplemente le dieron ganas a él de también hacerlo.

El pelinegro lo abrazó, llorando profundamente en su hombro.

-Se intentó suicidar- Dijo ahogado en sus lágrimas, mojando todo el hombro de su amigo, que ahora mismo había entrado en una negación constante.

-¿Qué? No, no. ¿Por qué? ¿Cómo? ¡DIOS NO!- Lloró abrazado a Frank, rompiéndose el alma y la voz en ello.

Vió a los lejos como el resto de los chicos entraba al hospital y sentía como todo su ser de desesperaba por las cosas que ahora mismo estaban pasando. No sabía qué hacer, cómo reaccionar. Quería romper todo, golpearse a si mismo por no darse cuenta de las cosas. Era su amigo, y simplemente no pudo saber cuál era su problema.

Todos se acercaron a ellos, Luzu se había encargado de llamarlos a petición de Frank. Guillermo ya estaba llorando por el camino, mientras corrían bajo la lluvia que de repente había comenzado a caer.

Se unieron al abrazo, mientras que cada uno daba sus esperanzas en que todo iba a estar bien.

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Sé que es un capítulo corto.
Sé que van a odiarme por eso, pero pienso que si la alargo más sería cagarla, y no quiero hacerlo. Además de que este es un especialito ya que llegamos a 5k de ⭐, muchas graciaaaassss!!!!!!! Y mañana tendrían otro capítulo así que supongo que el que sea más corto no supone un problema para ustedes.

Espero que ya tengan una idea y una certeza de quién es cada uno. Creo que lo dejé bastante claro.

Espero que de igual forma les haya gustado, y a partir de ahora, quedan menos de 30 capítulos para el final.

Muchas gracias por todo y nos leemos otro día<3

Luna❤

PD: Los saludos se mandan en el siguiente cap.

PD2: . . . ES QUE NO ME CREO QUE SE VAYAN A CASAR HOY!!!!! ES QUE POR DIOS, DESCONFÍO TANTO QUE NO ME CREO QUE HOY SE PUTO CASEEENNNN!!!! Sólo imaginenlo y una sonrisa pelotuda se les va a salir.