Guillermo Díaz, Samuel De Luque, Francisco Garnes, Alejandro Bravo, Borja Luzuriaga, Ruben Doblas y Miguel Ángel Rogel son los 7 chicos mas malos de todo el colegio. Cada uno, en diferentes secciones del edificio, buscan problemas y se creen superio...
Pasar la mayoría del tiempo con ella era hermoso. Su cabello suave que se volaba con el viento que soplaba en el parque, la hacía lucir extremadamente bella. Sus comisuras ensanchándose por cada tontería que emitía Luzu, hacía que el pelinegro se enamore más y más.
Aquella buena compañía lo hacía sentirse querido por una vez en su vida. Aún con todos los problemas que tuvo el mayor, la rubia se quedó con su amistad y nada más. La conocía hace poco, pero formó gran cambio en la vida de Luzu. El mayor ya sentía que si ella faltaba, su vida no tendría sentido.
Cada momento que pasaban juntos, la mirada del mayor pedía a gritos que se quede, que no se vaya lejos de él, que permanezcan juntos. Aún si de sólo amistad se tratara. Tan sólo un par de días bastaron para que la rubia se haga especial para él.
-¿Crees que me extrañe?- Preguntó Lana deteniendo las risas que se habían formado anteriormente. Luzu sabía muy bien que se refería a su ex, por lo que no preguntó... Pero le dolía.
Él era muy bueno dando consejos, aunque no lo parezca, pero no quería aconsejarla a hacer cosas que él no quiere que haga. Si ella sólo supiera que Luzu jamás podría olvidarla.
-No lo sé, Lanita...- Respondió para tratar de evitar la conversación. El pasto verdoso que pisaban estaba medio húmedo por el rocío del ambiente. El cielo estaba medio nublado por lo que se avecinaba una tormenta, pero parecía que sería leve, sólo una simple llovizna.
-Pues creo que lo estoy olvidando...- Habló de nuevo ella, haciendo que el corazón de Luzu se alegre sin poder evitarlo. Comenzó a palpitar rápido y una sonrisa se plantó en su rostro sin ningún disimulo.
-Me alegro por eso, no mereces sufrir por él.. créeme que si fuera yo, jamás me olvidaría de ti- Dijo Luzu en un ataque de sinceridad, haciendo que Lana sonría mucho más de lo que Luzu lo estaba haciendo. Realmente se sentía bien estar al lado de Luzu y si no fuera porque no lo conocía, sin duda alguna... Se enamoraría de él y de toda su bondad.
En la mente de Lana, la amistad de Luzu comenzaba a formar parte de si y, debía aceptarlo, se estaba ganando un lugar en su corazón. Lugar que otro chico había desaprovechado, pero estaba segura que Luzu lo ocuparía mejor que él.
Caminaban directo al hogar de Lana. Luzu había ofrecido acompañarla hasta allí y la rubia acepto con gusto. Ambos querían pasar más tiempo con la otra persona, pero ya se estaba haciendo tarde.
La caminata era lenta para aprovechar cada minuto, y las conversaciones eran rápidas para tener más temas del que hablar. Luzu se guardaba la voz de Lana en su memoria, para nunca olvidarla y Lana, fotografiaba mentalmente la sonrisa de Luzu, que no todos los días era capaz de ver.
La lluvia había empezado a caer y rápidamente ambos cuerpos fueron mojados. Luzu miró al cielo, como si no se hubiera dado cuenta de que llovía y quería confirmarlo.
-Ag...- Se quejó- Odio la lluvia- Dijo para ganarse una mirada incrédula de Lana. Ella amaba la lluvia. Amaba jugar en los charcos y saltar en las baldosas rotas para que estas salpiquen el agua.
-¿Cómo puedes odiarla?- Dijo ella deteniendo el paso, colocándose frente a Luzu.
-Te mojas todo y la ropa se te pega al cuerpo. El olor a humedad que deja me parece horrible... Y no puedes hacer nada fuera de tu casa.- Dijo con voz de cansancio Luzu, lo único que le encontraba a la lluvia eran cosas malas... y Lana se encargaría de cambiar aquel pensamiento.
-¿Como que no puedes hacer nada fuera de tu casa? Mira...- Lana saltó a un charco que se había formado a un lado de ellos, salpicando a Luzu con un par de gotas. El mayor miró a Lana quien se reía a carcajadas.
-Oh no acabas de hacer eso...- Dijo él mientras se limpiaba las gotas que habían caído en su pantalón.
-Oh claro que sí, y puedo hacerlo otra vez.- Y volvió a saltar, más fuerte, y Luzu se había mojado más todavía.
La miró unos segundos de forma amenazante y Lana sabía que era su turno de correr. Ambos salieron corriendo rápidamente por todo el parque. Sus zapatillas estaban manchándose de barro que se había formado, pero poco les importaba. Sus cabellos ya estaban pegados a sus rostros y la ropa ya estaba por demás mojada. El viento que formaba el correr les daba frío, pero no querían dejar de hacerlo.
Luzu corría a Lana con un poco menos de velocidad, pues sabía que si corría bien podía ser capaz de alcanzarla, sólo que no quería hacerlo. Escucharla reír nerviosa porque no la atrapen era lo mejor para él. Sus gritos finos que podían ser insoportables, lograban ser una hermosa canción para los oídos de Luzu, raro... pero el amor es así.
Ya estaban cansados y se notaba. Luzu aceleró la corrida y pudo atrapar a Lana fácilmente, cayendo junto con ella en el pasto. Lana había quedado debajo de él y toda su linda ropa color pastel, se había transformado en barro acumulado, pero poco le importaba a la rubia.
Sus miradas estaban unidas y no podían dejar de mirarse ni aunque quisieran. Sus cuerpos estaban pegados por las caderas, y el frío casi ni lo sentían. Las gotas que caerían en el rostro de Lana, eran amortiguadas por la cabeza del mayor.
Aquella mirada tan profunda que tenía Luzu, llenaba de intriga a Lana, y quería descubrir todo los secretos que ésta tuviera. No quería olvidarla, no quería olvidarlo a él.
-Creo que ya amo la lluvia...- Dijo Luzu y Lana simplemente sonrió.
~•~•~•~•~•~•~
Ow... Que boniiiito *-*
Que les pareció? Les gusta el Luzana? Porque creo que está comenzando a formarse... 7u7
Ojalá les haya gustado leerlo como a mi escribirlo, estos capítulo muy sentimentales me encantan. Tal vez son cortos, pero tienen que admitir que son bonitos<3
La humilde me llamaban...
Gracias por todo y nos leemos otro día:*
Luna❤
PD:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
