»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«

~80. Un buen regalo~

Antes que nada...

Un saludito pequeñito pero con mucho amorcito para jmontero10

Otro muy croto(? Para la crack de Luvicrack

Y el último pero no menos importante para @bonniekawaii23 que no sé si lo escribí bien o no, pero no me deja etiquetarlo v:

Muchas gracias bellezas!
Ahora si, continúen...

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Era martes y Samuel no tenía idea de qué regalarle a Guillermo para su cumpleaños. Tenía menos de 24 horas y se sentía demasiado presionado.

Ya habían pasado casi mes y medio con el menor, y en realidad, no tenía idea de que eran aquellas cosas que tanto le gustaban. Habían tenido varias platicas, pero nunca se tomó la libertad de preguntarle que eran sus cosas favoritas o qué es lo que más desea tener.

Guillermo le había dicho que no era necesario regalarle nada, pero Samuel sentía que le debía demasiado. Con él había aprendidos mucho sobre la vida y todo lo que él piensa sobre ella. Conoció a una de las personas más fuertes y es que Guillermo, tenía una valentía increíble. Samuel sentía que si su mamá moría en este instante, él moriría con ella. Si bien hubo años en los cuales ni le prestaba atención, la quería demasiado, había sido un apoyo importante en su vida y ahora con todo esto de Guillermo y su rara relación, lo era aún más.

No podía creer como después de más de un mes en algo que ni siquiera se puede llamar noviazgo, ninguno haya dado un paso importante. Capaz que se sentían tan a gusto así, que no querían que algo lo arruinase. Aunque Samuel tendría que admitir que le encantaría presentar a Guillermo cómo su novio, su chiqui, su pareja. Su persona que lo acompañaría, ojalá, por varios años. Y es que Samuel ya se imaginaba toda una vida con Guillermo, niños, una cabra de mascota, tortugas y todo lo que ambos desean en la vida. Tener una linda casa moderna en medio de la ciudad y una familia hermosa que acompañada del resto del mundo, sería la mejor vida que alguna vez pudo imaginar. Guillermo con dos niños en sus brazos se vería súper tierno, unos pequeños que se sonrojen tanto como él, que tengan un poco de ambos y que sean los mejores piernas niños de la tierra. Jugarían juntos, todos, siendo felices sin importarles nada más que ellos y su familia.

Samuel esperaba algún día poder tener algo así. Y si era con Guillermo, mucho mejor.

El día de clases del lunes, Clara les había dicho que hoy martes, tendría un asunto familiar importante que atender, por lo que decidieron no tener clases ese día. Los temas de estudio estaban más que claros y perder un día no iba a afectar en nada de lo que hayan estudiado o queda por estudiar. Además de que el trimestre recién comenzaba y días era lo que sobraba. Así que para suerte de Samuel, tendría todo el día para él. Además de que Guillermo pasaría la tarde en el hogar, para despedirse de sus compañeros y amigos de la vida, de sus madres y toda la gente que quiere. Samuel estaba indirectamente agradecido con aquellas personas, si bien no conocía a Guillermo hace mucho tiempo, sabe que no tuvo la mejor de las infancias, pero aquellas personas se habían encargado de darle una buena vida y alegría para cada uno de sus días. Si no fuera por ellos, Guillermo no sería como es ahora y capaz, nunca se hubieran conocido.

Estaba en su casa y ya eran casi la una de la tarde, la hora de almorzar se aproximaba y tenía que cocinarse algo rápido, pues iría al centro de la ciudad para comprar algún regalo perfecto. No tenía idea de que podía ser, pero al momento de verlo, suponía que ese sería el regalo. Samuel es mucho de dejarse llevar por lo que siente o cree correcto, sabe que al llegar a un lugar y ver algo que realmente llame su atención, probablemente sería lo que compraría, y lo que le parece perfecto.