»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«

~15. Mentiras Familiares~

La tarde que habían pasado ambos muchachos había sido la mejor. Y no sólo para Guillermo.

Samuel sentía que tardes como esas sólo pasaban pocas veces en la vida, sólo pasaban cuando realmente te sentís pleno y feliz. Y Guillermo provocaba eso en Samuel. Una felicidad tan plena y completa, que le daban ganas de vivir.

Samuel nunca había sentido ese nerviosismo por si la sorpresa le iba a gustar o no. Nunca esa incertidumbre. Ni esa felicidad al momento de ver la sonrisa del menor empezar a formarse. Ni como sus ojos con brillos hacían iluminar al más oscuro ser.

Samuel no muchas veces hacia sorpresas. Capaz que debía intentarlo más seguido. Hace mucho que no festejaba los cumpleaños con su familia, y si se ponía a pensar... Era la cosa mas tonta que había hecho. Pero tampoco es que su familia era la mejor, pero era su familia y quizás debía quererla un poco más.

-Guille... ¿Te puedo hacer una pregunta?- Ambos estaban caminan hacia lo que era la casa de Guillermo.  El menor se había negado, pero Samuel era muy insistente por lo que casi lo obligó a dejar acompañarlo.

El menor sonrío, se sentía raro que lo llamará Guille. Hace mucho que alguien no lo llama así, sólo su hermana.

Había caido en cuanto la exrañaba.

-Claro...- Dijo dudoso, pues cuando la gente te pregunta si te puede hacer una pregunta, es porque saben que de alguna forma podrías enojarte. Pero la tarde estaba siendo perfecta, así que sea lo que sea la pregunta, trataría de no arruinar nada de ese hermoso día.

-¿Cómo es tu familia? Quiero decir... ¿Te gusta pasar tiempo con ella? - Guillermo se tensó ante la pregunta. Tenia pensando nunca responder nada sobre él, su pasado o su familia. Eran temas que simplemente, odiaba tocar. No le gustaba que la gente sienta pena por él, así que saltaría el contar sobre su madre.
-¿Si me gusta pasar tiempo con ella? Dios... Me encanta. Y mas cuando no están cerca, ¿Sabes? Aquí, en esta ciudad, soy el único de mi familia que vive. Mis tías, tíos, abuelos y hermana viven en otras ciudades. Nos juntamos para días festivos tales como navidad, año nuevo, día de la madre, padre.. y en algunos cumpleaños puedo viajar. Pero en otros no- Empezó a relatar Guillermo, ganándose la total atención del mayor, poniéndolo nervioso a la hora de hablar.
Samuel se sentía un tonto por desaprovechar la familia que tenía, junto a él, a tan solo unos minutos de distancia. Guillermo los tenia a kilómetros y algunos ni siquiera podía verlos para sus cumpleaños.

-Pero no todos me caen bien la verdad. A mi tía, que es la que vive con mi hermana, si te soy sincero... La detesto. Me separó de la única persona que yo tenía a mi lado en esta ciudad. Pero también de cierta forma, lo agradezco, yo no podría cuidar de ella y tampoco es que quiero que esté en... - Y Guillermo calló, porque estaba a punto de decir lo que tanto quería ocultar. Había cosas que todavía no podía aceptar en su vida... Y no tenia planeado contarle a nadie.

-¿En...?- Preguntó Samuel, quien se quedó extrañado ante tal detenimiento de palabras, y notó como Guillermo se tensó más que antes.

-¿Eh? Ah... En mi asquerosa casa... Bueno piso, es un pequeño piso.- Dijo él riendo con nerviosismo, tratando de aliviar el ambiente raro que se había formado. Samuel sonrió, fingiendo que no se daba cuenta del repentino nerviosismo que sentía Guillermo. Sabía que le estaba mintiendo, o por lo menos ocultándole algo, pero no preguntaría. No tenía la suficiente confianza con él como para hacerlo.

Aunque ya haya vivido mejores cosas con el menor, que en toda su vida.

-¿Por qué la pregunta?- Habló Guillermo de nuevo para pasar de seguir hablando sobre él y su familia.

Samuel no quería decirle lo tonto que era él al no aprovechar a su familia, capaz que Guillermo pensaba que era un estúpido y se enojaba o algo.