~51. WhatsApp~

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Cuando tenés retraso y publicas el 52 antes que el 51 :(

El receso había terminado mucho más rápido de lo normal. Ninguno de los que estaban ahí querían irse, y saber que fue su culpa el que pasara, los hacía sentirse peor. Pero tenían que afrontar las consecuencias que su tontería provocó.

Todos estaban parados con sus cosas en la mano, afuera del salón, ocupando todo el ancho del pasillo. Se miraban entre si, sin saber exactamente que hacer. Y es que no querían irse, por nada en el mundo. Se habían conocido hace tan sólo un mes, pero se habían llevado tan bien, que parecía una amistad de años.

Tal vez esperaban una señal de Dios que les dijera que se queden. Algo que hiciera cambiar la opinión del Director, y que ellos se puedan quedar donde estaban, donde se sentían mejor. Donde todos estaban juntos y sin problemas.

Ahora tenían que volver a esos lugares donde te miran mal. Donde te juzgan sin conocerte y se dejan llevar por los comentarios. Donde ni los profesores te toman en serio y te dan más ganas de golpear cosas. Porque al ser un "chico malo" de seguro sacar malas notas. Y aunque algunos eran así, otros no tanto. Como Guillermo, él disfrutaba de ver la cara de sorpresa en los rostros de los maestros al ver su tan buena nota. Disfrutaba ver como les daban las evaluaciones de mala gana y como llenaban sus *boletines* sin creerselo.

Definitivamente, esos salones no eran aptos para ellos.

El salón de detención, sin duda alguna, se podría decir que era su lugar. Todos eran iguales, pero con su toque personal. Nadie juzgaba a nadie porque sabían que ellos eran iguales y bueno, Clara era la mujer mas buena del mundo. Decir que la habían cagado era poco, y se estaban arrepintiendo mucho.

Se sentían tan a gusto con los demás, que el simple hecho de imaginar el tener que volver a adaptarse a aquellas personas, les resultaba agobiante y cansador. Y es que eso les provocaba ganas de golpear todo, el tener que soportar a las personas que los juzgan sin ni siquiera conocerlos.

Escucharon unos pasos apurados y giraron en dirección a ellos.

Clara venía caminando a paso veloz, y por alguna razón, las esperanzas de que trajera buenas noticias se implementó en los cuerpos de todos. Sonrieron instintivamente, y se miraron entre ellos... pero Clara sólo estaba apurada.

-Samuel, Luzu, vamos...- Con un gesto con la mano para que los chicos la sigan, comenzaron los tres a caminar.

El resto se miró, se separaron en los pares anteriormente elegidos y se dividieron. Alejándose todos de aquel salón.

Sector D, salón Número 7.

-Buen día, chicos.- Dijo Clara cuando entró, seguido de Samuel y Luzu.

Ni bien ambos cruzaron la puerta, todas las miradas fueron posadas en ellos. Rostros confundidos y comentarios tontos comenzaron a notarse. Luzu y Samuel se miraron, sabiendo exactamente lo que el otro estaba pensando. Tratarían de contenerse, pero ni bien alguno de esos tontos del salón les dijeran algo, no responderían de si mismos.

Odiaban toda esa clase de miradas y mejor no prestar atención a los comentarios que se hacían, porque explotarán ahí mismo.

Miraron a Clara, quien ya estaba parada en frente de todos. Ella con un gesto los invitó a pasar, y ambos chicos se sentaron en unos bancos al fondo del salón.

No querían llamar la atención de nadie, así que esperaron unos minutos antes de empezar a hablar de cualquier cosa. En voz baja. 

Se volvieron a mirar, mientras la profesora hablaba de fondo. Miraron a la mujer y con una gran coordinación, sacaron sus móviles.

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Where stories live. Discover now