~17. Besos~

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El barullo que había alrededor no detenía los pensamientos de Frank. Su mente iba y venía en la imagen del menor besándose con esa chica, sintiéndose mal, traicionado. Y es que era estúpido, ellos no son nada de nada, no debería de sentir algo por eso. Él estaba enojado con el menor ¿Y encima se enojaba ahora él sólo porque se besó con una chica?

Se sentía tarado e impotente. Sentía que debería de hacer algo, su vista no podía salir de la escena frente suyo.

Luzu se estaba preocupando por la mirada de odio que Frank lanzaba a la chica, y es que la estaba matando con los ojos. Sus pupilas estaban dilatadas del odio y la mirada era fría.

Su consciencia se fue a la mierda, en el momento en el que la chica rodeó el cuello de Alex con sus brazos. Frank perdió todo tipo de razón y se encaminó a pasos duros hacia ellos. Escuchaba detrás suyo como Luzu le decía que se detenga, pero el más alto se rindió... Después de todo seria divertido ver aquella escena.

El pelinegro paró su caminata sólo unos segundos. Parecía que se iba a retractar... pero no. Siguió caminando hasta llegar a la pareja.

De un empujón, separó a la chica de los labios de Alex, ganándose una mirada asesina de parte de ella. El menor se sorprendió, mirando extraño al mayor... Pero rápidamente cambio su semblante a uno serio y enojado.

Primero él estaba cabreado por algo que había hecho y después se atrevía a separarlo de aquella chica ¿Qué se creía?

-¿Qué cojones haces?- Preguntó Alex al sentir como era arrastrado por el mayor, alejándose de la chica, de Luzu y de todo el barullo.

(...)

Aquellos labios finos se sentían tan suaves. Ni bien los había visto supo que eran perfecto para saciarse. Supo que eran los indicados para comérselos de un bocado. Tenían un leve labial rosa claro, que los hacía resaltar en el blanquecino rostro de la muchacha. Cualquiera diría que serían los mejores que Samuel pudo haber probado, pero no era por su suavidad o por su grosor. Tampoco era por lo bonita que la chica es. Se sentía tan bien besarla, porque sabía que el menor en este momento lo estaba viendo. Sentia su mirada penetrante sobre él y la chica. Además de que en medio del beso había abierto los ojos y lo vio ahí.

Pudo ver su ceño fruncido y sus puños cerrados. Su mejillas están rojas y se veían desde la distancia que lo separaban.

Samuel sonrió por aquello, logrando que la chica se separe de él y le sonría de igual forma.

Miró por unos segundos al cuerpo frente suyo, para después de un refilón mirar a Guillermo. Aunque no vio lo que se esperaba.

El menor le estaba dando la espalda mientras hablaba por celular. Mangel a un lado suyo sonreía, parecía enternecido por la escena que estaba presenciando.

Se sintió enojado y tonto. Sin ni siquiera saludar a la chica con la que se había besado, se dirigió hacia el par de chicos que estaban parados en medio del pasillo.

No quería escuchar la conversación de Guillermo. Él sabía muy bien que era de mala educación y que tampoco era quien como para hacerlo.

Pero en ese momento le importaba poco la educación y el quien era.

Se acercó sólo un poco, adentrándose en una ronda de chicos, como para disimular su postura. Mangel no lo había visto.

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora