»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«

~12. Enojo~

Muchas veces nos enojamos por cosas muy estúpidas. Otras, por verdaderas razones que merecen el enojo más potente del mundo. Y es que el enojarse, no se puede controlar.

Las cosas pasan y un nivel de enojo te traspasa todo el cuerpo, hasta envolverte completamente. Y te cega, el enojo es uno de los sentimientos que te hace ver las cosas de manera distinta. Y te hace actuar de maneras que no queremos.

~•~

Alex le contó a Clara todo lo sucedido con Frank. Por todo lo que la mujer estaba haciendo por ellos, se sentía en confianza de contarle sobre él y sus sentimientos. Sentimientos que no tenia idea de que significaban ni se imaginaba lo que podía ser.
Sólo sabia que sentía fatal cada que sentía que Frank lo ignoraba o le respondía de mala manera. Él realmente se había enojado y Alex sentía mucha culpa por aquello. Pero sin embargo, no hacía nada para evitarlo.

-Creo que debes hablar con él Alex.. Sólo quiso ayudarte y ambos sabemos que no muchos lo hacen...- La profesora le hablaba bajito, como para que el resto de personas no escuchen su conversación.

Alex sabía que la mujer tenía razón, su cabeza estuvo pensando en eso todo el tiempo. Pero el orgullo no lo controla. Es un persona que con tal de querer llevar la razón, podía arriesgarlo todo.

-Pero..-

-Pero nada, Alex. Habla con él, ahora...- Dijo ella cortando lo que el menor iba a decir, mientras apuntaba discretamente a Frank. Quien ahora sólo hablaba con Luzu pues el resto se había ido al receso.

El menor le asintió a la profesora. Cuando Clara quería, podía imponer mucho, cosa que le sorprendió a Alex. Se paró y con vergüenza se acercó a Frank.
Empezó a cabrearse al ver que ninguno de los dos notaba su presencia, pero decidió que seria buena idea calmarse. No podía hablar con todo el enojo encima.
Carraspeó para que hacerse notar y ambas miradas fueron dirigidas a él.

-Frank.. Necesito hablar contigo- Dijo Alex casi sin voz, por los nervios sorpresivos que sentía. Nunca se había sentido así y menos frente a otra persona. Su personalidad siempre fue reservada y no mantenía ningún tipo de relación con nadie. Pero Frank había captado su atención desde el primer día.

Ese chico de pelos engominados había hecho que todo lo que formó como persona, se destruya en cero coma. Nunca había sentido ningún sentimiento más allá que implique a si mismo.

¡Ahora sentía culpa porque Frank se enojó con él!

Si es que hasta el menor mismo flipaba con eso. 

Quería golpear a Frank con todas sus fuerzas por hacerle perder esa poca cordura que podía llegar a tener.

-Vale...- El sentado miró a Luzu como pidiendo disculpas quien hizo un ademán con la mano para restarle importancia. Junto a Alex caminaron un poco más lejos de aquella mesa y el pelinegro se colocó en forma de espera, con los brazos cruzados y dando leves pisadas con la punta del pie.

-Quería que...- Al mas más petizo no le salían las palabras. Nunca en su vida sintió la necesidad de pedir disculpas a alguien y menos pensó que sería tan difícil dar el brazo a torcer. Su orgullo era definitivamente más fuerte que otra cosa y eso implicaba que no pueda disculparse como se debe.- Qu... Que...-

Y se enojaba. Se enojaba consigo mismo por ser tan cobarde y poco hombre al no tener las agallas de pedir unas simples disculpas que, seguramente, arreglarían todo con Frank.

-¿Quieres que cosa? Alex no tengo todo el día. Interrumpiste lo charla con Luzu para no decime nada... Al momento en que te decidas y sepas hablar, me avisas.- Frank con la paciencia ya por el piso, volvió a donde estaba Luzu para seguir hablando sobre la nueva chica rubia que había conocido. Capaz que el pelinegro se estaba pasando con Alex, pero realmente pensaba que se lo merecía. Sólo quiso ayudarlo y el menor lo tomó de la peor manera. Nunca más lo ayudaría si así se iba a comportar.