~14. Mi Favorita~

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*imagen de multimedia*


Capaz que era por el lindo día o por el sol que alumbraba todas las calles... Que va de seguro era porque ellos estaban juntos.

Ambos la estaban pasando mejor de lo que pensaban. La timidez que tuvo el pelinegro en un principio, se fue a tomar por saco ni bien había pasado un par de minutos con la rubia. Su voz era la calma que Luzu necesitaba y su sonrisa, alumbraba lo que el sol no podía.

El sentimiento que sentían no se explicaba, pasaba de tantas formas diferentes, que era imposible explicarlo de alguna forma. No había definición, no había forma de decir con exactitud que sentían.. Pero vaya que les gustaba.

Los paseos en el parque eran los favoritos de Luzu. El verde del césped y la hojas de los arboles... El viento que las vuela, y el sol que las seca. Todo el parque tenia diferentes colores. Las flores, los arbusto y las hojas bellas que caían en su cabeza de vez en cuando, haciendo que la rubia ría por lo raro que se veían las hojas verdes sobre su cabellera oscura.

Luzu moría por dentro cada vez que esa hermosa risa salía de esos finos labios. Eran como la mejor melodía que podía escuchar. Una de esas melodías las cuales al principio, sólo escuchas las notas y el ritmo que producen... Pero que cuando más la vas escuchando, la aprendes a oír... Entendiendo la letra y concentrándote en ella.

Su risa era su melodía, su risa era su canción favorita.

(...)

La comodidad del sillón. El ambiente a hogar y la serie reproduciéndose, eran cosas extraordinarias en la vida de Frank. La tranquilidad que sentía en momentos como este era increíble, además de que podía hacer lo que quisiera y nadie nunca le diría nada.

Para su edad, era extraño vivir solo... Pero para él, fue la mejor decisión que pudo haber tomado.

Nada como estar en su casa, sólo él y el mundo el cual se escondía tras la puerta de entrada. Él solo y su persona acompañando cada uno de sus movimientos.

Aunque no siempre la soledad es buena. Muchas veces nos atormentan los pensamientos.Aprovechando que no hay nada para distraerte, ellos atacan tu cabeza y te atormentan la mente. Aunque no era el caso, y Frank lo agradecía.

La serie que se reproducía captaba mucho su atención. Estaba enviciado con ella. Luchas, sangre, terror, amistad, amor... De todo pasaba en ella, y recién iba por la segunda de siete temporadas.

Los pochoclos que estaban en su tazón, eran dulces y hacían que sus dedos se pegoteen, pero no le importaba. Pues la serie captaba sus máxima atención.

Estaba recostado en su cómodo sofá, con las pierna estiradas y los talones apoyados en el posabrazos. Por lo duro que estaba eso, le había empezado a doler un poco, sólo un poco, los tobillos... Pero no le importaba, la posición era cómoda y... La serie captaba su máxima atención.

La serie era su favorita y era la cuarta vez que la veía.

(...)

Tal vez los ruidos insesantes del los videojuegos o las risas que resonaban en la habitación eran las causantes de que Ruben la esté pasando de maravilla.

Su sonrisa no se podia borrar de su rostro y las risas no podían parar de salir de su boca. Sus perlados dientes dejaban ver su brillo increíble, y sus ojos marrones captaban la atención de los demás ahí. Y lo amaba, para que mentir.

Amaba que cada vez que jugaba, ambas personas prestaban atención sólo a su partida. Amaba que cuando uno de los otros jugaba, el que sobraba se ponía a hablar con él, ignorando lo que juega el otro.

Se sentía mal, obvio si. Pero se sentía peor golpear o insultar a alguien por falta de atención, y de cierto modo, agradecía que los chicos sean conscientes de eso.

Los ruidos del juego que estaba jugando Alex se oía a lo lejos. En su mente sólo se repetía la voz de su nuevo gran amigo. Mangel no paraba de hablar, varios temas fueron tocados, pero sólo oía su voz y la guardaba en su mente.

No sabe porque, pero Mangel era la persona correcta para calmarlo.

Sin duda, Mangel se estaba convirtiendo en su persona favorita.

(...)

Las cosas que son buenas terminan más rápido. Siempre cuando uno la pasa bien, el tiempo parece correr a más velocidad de lo habitual.

Sus mentes estaban tan incrustadas en el otro, que no se darían cuenta de lo que pasa a su alrededor.

Nunca se dieron cuenta de como cayó el sol y la luna se asomó. Tampoco de que la cantidad de gente empezó a disminuir y los autos en las calles ya se habían ido.

Los ruidos pasaron a segundo plano desde que sus miradas fueron conectadas y sus ojos se penetraban en los otros.

Tal vez la conversación que llevaban no tenia ningún sentido, sólo porque no eran conscientes de lo que decían ni hablaban. Tal vez porque uno estaba tan ensimismado en el otro, que la conversación les importaba poco y nada.

La bicicleta que llevaban había sido devuelta al lugar donde Samuel la había rentado.

El mayor acompañaba al menor a su casa, aunque él había insistido con que no era necesario, ya había hecho mucho por él.

Y es que Guillermo la había pasado tan bien. Esa tarde sin duda alguna había sido su más preciado gasto de horas. Su tiempo invertido en ese día, había valido totalmente la pena y no podía estar más feliz.

Su corazón bombeaba sangre a lo loco, y a veces.. Ganas incontrolables de abrazar al mayor le agarraban. Pero las reprimía. No podía hacer eso.

Para Samuel esas aparentes cortas horas —pues habían sido mas de 5— fueron las mejores que pudieron haber existido.

La sonrisa del menor se había quedado guardada en su mente. No había cosa que le gustara más que aquel gesto sea formado. Los dientes perfectos del menor, lograban formar la imagen más bonita para el mayor. Le había sacado millones de fotografías mentales a esa hermosa sonrisa y también, alguna que otra foto real... Obligando al menor reír. O haciéndole cosquillas para que ría.

Había una frase que le encantaba a Samuel y sentía que identificaba perfectamente al menor: "Hasta la tristeza sabe que reír es lo que toca, porque las lágrimas bajan de los ojos a la boca"  Y sentía que le quedaba tan bien al menor. Esa sonrisa tonta que se le formaba cuando reía, era el cuadro más lindo para Samuel.

Para Guillermo, fue su tarde favorita.
Para Samuel, su sonrisa era la favorita.

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Ayer la publiqué sin querer. Si lxs ilusioné, perdón.

Quiero que sepan que esta frase: "Hasta la tristeza sabe que reír es lo que toca, porque las lágrimas bajan de los ojos a la boca"  la saque de la nueva canción de Willy.

No les encanta? Yo la amo<3

Espero que les guste, aunque sea muy relleno, pero creo que quedaba lindo y ayuda a que conozcan más a los personajes. Supongo:v.

Gracias por todo el apoyo y nos leemos pasado mañana<3

Luna❤

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