~25. Amenazas~

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Camilo era consciente de que sus celos podrían arruinar su relación con Guillermo. Muchas veces ha sido capaz de reprocharle tantas cosas tontas, que al segundo de ver a Guillermo con cara de no creerlo, se arrepentía de las tantas tonterías que decía.

Pero es que... no lo podía evitar. Se siente tan celoso cuando lo ve con alguien más, cuando ríe y él no es el culpable de su hermosa sonrisa. Si es que aquel gesto debería de ser privado para él y nadie más.

Los celos de Camilo, habían hecho a Guillermo llorar varias veces y se odiaba por eso, pero es algo que le salen y no los puede impedir.

~•~

No era su mejor plan, pero las emociones lo cegaban.

Caminaba duro y con paso firme hacia el salón nuevamente, en busca de aquel chico que supuestamente gusta de Guillermo.

Y es que él siempre se dejaba llevar por suposiciones. Nunca tenía una idea fija de lo que ocurría a su alrededor, se dejaba influenciar tan fácil por sus propios pensamientos. Se hacía la cabeza con las distintas formas que tenía de Guillermo de serle infiel, aunque sepa con todo su corazón que el menor no era capaz de hacer eso, él lo pensaba. Y hacía mal, muy mal en pensar eso.

Su cabeza se resumía en miles y miles de escenas imaginadas donde él era la víctima de una infidelidad del menor. Veces en las que podía crear cada palabra que Guillermo podría decir, cada error era puesto en su cabeza, como si Guillermo fue la peor persona del mundo. Pero no, ni se acercaba a eso.

Guillermo, y Camilo lo sabía muy bien, era la persona más linda que había conocido. Atento, dulce, cariñoso y cuando de verdad lo amerita, una persona muy dura y resistente. Puede ponerse el mundo sobre los hombros que, Camilo está seguro, lo cuidaría mejor que nadie.

Pero no puede evitarlo. No puede evitar pensar que con el primer hombre que le saque una sonrisa, Guillermo se irá con él. Que el primero que venga y lo consuele, se ganará su amor mejor de lo que lo hizo el mismo.

Llegó a la puerta del salón, justo cuando la profesora salía. Al ver que se alejaba, pero se quedaba parada en el final del pasillo, una pequeña idea llegó a su revoltosa cabeza. Escuchaba como las risas de Guillermo y Samuel eran potentes, y cada vez su celos se hacían más grandes.

Entró al salón y las risas cesaron.

-Peque, te llama Clara, está al final del pasillo...- Dijo Camilo como un inocente niño, formando una sonrisa linda y delicada. El menor asintió a su aviso y se retiró del lugar yendo a buscar a la profesora.

Camilo era muy calculador cuando quería y sabía que Guillermo no tardaría mucho en darse cuenta que el llamado de la profesora era falso.

Se acercó al banco en donde Samuel sonreía, esa típica sonrisa que te queda después de pasar varios minutos riendo, pensando en lo bien que lo pasas con la otra persona.

-Bien, escúchame atento...- Dijo Camilo dando un golpe fuerte a la mesa, para llamar la atención de Samuel. Ellos solos se encontraban en el curso pues el receso, que estaba durando más de lo normal, todavía no acababa.- No quiero que te acerques a Guillermo, oíste?- Dijo amenazante, mientras lo señalaba acusadoramente.

Samuel, sin creerse lo que pasaba, se enfrentó al chico, quien era de su misma estatura.

-No eres quien para prohibírmelo sabes?- Habló Samuel muy calmado, pues sabía que aunque el chico sea el novio de Guillermo, él no dejaría de hablar con el menor.

-Claro que sí, soy su novio... Y no me querrás ver enojado- Dijo Camilo colocando su dedo en el pecho de Samuel, de forma amenazante. El más alto sonrío de forma burlona, haciendo que el enojo suba en Camilo.

-¿Me estás amenazando?- Habló Samuel, riendo un poco por las tonterías que decía el chaval frente suyo. Notoriamente Samuel era mucho más fuerte que él y lo menos que le tenía era algún tipo de miedo.

-No, te estoy avisando, esteroides con patas...- Insultó de forma muy agresiva Camilo y Samuel ya se estaba cansando de él. Además de que sus músculos estaban muy bien entrenados y ningún tipo de químico influenció eso.

-A ver si te callas o yo cerraré tu boca a puños...- Dijo violento Samuel, quien se había acercado más a Camilo.

-¿Qué pasa aquí?- Guillermo justo entró al salón para ver la escena de Samuel amenazando a Camilo. El más bajito rápidamente puso cara de amenazado y corrió por el socorro de Guillermo.

-Oh vamos...- Dijo sin creerselo Samuel, volviéndose a sentar en su asiento.

-¿Que ha pasado?- Dijo Guillermo al sentir a Camilo abrazado fuertemente a él.

-No lo sé... le estaba hablando a Samuel de lo buen novio que eres y me amenazó...- Dijo Camilo haciendo una mueca con sus labios en forma de niño triste. Guillermo miró a Samuel sorprendido y enojado por aquello.

No le gustaba que se metan con las personas que él quiere y le había cabreado mucho que Samuel lo haya hecho, se supone que se estaban haciendo buenos amigos.

-¿Por qué has hecho eso?- Le Dijo Guillermo a Samuel, mientras acariciaba la espalda del chico que lo abrazaba.

-Oh... no le creerás o si? Está mintiendo...- Habló Samuel, mientras señalaba a Camilo quien sonreía sin que Guillermo lo viera. Samuel ya se había dado cuenta de la clase de persona que era Camilo y no entendía como el menor no podía ver aquello.

-Escuché como lo amenazaste tú...- Dijo Guillermo.

-Él me amenazó primero- Replicó Samuel, quien no podía creerse que estaba peleando por algo así con Guillermo. Empezaban a hacerse buenos amigos y justo llegaba Camilo para cagar todo lo que Samuel estaba logrando con el menor.

-No me vengas con esas Samuel, Camilo no amenaza...- Dijo Guillermo mientras se acercaba al banco en el cual estaba sentado Samuel- Ahora te pido que te vayas a sentarte donde antes... Mi novio y yo nos queremos sentar juntos- Terminó de hablar Guillermo, con la mirada decaída. Realmente se estaba llevando bien con Samuel, pero no quería que su relación se arruine por él y Camilo lo había ayudado mucho.

Samuel no podía creerse aquello. Estaba siendo echado de su propio banco, por un chico que era más mala gente que otra cosa y Guillermo no podía verlo. Miró al menor por última vez y suspirando fuertemente, se sentó en el banco de atrás, viendo como Camilo sonreía ocultando su rostro en el cuello del menor.

~•~•~•~•~•~•~

Vaya... Vaya... Suficientes razones para odiar a Camilo? PUES SI, ODIENLO CON SU VIDA, NADIE LE HACE ESO A SAMUEL CARAJO!

Y Guillermo es un boludo, todo hay que decirlo...

Les gustó? Espero que sí<3

Gracias por tooodoo, Bellas personas, de verdad. Estoy muy agradecida por todo lo que hacen.

<3

Luna❤

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora