~84. No Te Hace Bien~

2.4K 344 79
                                    

Luego de una mañana escolar, en donde había ido él solo, junto con su novio, Mangel y Rubén, era la hora de volver a casa. A ese lugar que seguía pareciéndole vacío desde que su madre se fue. Ya ni hacía falta explicar los porqués de su bajo rendimiento de repente, ni porqué no prestaba atención a ningún clase.

Estaba mal. Y por más que quiera evitarlo, tenía unas increíbles ganas de fumar.

Sabía que no era bueno para él, para su salud ni para la promesa que le había hecho a Frank, pero en momento así, sólo necesitaba alguna forma de sacar esa necesidad. De saciar ese vacío que sentía en su pecho cada vez que entraba a esa casa. Cada vez que despertaba y un cubo de agua fría caía en su cabeza, dándose cuenta de que nada podía ser un sueño. Iban ya cuatro días, pero estaban siendo los peores del universo.

No quería romper ninguna promesa, ni con Frank ni consigo mismo, pero le era súper complicado. Sacudía sus dedos, masticaba chicles todo el día y sentía una sed que no podía saciar ni con el agua más deliciosa y refrescante del mundo.

Comenzó a caminar a su casa, con la cabeza baja pensando muy seriamente en no cometer el error de volver a fumar. Una parte de su cerebro le decía que sí, que lo hiciera. Y la otra le repetía miles de veces que estaba mal y que no podía recaer de esa forma. Si bien no terminó por completo de fumar, hace bastantes días que no lo hace. Al principio eran unos pares por días, después fue yéndose a uno por día y hace una semana que no fumaba ninguno. No era fácil, pero sabía que podía hacerlo. Aunque claro, nunca se imaginó que lo de su madre iba a ocurrir.

Y es que aunque se haya pasado gran parte de su adolescencia borracha, el menor la amaba muchísimo. Era su madre, su guía, su protectora. Necesitaba de ella para que todo salga bien y no sabía de donde había sacado aquella mujer, ese amor tan grande que el menor le tiene. Porque en realidad, por más que lo haya cuidado mejor que nadie, no había sido una madre ejemplar. Pero él la amaba, y era suficiente razones para extrañarla tanto como lo hacía.

Las calles parecían cada vez más largas y sentía que el universo estaba en su contra pues ya habían pasado más de cinco personas fumando. El humo que estás dejaban en su camino era algo que estaba deseando sentir. Que necesitaba sentir, y que no quería.

Se odiaba por ser tan débil a veces. Tal vez era una de las tantas cosas que había heredado de su mamá. Y de su supuesto padre, que no se aguantó el peso de un hijo y los abandonó a los dos. Tal vez, era un conjunto muy extraño esa debilidad que sentía. No sé parecía a su padre, en nada, pero era tan cobarde como aquel hombre y se sentía la peor mierda, como aquel hombre.

Todavía no entendía como pudo ser capaz de encerrar a su mamá en un lugar como esos. Que sí, que era lo mejor, pero se sentía mal igual. Sentía que la había traicionado y que en realidad, lo había hecho para que deje de molestarlo. Ojalá ella no creo eso, pues en realidad era todo lo contrario.

Decidido, a ya pocos metros de su casa, prendió un cigarrillo y lo caló con la mayor necesidad que puede haber deseado en esa semana que había paasado. Logró aspirar unas dos veces antes de llegar a la puerta de su casa, encontrándose con Frank parado frente a ella.

Se quedó helado el verlo. Quiso tirar el cigarro lejos de él, pero su mano ya no respondía las señales que él quería.

-¿Que haces?- Frank se acercó a él, para sacarle el cigarro que tenía en la mano. No le gustaba ver a su pequeño recaer y se agradecía por elegir ir a ver al menor aún cuando recién salían del colegio.-No te hace bien, y lo sabes...- Pronunció cansado, tratando de parecer enojado, pero le era totalmente imposible. Tomó el cigarrillo y lo arrojo lejos.

-¿Cómo sabes que no me hace bien? ¿Eres licenciado en eso acaso?- Álex rodeó su cuello, acercándose más a él, para tratar de que el supuesto enojo desaparezca.

-De hecho sí, trabajo en saber qué cosas te hacen mal. Leí un cartel que decía "Alejandro Braco busca persona y novio atento que lo cuide"- Frank rodeó su cintura mientras hablaba, para que la situación se haga más íntima- Y me dije "Joder si que es lindo"- Álex rió, callando lo que el mayor estaba a punto de decir con un beso.

Era uno tierno y suave, que muy lejos de tener segundas intenciones, les revolvía el estómago como la primera vez. Todavía tenían ese maravilloso sentimiento que los hacía delirar cada vez que sus bocas se juntaban, en un beso que muchos podrían envidiar de lo amorosos que era.

Se necesitaban entre sí.

-Si haces estas cosas nunca podré enojarme contigo...- Murmuró Frank, cortando el beso. Separando unos centímetros sus labios de los de Alex, manteniéndose cerca para tentarlo un poquito.

-No quiero que te enojes...- Alex estiró su labio inferior, convirtiendo su carita en una de pobrecito, causando sólo ternura en Frank. Le podía, le podía demasiado.

-¿Dejarás de fumar?-

-Trataré, lo prometo...- Y volvió a juntar sus labios, hundiendo sus dedos en los cabellos oscuros del mayor.

Y tal vez, sólo tal vez, Frank podría saciar la necesidad de Alex con sus labios.

~•~•~•~

Mae mía v:

Ojalá les haya gustaado! Yo no quiero opinar porque voy a terminar odiándome v:

Muchísimas gracias por todo, son lo mejor de lo mejor. La crema de la crema. El dulce del dulce de leche. Son todo del todo. Ahre ya.

Y nos leemos otro día...

Luna❤

PD: Que descripción tan cortita, no? Es que quiero dormir v:

PD2: Deseenme buenos sueños (? Ahre.

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Where stories live. Discover now