~46. Vente Pa' Ca~

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ESPECIAL AÑO NUEVO: SEGUNDA PARTE.

La tarde se había puesto nublada nuevamente. Nubes oscuras que avisaban la tormenta que se acercaba tapaban todo el celeste cielo. El ambiente era húmedo, pero esto no evitaba que ambos chicos pasearan por las calles de Madrid.

Se sentía bien caminar juntos. El mundo a su alrededor no importaba, sólo estaban ellos dos y nadie más. La conversación era llevadera, pues los temas no dejaban de salir de sus bocas, logrando que la charla no tenga fin.

Ver los labios ajenos moverse al hablar, era un arte para los ojos de ambos.

Los labios suaves de Guillermo, emitían una suave risa que Samuel la definía como perfecta. Era medio rara, pues parecía que se ahogaba, aunque la sonrisa en su rostro no se iba. Le causaba satisfacción verlo reír, pues no siempre pasa. Muchas veces, y él lo sabe, Guillermo fingió su risa para hacer sentir bien a Samuel, pero el mayor, sabía leer la mirada de Guille. Y aquellos bellos ojitos, no sabían mentir. Brillaba cada vez que reía. Sus ojitos se achinaban y se ocultaban bajo sus sonrojadas mejillas. Samuel, se había aprendido las facciones de Guillermo. Todos esos tics que tenía cuando pasaban tales cosas. Sabía cuando reía de verdad y cuando no.

Y Guillermo... Guillermo estaba agradecido de que Samuel llegara a su vida. Con él, de forma totalmente inconsciente, había logrado ser feliz después de mucho tiempo. En realidad, ya no necesitaba fingir su risa cuando estaba con él, porque le salía sola. Natural. Había veces que no quería sonreír, por el simple hecho de que no le gustaba tanto, pero Dios! Samuel causaba en él eso, sonreír en todo momento. Que riera por cualquier tontería que dijera y... le encantaba. No podía negarlo.

Estaban caminando por una zona muy recorrida de Madrid. Aunque la lluvia que se avecinaba había logrado que la gente no salga tanto de su hogar.

A ellos no le importaba. Eran un par de gotas que caían sobre ellos, pero que no eran capaces de arruinar el bello ambiente que habían formado. Se miraban y se sonreían, solamente porque eso era lo único que les salía del alma hacer.

Mirarse, por varios segundos, y descubrir que al lado de esa persona, se siente perfectamente bien.

Varios bares y restaurantes había por aquella avenida. Algunos tenían canciones que buenas, y otros algunos temas que eran totalmente desconocidos para ellos.

Sorprendiendolos, la lluvia comenzó a caer de forma voraz. Las gotas golpeaban contra el suelo haciendo ruidos fuertes, y formando charcos de una manera veloz. Ambos chicos se miraron y rápidamente se pusieron bajo un techo de uno de los tantos pequeños cafés que también había.

Estaban en silencio, esperando a que la lluvia pare para poder seguir caminando. Si fuera más suave, seguirían debajo de ella, pero caían las gotas torrencialmente.

En el café, comenzó a sonar una canción que para Samuel era muy conocida. No lo iba a admitir nunca, pero Ricky Martin era uno de sus cantantes favoritos.

MÚSICA MAESTRO! (pongan el video de multimedia :v) (si no pueden escucharla es Vente pa'ca de Ricky Martin)

El instrumental de la canción había empezado e instintivamente Samuel comenzó a mover sus pies al ritmo de la canción. Guillermo había notado esto y sonrió, nunca pensó que a Samuel le gustaría ese tipo de música.

Que no se mal interprete, Guillermo adoraba que a Samuel le guste eso. Lo hacía ver totalmente distinto a lo que aparentaba, y le gustaba, pues dejarse llevar por las apariencias era algo tonto para él.

-Ven te cuento, de una vez...- Susurró Samuel, en el oído de Guillermo, haciéndolo estremecer de la cercanía que había entre ellos- Tu descanso está en la cama de mi pies...- Cantó suave, al compás de la canción, pegándose completamente a Guillermo, tomándolo de la cintura. El menor rió por la sorpresa que se llevó al sentir las manos de Samuel en su cuerpo.

-¿Qué haces?- Dijo riendo Guillermo, mientras Samuel los movía al ritmo que estaba llevando aquella canción.

-Ven te cuento... un, dos, tres...- Samuel giró a Guillermo para que quede mirándolo e hizo unos pasos de baile a medida que cantaba- Mis pasitos son descansos sin estrés...- Soltó a Guille de su agarre, haciéndolo sentir vacío. Pero el menor sonrió, pues en un ataque de locura, Samuel había ido bajo la lluvia para continuar con su torpe baile.

La música seguía sonando y Samuel estaba bailando solo bajo la lluvia. No le daba vergüenza, pues no había nadie más en la calle mas que ellos dos. Guillermo reía a los pasos del mayor, y por dentro pensaba en lo tonto que era, pero que lo hacía sonreír de manera increíble.

-Ay... tienes razón, mejor porqué no... nos vamos los dos- Cantó Samuel, lo suficientemente alto para que Guille lo escuche.

-Estás loco...- Dijo Guillermo riendo, al ver como Samuel extendía su mano para que la cogiese. Si pensaba que iba a hacerlo estaba equivocado totalmente.

Samuel hizo un puchero, y bailando se acercó de nuevo al menor. En un rápido movimiento, tomó a Guillermo por la cintura y volvió a pegarlo a él. Sus pechos estaban juntos y sus miradas no se alejaban del otro.

-Si tú quieres nos bañamos, si tú quieres nos soplamos pa secarnos lo mojao...- Cantó Samuel en un malísimo acento, logrando sacarle otra sonrisa a Guillermo. El menor negó, tratando de zafarse del agarre de Samuel. Pero para qué iba a negarlo, le encantaba estar así con él.

A medida que la canción avanzaba Samuel se acercaba más al borde de la lluvia, para de una vez, salir de debajo de ese techito.

-Vente pa'ca, Vente pa'ca, Vente pa'ca- Y de sorpresa, ambos salieron a bailar bajo la lluvia. Sus movimientos eran torpes y no había compás en ellos. Pero no les importaba. Se estaban divirtiendo.

Guillermo nunca había vivido algo así. Y ese sentimiento de emoción en el estómago, le hacía saber que le encantaba. Samuel sólo lograba hacer eso en él, lograba darlo vueltas de millones de formas. Hacer que su mundo gire al rededor suyo, con una sonrisa en sus labios que era incapaz de sacar.

-Que tonto eres...- Habló fuerte Guillermo, para que Samuel lo escuche. El mayor sonrió y paró los pasos de baile. Todavía tenía su mano en la cintura de Guillermo, y sentía que ella estaba hecha para estar en esa posición.

-Te encanta mi tontería...- Habló Samuel acercándose más al menor. Sintiendo como su corazón latía más rápido, o quizás era el suyo propio. Sus respiraciones estaban agitadas, por el baile que se acababan de marcar o por el nerviosismo que recorría sus cuerpos.

-No lo puedo negar- Dijo Guillermo, sorprendiendo a Samuel. Llevó sus brazos alrededor del cuello del mayor y como si fuera costumbre, juntó sus labios nuevamente, aún con la música de fondo.

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No sé si es cliché o no, pero amo estas escenas en la lluvia, y no me iba a privar de hacer una yo. Creo que toda historia de amor necesita una escena así, es perfecta <3

Ay no sé, me encantó! Bue re feliz.

Espero que a ustedes también les haya gustado tanto como a mi. Gracias por todo el apoyo que le dan a esta historia y nos leemos otro día<3

Luna❤

PD: Ahora los capítulos van a ser todos los días que sean números pares. No sé si habían notado que hasta ahora fueron números impares :v

PD2: Publico este hoy porque es especial, mañana tienen otro, ya después es normal:*

PD3: Escuchen la parte de "si tú quieres..." e imagínense a los chicos bailando, no sonríen como pelotudas? Yo sí y me siento tan tonta 😂 Es que... SON TAN LINDOS 😍😍😍

PD4: A 7 MINUTOS DE LAS 12 (CASUALIDAD!?) FEEELIIIZZZ AÑOOOOO!

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Where stories live. Discover now