~63. Árbol de Cerezo~

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Antes que nada...

Un dulce piquito en la comisura de los labios 7u7 para JosefaOrtiz6

Un besito en las muñecas para saciar la necesidad para CutsOnMyWrists

Y un panda mimoso que te da millones de abrazos y lametazos dulces para PandiChan23

Muchas gracias bellezas<3
Ahora si, continúen...

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Jura no haber dormido tan bien desde... nunca. La calidez que había sentido en la noche abrazado a su pequeño angelito matón fue simplemente indescriptible. Sentir como él tomaba su mano, para que lo abrace por la cintura y entrelazar sus dedos de forma cariñosa y llena de amor. Como su pecho golpeaba con su espalda al respirar profundo, y la tranquilidad que le daba sentirlo al lado suyo, durmiendo plácidamente.

Tranquilidad que ahora mismo le faltaba ya que el cuerpo del menor no se encontraba a un lado suyo.

Abrió los ojos despacio, tratando de acostumbrarse a la luz del sol que entraba por la cortina. Se notaba como la primavera comenzaba a hacerse ver, aún cuando faltaba poco mas de un mes para que llegue. O tal vez, era sólo un hermoso día de invierno.

Guillermo estaba parado frente al espejo, vestido sólo con el boxer suyo y la camisa de Samuel que para los ojos del mayor, le quedaba estupendamente bien. Mejor que a él mismo. Sonrió, porque Guille estaba de costado, viendo su tatuaje. Aquel que tanta intriga le había dado a Samuel. Aquel que el primer día, le había transmitido sentimientos que nadie más pudo.

Sonrió, sólo porque el menor se veía hermoso en esa pose: Sonriendo triste mientras acariciaba la punta del árbol que tenía tatuado. Samuel no estaba muy seguro de que árbol era, nunca lo había visto en realidad, pero tenía una lindura que hacía resaltar toda la espalda de Guillermo. El tatuaje iba desde el hombro derecho, a la parte izquierda de la espalda baja, dejando un camino de flores y ramas en diagonal. Combinadas con la piel nivea de Guillermo, aquél árbol, lucía extremadamente bien en su cuerpo, haciéndolo tener una visión de él totalmente distinta a la diaria.

Notó los ojos llorosos del menor, y Samuel supo que aquél tatuaje, quizás tenía un enlace con su madre. Tal vez no se había dado cuenta, pero para los pocos años que Guillermo había estado con esa mujer, tenía una tristeza enorme en el cuerpo por su partida. Sentía que ella de verdad era especial y la mirada brillante del menor al hablar de la mujer se lo confirmaba, le hubiera encantado conocerla. Ver aquella hermosa sonrisa que Guillermo había descrito.

Se levantó de la cama sin hacer ruido, para que el menor no se diera cuenta que se había levantado. Para su suerte, aquella cama no hacía ningún tipo de ruido al moverse. Lo había comprobado anoche. Aunque si lo hacía, de seguro no lo hubiera escuchado.
Si se ponía a pensar, esta noche fue la mejor de su vida. Nunca se había sentido tan pleno con alguien, y Guillermo lo hacía sentir eso y mucho mas.

Se puso un boxer rápido y se acercó al menor para abrazarlo por detrás, sorprendiéndolo.

-Buenos días...- Susurró Samuel en su oído, logrando que Guillermo sonría por la agradable sensación que causaba el que haga eso. Dio media vuelta el rostro, para dejar un suave beso en la mejilla de él. Guillermo sonrió aún más, viendo el reflejo.

-Buen día- Dijo de la misma forma, dejando un silencio que no era incómodo ni mucho menos. Ambos se miraban en el espejo, transmitiéndose toda la paz que aquel momento daba.

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Where stories live. Discover now