~36. Tiempo ~

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Tal vez nunca se habían sentido así. Nunca aquellas mariposas habían revoloteado tan rápido en sus estómagos. Ni el nudo en sus gargantas había sido tan potente.

Nunca sus labios deseaban tanto a otros. Ni nunca sus cuerpos pedían estar más pegados al del contrario.

Se sentía especial estar entre los brazos del otro. Se sentía como en el paraíso. Aquel lugar del cual nunca querés salir, porque estás perfectamente bien allí. Estás cómodo y era satisfactorio sentirse así.

Parecía que el aire no hacía falta, pues el beso estaba durando sus minutos. Los movimientos eran suaves y dulces, aunque con un poco de pasión. Sus manos inquietas viajaban por la extensión del otro, ocupando cada lugar del cuerpo. Cada punto más íntimo que el anterior, aunque sin exceder.

Se estaban besando, y era suficiente para ambos estar así. En ese momento.

Sólo existían ellos y las miles de sensaciones que recorrían sus cuerpos al chocar contra los labios ajenos. Sus narices rozaban por cada vuelta que daban sus cabezas, acomodándose de forma tan perfecta, que asustaba el complemento que formaban.

Estaban tan compenetrados, que cualquier cosa que uno hiciera, el otro le agregaría su detalle para que sea perfecto. Tan complementarios, que sus piezas de rompecabezas encajaban perfectas una con la otra.

Definitivamente, Guillermo había agarrado un tipo de adoración por la barba de Samuel. Había descubierto que amaba tocarla y acariciarla. Besar aquellos labios sintiendo como su piel pica por la barba de Samuel, era una sensación que no quería dejar de sentir. Era raro porque a muchos les molestaba, pero joder.. su barba lo hacía ver tan él, que le encantaba.

Y Samuel... Samuel se habia embobado con todo el cuerpo de Guillermo. Desde sus sedosos cabellos, hasta su fina cintura. Sus ojitos rasgados y suaves labios. Sus movimientos y todo lo que tuviera que ver con él, Samuel lo adoraba. Entre sus brazos se sentía como en casa. Y aunque estaba en su casa, nadie jamás pudo hacerlo sentir como si estuviera en ella. Sus manos acariciándolo sin vergüenza, lo hacían perder la cabeza de millones de formas. Tenía pensado afeitarse, ahora sabía que ni loco lo hacía.

Se separaron, porque a pesar de todo, debían respirar. El aire no estaba tenso, pero se notaba de lejos que querían volver a juntar sus rojos labios hinchados. Volver a unirse para sentir esas mariposas una y otra vez.

Se miraban, atentos a cada acción que el otro pueda hacer. Se rogaban con la mirada que alguno de el paso para volver a besarse, pero en el fondo... ninguno quería.

No era incomodidad, tal vez.. sólo no sabían que hacer.

-¿Y ahora que?- Preguntó Samuel, dando un pequeño paso hacia Guillermo, para acercarse mucho más, si es que podía. Los labios y mejillas enrojecidas del menor lo llamaban. Quería besar ambos cachetes, y hacer suyos de nuevo aquellos hinchados labios.

De nuevo Guillermo pasó la lengua por su labio inferior, y Samuel se sentía desfallecer por milésima vez esa noche.

-No lo sé...- Dijo Guillermo, bajando la mirada. Desconectando aquella unión que tenían hasta el momento. Sus ojitos rasgados ya no se centraban en Samuel, si no que, estaban centrados en la madera oscura del suelo de la casa.

Su mente había comenzado a hacerle sentir culpa. A hacerlo sentir que estaba cometiendo el error más grande su vida, y que la infidelidad no se la perdonaría Camilo. Que lo odiaría y que, seguramente, lo merecía. Porque no debía haber hecho eso. Porque besar a Samuel estuvo mal... porque está saliendo con Camilo... y Camilo nunca le sería infiel.

Pero es que... Se sintió tan bien. Sus labios golpeando los suyos con desespero había sido la mejor sensación del mundo. Sus brazos atrayéndolo a su cuerpo, pegando sus pechos para sentir como sus corazones latían a mucha velocidad. Esas horribles mariposas y ese nudo en la garganta, habían sido lo mejor que pudo sentir. Y ni Camilo ni nadie lo había hecho, mas que Samuel.

Ese chico al que conocía hace unas semanas. Ese chico que desde el primer momento, había puesto su vista en él, y había logrado que de alguna u otra forma, caiga en la tentación de esos hermosos ojos marrones. Ese chico que con sus malos chistes, había logrado sacarle millones de sonrisas, una más real que la otra. Aquel chico, que lo había hecho sentir que estaba con su mamá, aún cuando ella ya no existía.

Podría conocerlo hace poco tiempo, pero había hecho cosas que otros ni en años, y estaba seguro... se había enamorado de él.

-Yo estoy enamorado se tí, Guille... creo que no hace falta aclararlo-  Samuel habló, mientras tomaba la barbilla de Guillermo y hacía que vuelva a mirarlo a los ojos. Aquellos ojitos rasgados pedían a gritos un abrazo que logre callar su cabeza y que haga escuchar su corazón. -Estoy loco por ti... Y por la forma en que tus ojitos brillan cuando lo digo, sé que tú sientes lo mismo por mi, Chiqui- Dijo con un deje de egocentrismo Samuel. Guillermo se sonrojó, aquel hermoso apodo lo hacía volverse loco una y mil veces.

Su corazón no latía rápido, si no lo siguiente. Samuel había descubierto sus sentimientos con sólo mirarlo, y Guillermo ya sabía que sus ojos, lo delataban.

Samuel subió su mano a la mejilla del menor, acariciando con su dedo pulgar esta misma. Seguía roja de la timidez que sentía el menor en el momento y a Samuel le parecía la reacción más tierna y dulce del mundo.

Guillermo era como su pequeño niño, el cual debe cuidar y mimar para que reaccione como debe. Sabía que al menor no le gustaba sonrojarse, según él lo hacía ver tierno cosa que no era... si se viera en un espejo cada vez que le pasa, se daría cuenta que es el ser más tierno del mundo. Al menos para los ojos de Samuel.

-Dame tiempo...- Susurró Guillermo, llevando su mano a la muñeca de Samuel, para quitarla de su rostro. Le sonrió, y aunque al mayor le dió miedo lo que dijo, la sonrisa lo había reconfortado un poco.

-¿Tiempo para...?- Preguntó Samuel, con un poco de miedo por su respuesta. Sólo quería que de verdad Guillermo correspondiera, y que sus ojitos no hayan mentido.

-Para cortar con Camilo...-

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WoW... Wow... Puro sentimiento hay en este capítulo :v.  QUERÍAN WIGETTA, AHI TIENEN SU WIGETTA CARAJO.

Espero que les haya gustado y, no sé si les dije, pero el 16 me voy de vacaciones por una semana... Asi que del 16 al 23 no va a haber capítulo :( Si quieren como compensación (tal vez me la estoy jugando acá, pero da igual) les hago auna capítulo especial de Navidad o de Año Nuevo... ¿Quieren?

Sólo van a ser 4 capítulos :'v vaya.. ni con un especial se arregla eso. Bueno, espero que sepan entender. Son los 15 de mi mejor amiga y los hace en un viaje a Brasil.. no voy a tener tiempo, disculpen :(

Bueno, pero todavía nos queda un capítulo 7u7 ¿Qué pasará? Ai don nou.

*MOMENTO SPAM*

Si no leyeron mi otra historia que publiqué el primero de diciembre lxs invito a que lo hagan. Hay algunas personas leyéndola que se confunden y no saben que pensar sobre la trama de la historia, tal vez puedan a ayudarlas y de paso dejan una estrellita ahí re piola todo. Ahre.

*FIN MOMENTO SPAM*

Espero que les haya gustado, ya saben que a mi estos tipos de capítulos me encantan 😍

Gracias por todo de verdad. Un beso enorme lleno de babas y nos leemos otro día :*

Luna❤

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