Conociendo a las Gemas de Cristal

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—Quizá sea un buen momento para presentarnos, somos uno de los equipos de Rose Cuarzo, nuestro nombre código es: Gemas de Cristal —explica la misteriosa mujer, mientras acomoda sus lentes —. Nuestra piloto es Amatista, Perla es nuestra experta en tecnología, y yo soy la capitana del equipo, Garnet.

—Supongo que quieren venganza, por los rebeldes que... Ya saben, no fue nada personal, pero sigo siendo culpable —responde Lapis, sin intención alguna de ocultar la verdad.

—Algunos quieren venganza, sí. Sin embargo, si las quisiéramos muertas, las habríamos dejado en manos del imperio, Rose tiene otros planes para ustedes dos.

—¿Información? Yo no sé gran cosa, puede que Peridot les pueda ayudar con eso.

Perla da un vistazo al recorrido que se muestra en el mapa de los controles; entonces, dirige la mirada hacia Lapis.

—Lo sabremos en menos de una hora —comenta, tratando de forjarse una opinión sobre ella.

De buenas a primeras comparte los sentimientos de Amatista, son mujeres peligrosas que han arrasado con rebeldes e imperiales por igual; pero, siempre ha apoyado incondicionalmente las decisiones de Rose.

—Y en caso de que pienses utilizar ese poder tuyo en nuestra contra —añade, con una mirada algo más fría —. Déjame decirte que te está matando, así que te conviene darle un descanso.

Lapis reclina la cabeza hacia atrás y cierra los ojos, sin responder.

—Suficiente —dice Garnet, poniéndose de pie —. No hay necesidad de amenazas, si nos mantenemos civilizadas, todas obtendremos algo que queremos.

El silencio en la nave concede la razón a la capitana, cada quién regresa a sus tareas, mientras Lapis da respiraciones lentas y prolongadas, todavía puede sentir una leve migraña.

Los minutos pasan y el silencio se mantiene, con comentarios ocasionales entre Amatista y Garnet, quienes se aseguran de seguir la mejor ruta posible, y de que no estén siendo seguidas. Perla; por su parte, no despega los ojos de la pantalla, mientras hace apuntes en una libreta.

—¿Qué me pusiste en la cabeza? —pregunta Lapis, más por aburrimiento que por curiosidad.

Perla se voltea, y Lapis podría jurar que hay algo de alegría en sus ojos.

—Bueno... —responde, aclarando su voz con una sonrisa —. Ya que preguntas, se trata de uno de mis últimos inventos. Verás, normalmente para escanear un cerebro a profundidad se necesita de un laboratorio debidamente equipado; pero, con este casco es posible obtener datos sólidos incluso desde una nave como esta, para lograrlo he tenido que...

Y así, Perla da una larga y rigurosa explicación sobre el cómo funciona su casco, y entre detalles complicados y palabras académicas, Lapis se arrepiente de haber preguntado. Para su buena fortuna, Amatista interrumpe la explicación, anunciando que están por llegar.

—Retírale eso, bajaremos pronto —ordena Garnet.

Y obedientemente, Perla apaga el casco y lo pone en su sitio. Lapis voltea la mirada hacia el parabrisas, y en el horizonte puede ver una enorme barrera de energía, una barrera de color rosa. Dentro de lo que sabe, el motivo por el cual el imperio no ha podido lidiar con la insurrección de Rose Cuarzo, es que su base militar se encuentra rodeada por una barrera aparentemente impenetrable, una suerte de cúpula protectora que mantiene los ataques imperiales a raya.

Justo antes de alcanzar la superficie de la barrera, la nave se detiene.

—¿Contraseña? —pregunta una voz en el intercomunicador.

Con una sonrisa casi maternal, Garnet acerca el aparato a su boca.

—Steven.

Dicha la palabra mágica, un fragmento de la barrera desaparece, y tan pronto la nave ha cruzado, se cierra nuevamente.

—Bienvenida a la resistencia —anuncia la capitana, sin voltearse.

No está muy segura del motivo; pero, Lapis se emociona al escuchar esas palabras.

Amantes en Guerra [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora