Clear and Muddy Loss of Love (Español) [Gl]

Capítulo 132: Ahuyentando las estrellas y la luna creciente menguante.

[Agradezcamos a Mikasa09-chan por la ayuda en la edición. Dentro de lo posible se va a seguir publicando los capítulos. Solo tengan paciencia, esto es solo x amor al arte jaja saludos]

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(TN: segunda mitad de una cita de 《咏 初 日》 宋代 - 赵匡胤 mitad anterior "un sol rojo se eleva instantáneamente en el cielo")

La partera que ayudó a Xiao-Die a dar a luz se quedó en la finca privada de Qi Yan durante la mayor parte del mes. Pero incluso si Qi Yan la acogió con buena comida y bebida, la anciana todavía extrañaba su hogar. Ella mencionó regresar algunas veces.

Qian Yuan regresó a tiempo, por lo que Qi Yan le dio un montón de instrucciones. En una tarde en la que el sol brillaba con fuerza, la comadrona fue acompañada hasta el carruaje.

La partera vivía en una provincia adyacente a la capital. Si partían antes del amanecer desde la ciudad capital, probablemente llegarían esa misma noche. Ahora que partieron hoy al mediodía, es posible que deban viajar una cierta distancia por la noche e incluso acampar en el desierto por una noche.

Pero la partera estaba decidida de todo corazón a regresar a casa, y tenía sesenta y tantos años, por lo que no tenía tantas preocupaciones. Feliz abordó el carruaje de caballos para irse con Qian Yuan.

Qi Yan llevaba la culpa en su nombre, por lo que no podía salir de la finca, pero personalmente vio a la anciana en las puertas traseras de la finca privada ...

Se quedó donde estaba, escuchando el sonido de las ruedas del carruaje a medida que se alejaba gradualmente. Ella dio un suspiro superficial.

La partera no volvería a casa. Esta fue la última prueba que Qi Yan tuvo para Qian Yuan; si su lealtad hacia ella pudiera triunfar sobre su conciencia, Qi Yan podría considerar entregar algunos "asuntos importantes" a Qian Yuan.

Qi Yan miró hacia el cielo, luego se volvió para caminar hacia el patio de Xiao-Die.

Recordó la primera vida humana que había terminado con sus propias manos, que era la anciana del reino Wei que trataba a Xiao-Die como si fuera su propia hija. Qi Yan no pudo olvidar su expresión aterrorizada y perpleja antes de morir. Pensó que el impacto que le dio la anciana sería más fuerte, pero simplemente no podía olvidarlo, eso es todo.

Y después de eso...

Los guardias que han visto la aparición de Xiao-Die antes. Bebieron el vino envenenado que Qi Yan preparó sin guardias, luego fueron enterrados en la tumba que ellos mismos habían cavado.

Esas personas ... eran todas inocentes al final. Incluso eran personas que confiaban en Qi Yan, pero murieron así.

Los pasos de Qi Yan eran algo pesados, pero no se podía ver un solo cambio en su rostro. Continuó caminando hacia el patio de Xiao-Die.

......

En una noche sin viento ni luna, en una colina desconocida en las afueras de la capital, Qian Yuan llenó la última pala de tierra.

Su frente estaba cubierta de gotas de sudor y su pala de hierro parecía tener algunas impresiones de color rojo oscuro. No esperaba que la anciana tuviera tal explosión de fuerza al final. Qian Yuan se tambaleó hacia el carruaje tirado por caballos. Arrojó la pala de hierro pegajosa con tierra al asiento trasero, luego condujo el carruaje hacia el color de la noche.

Esta fue la primera vez que Qian Yuan había hecho algo así. Antes de esto, nunca podría haber esperado: su maestro, que parecía gentil y modesto, en realidad tendría pensamientos tan firmes y resueltos para ser tan decisivo en el asesinato.