[O4] Bajo control.

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Capítulo 04. Bajo control.

Narrador omnisciente.

Anna yacía sobre una lujosa alfombra negra, suave como el terciopelo, y sus cabellos se dispersaban sobre ella. El techo se había venido abajo, o, al menos, eso parecía. Era como si estuviese dentro de una caseta para perros. Para perros con dueños ricos.

Ella seguía profundamente dormida, con esa droga repugnante corroéndole la sangre. Esos segundos en los que estaba consciente, sólo pudo pensar en alguien. Pero le bastó para intentar luchar, aunque no lo consiguió.

Simon no había aparecido por arte de magia para salvarla, ni ella había sacado la rabia afuera para rebelarse contra el hombre que se la había llevado.

No se le podía llamar secuestrador, porque a decir verdad, no lo era.

Anna abrió un ojo, como si estuviera examinando la situación, y, después abrió el otro.

«No puede ser -pensó elevando un poco la cabeza y volviéndola a acostar-. No me puede estar pasando esto».

Con los nervios bajo control, agarró su teléfono móvil y comenzó a teclear el número de su padre. Confiada de que le fuese contestar, la expresión de traición al ver que no era así fue aumentando.

Pero sus nervios seguían bajo control, sin un segundo en el que se desmoronara y gritase, sin un sólo momento en el que pensase que iba a morir.

Tenía la mente fría como el hierro, y no dejaba de pensar en tácticas de escape. Aunque ella no se diese cuenta, es el más vivo recuerdo de su madre.

Se incorporó un poco, y, con paciencia, comenzó a palpar el techo del maletero. Se dijo, muy a su pesar, que no era posible abrirlo desde dentro.

Pero para ella nunca había caminos cerrados.

Con agilidad, comenzó a buscar entre los compartimentos laterales. «Tiene que haber una linterna, algo tiene que haber» -cavilaba.

Y la encontró.

Con fuerza pero sin hacer casi nada de ruido, comenzó a golpear la parte trasera del maletero, intentando que se abriese, pero sin éxito.

El móvil en su bolsillo comenzó a vibrar, y, sonriendo como si acabase de ganar la lotería, Anna lo cogió y atendió la llamada de su padre.

-Estoy en un maletero. No se puede abrir desde dentro y una linterna no ayuda mucho -empezó a decir en voz baja y con, algo que a su padre asombró mucho, tranquilidad.

-Patea una esquina con fuerza. No importa que hagas ruido, tú hazlo.

Ella apoyó los codos y los antebrazos en la superficie, y, elevando una pierna, comenzó a golpear lo que su padre le había dicho.

Uno o dos minutos más tarde, una luz cegadora hizo que ella cerrase los ojos. El foco trasero se había caído, mostrando el camino que atravesaba el coche. Aún era de día, serían más o menos las cuatro de la tarde.

-Ya está -dijo la joven intentando ocultar una sonrisa, pero no lo consiguió.

Se escuchó un suspiro al otro lado de la línea, y Steven volvió a hablar. Alto y claro.

-Descríbeme lo que ves. Estoy rastreando tu llamada. Te encontraré.

Anna dudó, pero cambió su postura a boca abajo y se giró con la mínima torpeza.

«Adoro al profesor de gimnasia» -dijo, y se dio cuenta de que eso lo había pensado muchas más veces que ésta.

-La carretera es de un solo carril, creo que estamos en un pueblo o una zona rural. Está recién asfaltada, diría que hace dos días, porque la gravilla aún está suelta. Papá -Anna interrumpió su descripción, y su tono de voz no expresaba preocupación, sino curiosidad.

-¿Sí?

-¿Cómo vas a rastrear mi llamada si ya no eres federal y las pruebas para policía son mañana?

-Tu madre aún es federal -Anna se tensó notablemente, y resopló-. Pero no está aquí conmigo, la llamé para que nos ayudara.

Anna no respondió a eso. Simplemente, continuó su descripción, con un poco de desdén al saber que su madre estaba escuchando todo.

-Acabamos de entrar en una zona boscosa, el sol casi no se ve. El bosque está muy descuidado, con árboles cayéndose y ahora estoy notando que descendemos. Parece una colina baja.

-Muy bien Anna. Estás en la parte oriental de Nueva Yersey. Mantén la llamada sólo unos... -su voz se desvanece y el móvil comienza a emitir ese molesto "pi...pi...pi" que desvela que la llamada se ha cortado.

Anna, ahora presa de un leve pánico, vuelve a llamar a su padre.

-Mierda -cabreada, tira el móvil hacia un lado.

El coche sigue cuesta abajo y repentinamente, se para.

El miedo está comenzando a crecer en el interior de Anna, pero ella no se rinde, y está preparada para lo que sea.

Unos pasos, secos y suaves se escuchan a su derecha, y se ve una figura a través del hueco del foco caído.

Anna, apretando las uñas en la parte interior de sus manos, junta sus piernas y con un fuerte golpe, el maletero se abre. Al abrirse, la puerta golpea al hombre, tirándolo al suelo.

Con una fuerza increíble, Anna salta fuera del maletero, dispuesta a dar el golpe final y poder escaparse.

Pero su pie queda a milímetros de distancia del plexo solar del hombre cuando se da cuenta de que el hombre, con sus ojos azules bien abiertos por la sorpresa, es su profesor de francés.

-No puedo creerlo -susurra el profesor, asombrado.

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¡¡AWW HOLAAA!! ¡No tenéis ni idea de lo mucho que os he echado de menos! ¿Os alegráis de verme?

Lo siento por estar casi un mes desaparecida, pero creo -supongo- que vosotr@s lo entendéis. Aún así, voy a contaros un resumen: mi móvil (el viejo) se cayó hace casi tres meses, y la pantalla se quebró completamente. Funcionaba a la perfección, hasta que hace un mes, apareció el primer problema: sólo cargaba si lo utilizaba. Es evidente que yo no estoy enganchada al móvil, por lo que éste llegaba una carga de 50%, más o menos. Bien, yo lo utilizaba con normalidad, hasta que un día, sin más, la batería se descargó a la velocidad de la luz → el móvil no volvió a cargar.

Empecé a ahorrar, y junto con un premio por sacar unas (por ahora) excelentes notas (que me faltara el móvil me ayudó mucho), conseguí comprar el que tengo ahora.

F i n .

Qué historia más cautivadora... Narra la perseverancia de una niña ante las adversidades :')

JAJAJÁ

En cuanto al capítulo...

I n t e r r o g a t o r i o :

¿Te había asustado con lo del secuestro?

¿Te gustó el que hubiera un narrador omnisciente? ¿Cómo te gusta más, en 1a o 3a persona?

¿Te gusta la actitud perseverante de Anna?

F i n del interrogatorio.

Os amo mucho. Espero que no os hayáis olvidado de mí

Besotes,

Diosa Azul ღ

Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]Where stories live. Discover now