Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]

[12] Limpiémonos los zapatos, pelagatos.

Capítulo 12. Limpiémonos los zapatos, pelagatos.

–Así que... Ese pelagatos es tu compañero –masculló Simon mirando a Aaron de reojo.

–¿Mi Simoncito está celoso? –pregunté entrecerrando los ojos.

–Míralo, Anna, no para de acosarte. Deberías pedir una orden de alejamiento.

Solté una risotada.

–Si no quieres el whisky dámelo que pronto le doy un buen uso –tendí la mano y él me dio su copa.

En un abrir y cerrar de ojos, el líquido dorado que había dentro descendía por mi garganta.

–Gracias cariño.

–No bebas más –dijo al ver que buscaba con la mirada otra botella.

–¿Por qué no? ¿No quieres... –acaricié su mandíbula– disfrutar de una salvaje Anna?

–Ya lo hago todos los días y estás sobria –replicó, y yo sonreí.

–¿Te gusta la fiesta?

–No es a mí a quien tiene que gustarme, Anna –contestó. Enredó un índice con un mechón de pelo y yo le di un suave beso–. Felicidades.

–Simon, ¿por qué tengo la sensación de que me estás ocultando algo? –mascullé.

–Vamos a tener que venirnos a vivir aquí, ¿no?

–¿Y por qué no? ¿No quieres vivir en la capital?

–Si para ir a la universidad desde Nueva York el viaje es de tres horas y media... Desde Washington es de siete, Anna.

–¿Y la situación no seguiría igual? Solo estás en Manhattan los fines de semana –respondí.

Él se encogió de hombros.

–Por ahora voy a quedarme en Nueva York –contestó–. Búscate un piso por aquí y vendré a verte cada vez que pueda.

Apreté los labios.

–Ey, chicos –intervino Angie, y nos entregó dos copas de champán–. Tenemos que brindar –canturreó.

–Creo que brindarás antes con la tapa del váter –dije, al ver que estaba borracha.

Los tres nos acercamos grupito, y mi madre hizo que todos levantásemos las copas.

–Brindemos por una nueva vida –empezó a decir, y miré a Simon de reojo. Mi madre se estaba refiriendo a mi falso tumor, y esperaba que Simon no se enterase–, por alcanzar la madurez y por cada día poder ver cómo mejoramos con el paso del tiempo.

Sonreí.

–Gracias –farfullé mirándola.

–Te quiero –vocalizó sin voz.

–Anna... –dijo Simon, rompiendo la burbuja que se había formado entre mi madre y yo.

Lo miré de reojo y lo encontré tirado en el suelo.

–¿Qué haces?

Angie

Simon se arrodilló sobre una pierna y agarró la mano de Anna.

–Simon... –masculló ella– no es momento para limpiarse los zapatos.

–No voy a limpiarme los zapatos, Arianna.

Ella tragó saliva.

Miré a los padres de Anna. Steven se había llevado una mano a la boca y Barbara sonreía, era como si ella supiera algo que los demás desconocíamos.

Luego, miré a los White. Dallas apretaba los labios y Connor estaba blanco como la cera.

–Simon –dijo Barbara. Él la miró y ella, sin dejar de sonreír, masculló:– No seas tan tradicional.

Jones obedeció y se incorporó.

Los ojos se me nublaron.

–Annita –empezó a decir. Mi mejor amiga se lamió los labios y sonrió– ¿quieres casarte con el pelagatos que tienes delante?

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(⇊) ¿Qué quieres que diga Anna? (⇊)

□ Sí, hermoso pelagatos de mierda.

□ No, pedazo subnormal de los cojones.

~~~~~~~~ hola holaa creyentes,

Estamos hoy aquí para unir en sagrado matrimonio...

*mejor me callo*

Interrogatorio

1. ¿A Simon le cae mal Aaron o crees que ya casi no le da importancia a su existencia?

2. ¿Anna se irá a vivir a Washington sin Simon o Simon acabará cediendo?

3. ¿Te esperabas que Simon estuviera pensando en una boda?

4. ¿Qué crees que contestará Anna?

5. ¿Te ha gustado el capítulo?

Besotes,
Diosa Azul xx