[O8] Sueños calientes y gilipollas aún más gilipollas.

205K 11.6K 1.4K
                                    

Capítulo O8. Sueños calientes y gilipollas aún más gilipollas.

Golpeé la mesa otra vez más, pero Angie seguía durmiendo.

Sus gemidos delataban que estaba teniendo un sueño... digamos... caliente.

— Angie –canturreé elevando la voz, y ella abrió los ojos.

Rápidamente se limpió la baba que corría por su barbilla, y me miró confundida.

— ¿Con qué estabas soñando? –pregunté divertida.

— Co-con nada –tartamudeó abriendo y cerrando los ojos repetidas veces.

— Parecías un tronco –seguí diciendo mientras escribía la redacción.

— ¿Qué haces? –preguntó levantándose y colocando su ropa, para después mirarse al espejo.

— La redacción sobre las vacaciones en Moscú –dije obvia, y ella abrió los ojos alarmada–. No la hiciste –concluí, y miré el reloj de la pared–. Tienes once horas para hacerla –calculé.

— Pues quiero dormir diez –dijo bostezando.

— Aún son las nueve de la noche –fingí no restarle importancia, pero la realidad es que esta noche me iba a escapar de la casa de Angie para hacerle un interrogatorio a Connor.

Sí, es un poco precipitado pero yo sigo sin tragarme el rollo de que Dallas está enamorado de Angie. Además, ¿por qué me robaría la ropa?

— No me digas, Sherlock –ironizó tecleando en su móvil, y giré en la silla para encararla.

— ¿Qué haces?

— Connor me ha mandado un mensaje –dijo chasqueando la lengua.

¿Pero este de qué coño va?

— ¿No era que ibas a alejarte de él? –pregunté confusa, y ella asintió tirando el móvil en la cama y agarrando ropa del armario.

— Me tengo que ir –dijo nerviosa, y se marchó antes de que yo le preguntase algo.

Rodé los ojos y pensé para mí misma "Vía libre para huir", mientras terminaba la maldita redacción.

* * *

Me aupé sobre el pecho de la ventana y pasé una pierna para después volver a pasar la otra. Era una suerte que la hubiesen dejado abierta. Demasiado abierta para ser de noche y vivir en un barrio bastante peligroso.

A oscuras, moví mis manos como zombie para tantear algo en lo que apoyarme y no matarme, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo en cuanto toqué algo duro pero blando. No sé si me explico.

Y lo peor es que esa cosa me tapó la boca.

¿Y si era un pulpo? Odio los pulpos... son extremadamente empalagosos y asquerosos.

Las ganas de gritar eran enormes, pero al tener la boca tapada y un poco de sentido común, no lo hice.

— Shh –susurraron en mi oído, y detecté ese aliento fresco aún sin ver nada. Dallas me había descubierto.

Encendió una pequeña luz y bizqueé atontada, y con un gesto de que me callara, el Playboy sacó la mano de mi boca.

— ¿Qué haces aquí? –preguntó susurrando.

Él me miró y otro escalofrío recorrió mi espalda. Sus ojos estaban fríos como el hielo, era como si nada de lo que fuese a decir le importase, no dejaba de mirarme y eso me congelaba.

Lo más extraño aún, es que él esté enamorado. "Dallas White no se enamora", ese era su slogan.

¿Entonces esto todo es una mentira?

Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]Where stories live. Discover now