[O2] Pelea de gatas.

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Capítulo O2. Pelea de gatas.

1 mes después...

Estaba nerviosa. Muy nerviosa.

Era la primera vez que estaba tan nerviosa en mi vida por una simple presentación de alumnos, la misma presentación a la que llevaba asistiendo bastantes años.

Dirían cómo organizarían las clases, y yo estaba deseando poder estar con Angie este penúltimo año, lo deseaba con toda mi alma.

El listado de la primera clase corría, y cuando quedaban dos últimas personas para completarla, escuché un nombre.

–Angie Marie Tucker -dijo el director, y antes de poder echarle un vistazo a An para rogar que yo fuera la siguiente, el hombre ya pronunció el nombre-. Kyle Walker -añadió, y yo bajé la cabeza con un resoplido.

–Nos veremos en los cambios de clase y en las horas libres -dijo Angie acariciando mi espalda.

–Aunque suene muy cursi, no voy a poder vivir sin ti -dije con un falso toque de tristeza, aunque en el fondo, muy fondo, no quería separarme de ella.

–Lo dices porque yo soy por la que copias en los exámenes -contestó con sorna y yo reí.

–Exactamente por eso -mascullé, y ella me sacudió sacándome del trance en el que estaba.

–Oh no -dijo, y yo la miré frunciendo ambas cejas-. Dallas va en tu clase -añadió en un susurro acompañado de un jadeo.

–¿Y qué? -pregunté.

–Em... Hace días... -comenzó a tartamudear.

–¿Angie? -pregunté amenazadoramente.

–Escuché a Connor hablar sobre la Elegida de este año -contestó rápidamente.

–¿Y quién es? -pregunté curiosa.

En eso, el director nos mandó callar con un grito desafinado, provocando que mis oídos retumbasen y apenas pudiese entender lo que decía Angie, que había cerrado los ojos por el ruido.

Todos volteamos la cabeza hacia el hombre, mirándolo con cara de estar estreñidos mientras la secretaria intentaba no ahogarse con su propia risa.

El director siguió con la lista de la segunda clase, y como es evidente Dallas y yo coincidíamos en la misma.

* * *

–Diez minutos alrededor del instituto -dijo el profesor de gimnasia, y yo rodé los ojos.

Acabé de atarme los cordones y me levanté del césped, sacudiendo los mini-shorts que llevaba.

¿Se podía ir más puta?

No sé, bueno quizás sí, porque el entrenador escogió esta equipación, demasiado "cubridora" para él.

Los chicos vestían los típicos pantalones cortos de fútbol y una camiseta, mientras que las chicas llevávamos una especie de "culotes" con una camiseta cuyo escote enseñaba más riego que un río y que apretaba tanto que no dejaba que el aire entrase en los pulmones.

Sí, a ese "uniforme" le faltaba "de prostituta".

Con pasos cansinos comencé a distanciarme del campo, mientras veía a los demás corriendo bastante delante de mí y algunas chicas cotilleando.

La clase estaba muy mal organizada. Éramos diez personas, ¡diez! En la otra clase eran 25, así que no entendía esa organización de mierda.

Cuatro chicas, entre ellas las tres zorras del instituto, y seis chicos, todos jugadores de fútbol, entre ellos los hermanos White.

¿Era la rarita allí?

Sacudí la cabeza ante esos pensamientos. Seguramente yo tenía más cerebro que todos esos chicos juntos, así que no creía que pudiese copiar en los exámenes.

Estudiar.

¿Tenía que empezar a estudiar?

No no no. Arianna Edwards no estudia.

Imposible.

Volví a sacudir la cabeza, no tener a Angie me hacía divagar más de lo necesario.

–¿Pensando? -dijo una voz masculina a mis espaldas.

Sin dejar de "correr", miré por el rabillo del ojo y vi a Dallas sonriendo cínicamente.

–¿Haciendo el gilipollas? -contraataqué, y empecé a correr con más ganas.

Estaba tan ensimismada con evitar a Dallas, que en un momento inoportuno choqué con uno de los chicos que corría cerca de mí, y por poco tuve que comer el suelo si no fuese por sus manos, que evitaron que cayese.

Respirando entrecortadamente y con los pelos delante de la cara, intenté mirar a quien me «había salvado». El chico me apartó los cabellos, permitiéndome ver quién era.

Sonreí al encontrarme con el hermano de Dallas, Connor, algo sonrojado por mi casi-caída, el chico era un verdadero sol.

–Lo siento -dije mirando sus profundos ojos marrones–. Estaba en las nubes.

–Casi muerdes el polvo -contestó él, divertido.

Lo miré con una ceja elevada, cruzándome de brazos, pero sus manos seguían en mi espalda.

–Gracias por no dejar que lo hiciera. No quisiera tener que romperme los dientes el primer día -respondí sin dejar de observar sus ojos, y noté que intentaba esquivar mi mirada.

–Connor, cariño, ¿qué haces? -dijo una voz chillona a sus espaldas.

Connor sacó sus manos de mi espalda y me miró alarmado.

–Mmm... Arianna casi se cae -dijo él dándose la vuelta y poniéndose a mi lado, dejándome ver a la zorra que tenía delante.

–Aunque se cayese creo que no se pondría peor de lo que está -contestó con la misma voz irritante, mirándome de pies a cabeza, y yo fingí indiferencia.

–Quizás si te doy un puñetazo tú sí que te pongas peor de lo que estás -respondí sonriendo, y ella me miró aterrorizada.

Ahora sabía por qué Angie estaba tan mal desde la noche de la fiesta en Moscú.

Connor la había dejado de lado -no eran nada, sólo amigos- y empezó a salir con Stacy, la chica que tengo delante.

–Pelea de gatas -dijo Dallas apareciendo a mi lado mientras se frotaba emocionadamente las manos, y tanto Stacy como yo lo fulminamos con la mirada.

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¡Lo siento! Perdón perdón perdón :(

Ya sé que hoy es sábado, pero las explicaciones de por qué he tardado tanto las tenéis en mi perfil.

¡Más de 800 lectores! ¡Más de treinta votos en el capítulo anterior! Sois maravillosas, y espero que este capítulo os gustase.

¿Cuándo quieres que actualice?

A) viernes 10/10 - capítulo cortito

B) sábado 18/10 -capítulo largo

Date cuenta que es mejor la opción A), o sino tendrás que esperar dos semanas por un nuevo capítulo.

Vosotras escogéis, y espero tener respuesta.

Se os quiere mucho, besotes gigantes.

Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]Where stories live. Discover now