[17] Es un farol.

144K 8K 2.1K
                                    

CAPÍTULO 17 ~ Es un farol.

Un amigo es quien te busca sin motivos y se queda sin ataduras.

[ A R I A N N A ' S  P O V ]

–¿Por qué me cuidas tanto? -mi pregunta lo pilla desprevenido.

–Estamos en el mismo barco, somos un equipo, ¿recuerdas? -contesta mirándome con sus ojos azules.

–Sólo somos dos, en todo caso un dúo. Entonces... Angie y esos serían un trío -empiezo a reírme como loca.

–Creo que la enfermera se pasó tres drogándote -murmura Simon divertido.

–¡¿Me trajiste a un hospital?! -grité levantándome de sopetón pero al instante volví a caer porque mis manos ardían.

–Es evidente. Tus manos daban miedo. Tendrás que limpiarme el coche, lo dejaste como si hubiera asesinado a alguien ahí.

Río como tonta ante su respuesta.

–Oh, Romeo -digo mostrando todos mis dientes y tirando de él.

–Sácate, tu aliento apesta -contesta frunciendo los labios y no puedo evitar soltar una carcajada.

–Sí que la enfermera me drogó -digo chasqueando la lengua-. ¿Sabes si hay marisco para comer? -pregunto de repente hambrienta.

–Sí, creo que también hay un gilipollas que te abanique -contesta con sarcasmo-. Es un hospital, no un hotel.

–Ah, hablando de hoteles. Ve y búscame folletos para mirar alguno que me guste. Con suerte puedo pasarme en él dos años. Entonces ya habrá venido mi padre. Si no lo acribillan antes, claro.

–He dicho que vendrás a mi casa y te lo vuelvo a repetir. Me enteré de que mis padres eran buenos amigos de los tuyos.

–Oh -es lo único que puedo decir.

–¿Tienes hambre? -pregunta al escuchar mis tripas rugir.

–¿Se nota mucho?

–Voy a ver si hay algo para darte.

–Verduras no, ¡por favor! -grito intentando que me escuche cuando se va.

No se voltea, pero noto en sus hombros que se está riendo.

Demonios... ¿Cómo puede ser tan agradable estar con él? Gracias a él no estoy muerta. Y no exagero.

Me pregunto qué estará haciendo la perra sarnosa. ¿Montarse un trío con los White, quizás?

Vuelvo a reír ante mis pensamientos. La puerta se abre y paro quedándome con la boca abierta.

–Vete -digo fríamente, mirando sus ojos rojos por las lágrimas y su pelo alborotado-. Vete o armo un escándalo -repito amenazadoramente.

–Arianna -dice cerrando la puerta, su voz está apagada.

–¡Que te vayas! -grito sin moverme y haciendo que ella dé un paso atrás.

En eso, la puerta se vuelve a abrir fuertemente y la golpea, provocando que se caiga al suelo. Intento contener una risita al ver a Simon mirándome preocupado y bajando la mirada a Angie, que está llorando en el suelo.

–Tardaste -protesto sonriendo.

–Pensé que te había pasado algo.

Se tambalea y noto que Angie intentaba tirarlo al suelo.

–¡Sólo la quieres para un polvo! -grita levantándose y noto que su ojo empieza a ponerse morado.

Oh sí, perra, eso es el puto karma. [Nota de la autora: léelo lentamente y alargando las palabras, te hará más gracia.]

Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]Där berättelser lever. Upptäck nu