Capítulo O7. El chico no gusta.
Arianna
Aaron sonrió -por enésima vez- al terminar la entrevista. Me había preguntado hasta la cosa más insignificante sobre mi vida.
-Eres muy joven. No entiendo qué interés tiene el FBI en ti -dijo, pero sabía que no lo hacía con malicia. Simplemente estaba sorprendido.
-Yo tampoco -confesé.
Él se levantó.
-Enviaré toda esta información a la oficina y en un par de horas conocerás la decisión -indicó-. Si te cogen, formarás parte de mi equipo, y si no... Bueno, supongo que seguiremos conociéndonos -esto último lo dijo con un cierto tono socarrón, que hizo que sonriese.
-¿Por qué no? -respondí levantándome con él y, juntos, salimos de aquella sala para volver a adentrarnos en la principal. La gente se movía de un lado a otro con prisa, pero nadie se empujaba.
Aaron dejó la carpeta en la oficina y me acompañó a la salida.
-¿Quieres que tomemos un café en la mejor cafetería del centro? -sugirió mirándome firmemente.
Ni siquiera me molesté en contestarle. Sabía que había leído mi expresión, por lo que no dudó en seguirme cuando empecé a bajar las escaleras.
Simon
Giré la cabeza cuando oí que la puerta principal se abría.
Steven me saludó levantando la cabeza, ya que en ambas manos cargaba con las bolsas de la compra y en la boca traía las llaves amarradas con los dientes.
Cuando se libró de todo sobre la isla de la cocina, se volteó y me miró fijamente.
-¿Dónde está Anna? -preguntó.
-En una entrevista -contesté, y pronto añadí- del FBI.
Él, que había empezado a beber agua, la escupió en forma de torbellino. Podría jurar que mis mejillas estaban mojadas por sus babas.
-¿N-no te lo contó? -pregunté alarmado.
Él me echó una mirada que me afirmó lo que pensaba: nadie más que Angie y yo conocía esa información.
Cuando limpió el suelo y colocó todo lo que había comprado en su sitio, se sentó a mi lado y vio sobre la mesa el libro de Anna.
-¿Es tuyo? -preguntó curioso.
-No -contesté, y esperé que lo pillara sin decir nada más. Y lo hizo.
-¿Qué coño le estás haciendo a Anna? -dijo sorprendido-. ¿La chantajeas con polvos?
Preferí no contestarle. Temía que me diese un ataque de risa.
-¿Cuándo es su cumpleaños? -pregunté.
Él me miró entrecerrando los ojos.
-El 27 de junio -respondió-. Me parece raro que no te lo dijese con toda la cara... Siempre se lo recuerda a todos para que vayamos comprándole regalos.
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Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]
Teen Fiction[Antes de que pienses que es un cliché, lee la sinopsis entera...] "-¡Playboy, devuélveme la ropa! -grité al borde de un colapso mental, y él rio entre dientes, al igual que los demás chicos. -Dame un beso -contestó poniendo morritos y acercándose p...