Capítulo 09. Nunca termina.
Me senté en la silla suspirando con alivio por llegar justo a tiempo. La profesora entró dando los buenos días y yo, como siempre, empecé a bostezar.
No sé qué me pasaba, pero no tenía ganas de hacerme la chica mala. Por una parte quería hacerlo para subirme el ego y por otra quería dejarlo porque quería sacarme el curso y no aprobar por los pelos como me pasó el año pasado. Quería hacer las cosas bien, pero no podía dejar atrás mi antiguo yo porque me estaría mintiendo a mí misma y a los demás.
Tenía que darle mi toque personal, pero no sabía cómo hacerlo.
Me estaba empezando a cabrear conmigo misma. No sabía por dónde seguir y mucho menos qué hacer con mi vida. Había estado tan concentrada en buscar a Simon que lo demás había quedado escondido por una espesa niebla.
Estaba perdida.
Y no sabía si alguien podría encontrarme.
-¿Edwards? -dijo la profesora, y noté que estaba delante de mí. Su voz indicaba que no era la primera vez que lo decía.
-¿Qué? -pregunté sentándome recta en la silla, con un poco de la educación que aún me quedaba.
-Nos cambiamos de clase, la otra ya está arreglada -contestó señalando a los demás, que ya se estaban levantando.
Los copié agarrando mi mochila y siguiéndolos hacia el aula que había inundado hacía poco tiempo. Dos semanas como mucho.
Cuando entré, fui directa a las mesas de atrás, buscando un poco de distancia entre esas fieras y yo.
Opté por la que estaba en una esquina, pegada a una ventana, desde donde se podía observar todo el instituto. Era maravilloso. El otoño estaba haciendo que todo cambiara pero yo seguía igual. No quiero ser una loca que persigue a su amado y se olvida de su propia vida. Pero hasta ahora lo he estado siendo.
Me senté en la silla, y tan pronto como posé los libros en la mesa, mis manos volvieron a quitarlos.
La mesa estaba toda pintarrajeada con miles de dibujos. Una estrella de David, una enorme calavera y decenas de dibujos de personas. Estos son los tatuajes de Simon. No los había visto todos, pero lo sabía.
Esta era su mesa.
Y desde aquí seguro que me observaba todos los santos días cada vez que salía a dar una vuelta.
Resoplé y volví a colocar los libros sobre la mesa, abriéndolos para intentar prestar atención a la clase.
* * *
Si los silencios gritaran, yo estaría sorda.
No sabía qué carajos pintaba aquí, no sabía qué me había traído a este lugar y tampoco sabía por qué tenía que seguir así.
El ordenador no funcionaba, y tanto Nelson como Jordan dijeron que era imposible arreglarlo.
¿Por qué seguía aquí? No lo sé.
Dallas me miró con una ceja elevada y yo estaba por preguntarle algo, pero él me lo quitó de la lengua.
-Es raro que ya no pienses en voz alta -dijo.
-Antes casi no pensaba y creo que lo decía en voz alta para que la gente pensara que tenía cerebro. Ahora mi mente está llena de cosas y no tengo ganas de demostrarlo -confesé sin bajar la mirada.
¿Por qué tendría que avergonzarme de eso? Las personas hacemos cosas para demostrar algo.
Ahora he pasado de pensar en voz alta a mover cielo y tierra para demostrar que quiero a Simon y estoy dispuesta a encontrarlo.
YOU ARE READING
Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]
Teen Fiction[Antes de que pienses que es un cliché, lee la sinopsis entera...] "-¡Playboy, devuélveme la ropa! -grité al borde de un colapso mental, y él rio entre dientes, al igual que los demás chicos. -Dame un beso -contestó poniendo morritos y acercándose p...