Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]

[EPÍLOGO]

Quien no sepa qué demonios ocurrió el 25 de septiembre de 2014, es que... Es que l@ mato.

¿Qué ocurrió hace exactamente dos años?

Epílogo: Playboy, Devuélveme La Vida.

Anna

–Me encontraron un tumor cerebral.

Simon se quedó sin voz, sus ojos se habían dilatado y tragó saliva. Rápidamente pasé una mano por su rostro y noté que estaba frío y pálido.

–Simon, el médico estaba equivocado. Simon –repetí al no recibir una respuesta–. Simon, joder.

Él no me había escuchado. ¿Cómo iba a hacerlo si acababa de desvanecerse sobre mis brazos? ¿Acaso le había dicho que tenían que extirparle la polla?

Me cagué en todos los que se me ocurrió nombrar mientras le abofeteaba levemente las mejillas.

Con algo de dificultad dejé el vaso de whisky sobre una mesa y a Jones lo senté en el sofá cuidadosamente.

No sé cómo, pero un déjà vu fue lo que sentí tan pronto como fui capaz de analizar la situación. Recordé mi desmayo, aquel desmayo que había sufrido tras Angie haberme confesado su amor. Y cómo ella decidió dejarme con Simon porque sabía que era una de las pocas personas de confianza que tenía.

Simon se despertaría en un rato, estaba segura, y no quería recurrir al método de hacerlo volver en sí con algún olor extraño. Prefería dejarlo en paz, quizás la necesitase.

Me senté en el suelo y suspiré.

Suspirar fue lo único que pude hacer mientras no dejaba de recordarlo todo. Connor apareció en mi cabeza y no lo eché de una patada pero tampoco me dio un bajón. Tenía que acabar aceptándolo. Tarde o temprano, pero tenía que hacerlo. Y para mí misma era mejor que lo hiciera rápido.

¿Cómo habría sido mi vida si no lo conociera? ¿Y cómo si mi madre no me obligara a querer cortar con él? ¿Y cómo si aquel día no conduciese el coche que lo acabó matando? Nunca iba a saberlo. Nunca.

Y más de una vez me dije que tenía que seguir adelante. No podía encerrarme para siempre en el pasado. No podía repetirme una y otra vez. No podía vivir en un bucle. No.

Yo no quería eso para mí. Por muy difícil que fuese mi vida. Por muchos problemas que tuviese. Por muchas lágrimas que derramase. Por muchas personas que perdiese.

Tragué saliva porque sabía que de no haber sufrido tanto, no habría encontrado a una persona que sufriese tanto por mí. Una persona que tenía a mi lado y que amaba más que a nada, por mucho que lo haya negado todo este tiempo.