[28] No lo soy.

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Capítulo 28. No lo soy.

Aaron se había marchado. Lo supe al ver mi pantalón y mi camisa dando vueltas en la lavadora y cuando no encontré su ordenador. ¿Se habría enterado de lo ocurrido?

Simon y yo habíamos estado trabajando toda la noche, y más de una vez gritamos. Y muy fuerte.

Me serví un poco café que Aaron me había dejado preparado. Aún estaba caliente.

Edwards, ¿qué coño hiciste?

Apreté los labios. ¿Qué demonios había hecho? ¿No estaba a rabiar con Jones? ¿Ya había olvidado que me había dejado ahogarme en mi mierda?

Con la taza en la mano, caminé hacia el escritorio y pasé las páginas del periódico. Era de ese mismo día.

Entonces algo me hizo tirar el café sobre la mesa.

Más bien alguien.

Simon había pasado sus manos por mi cintura y había enterrado su rostro en mi clavícula, empezando a darme castos besos en el cuello.

Algo se revolvió en mi vientre.

-Aaron ha salido a correr -dije al darme cuenta de que me lo había dicho el día anterior-. Volverá en cualquier momento.

-Mmmhhh.

La boca de Simon seguía pegada a mi piel y parecía no querer despegarse.

-Pareces una ventosa -dije divertida.

Él me soltó e hizo que me girase para mirarlo, entonces volvió a agarrarme con una sola mano, que posó junto a mis riñones. La otra se encargaba de juguetear con el tirante del sujetador.

-¿Puedes tomarte días libres cuando quieras? -preguntó.

Sabiendo perfectamente qué pretendía, me encogí de hombros. Sus ojos volvían a brillar como la noche anterior.

-Nunca he cogido un día libre.

Él me miró sorprendido.

-¿Tan entregada estás al trabajo?

-Simon, por algo desde que llegué al FBI, que fue hace nueve meses, adquirí tanta preparación como un agente normal que lleva años ahí.

Él sonrió.

-¿Puedes matarme con unas cuantas patadas? -preguntó con sorna.

-Soy cinturón negro, así que sí. Me atrevería a decir que con dos me llegan.

Se pasó la lengua por los labios y bajó la mirada.

-¿Cómo has... Cambiado tanto en este tiempo? -susurró.

-No es para tanto Simon -contesté, y pronto añadí con diversión:- solo puedo comprarte un Ferrari y seguir tan pancha, puedes venirte conmigo a hacer la vuelta del mundo y me las arreglaré para comunicarme con la gente, puede alguien intentar matarme y que quede sin piernas, puedo saber qué estás pensando solo con mirar tus movimientos... Simon, he aprendido mucho pero aún me queda bastante. Soy muy joven.

-¿Has ido a la universidad y te sacaste una carrera en medio año? -preguntó sin borrar la sonrisa de su rostro.

-No, pero el FBI me está pagando una. Trabajo cinco días a la semana y los otros dos estudio. Me llevará más tiempo que a ti sacármela pero lo que importa es el resultado, no el tiempo que me lleve conseguirlo.

-Ya no estoy en la universidad.

Tragué saliva.

-¿Por qué?

Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]Where stories live. Discover now