[EPÍLOGO]

45K 2.4K 740
                                    

Epílogo. Playboy, Devuélveme El Corazón.

Arianna

Sentí su amanzanado aliento en lo más hondo de mí, y no porque mis fosas nasales estuviesen raramente destapadas en esta época del año, sino porque su boca estaba mucho más cerca de mí de lo que creía.

-¿Quieres que pare? -preguntó.

Quería responderle, pero las palabras no brotaban de mi garganta. No dejé de mirarlo a los ojos cuando se acercó aún más a mí.

-Estaría bien que lo hicieras -contestó alguien por mí, y sin distanciarme de Connor, giré un poco el rostro para ver quién había hablado.

Aunque, por su voz, ya sabía quién había sido.

Angie

-¿A dónde vas? -le pregunté a Dallas cuando vi que cogía las llaves de su coche y se acercaba a la puerta.

-A la biblioteca -respondió, y ya estaba por cerrarse la puerta tras él cuando mi mano hizo que se volviese a abrir.

-Ya hemos terminado los exámenes -repliqué, y él se volteó lentamente para encararme.

-¿Y? -preguntó como si le importase bien poco lo que pensase que iba a hacer.

-Ah, entiendo -dije adivinando lo que pasaba por su cabeza-. Las chicas no se conquistan en la biblioteca -añadí sonriendo descaradamente y cerrándole la puerta en las narices.

-Piensa lo que quieras -oí que mascullaba, y después, a través del cristal de la puerta, vi que volvía a girarse y se marchaba.

Connor

Anna no se movió. Fue algo que me extrañó, y que al mismo tiempo me dio más ganas de besarla.

-¿Ya te han dado el alta? -le pregunté a Simon con impertinencia.

-Sí, pero mi camilla pronto volverá a estar ocupada -respondió esbozando una media sonrisa y acercándose a nosotros.

Pasaron muchas cosas en poco tiempo.

Simon levantó el puño para golpearme, pero éste fue parado por una mano. Y no era la mía.

Anna se había colocado delante de mí y oí que resoplaba.

-¡Basta! -gritó bajando el tatuado puño de un manotazo, y se apartó para mirarnos a los dos-. ¿Vais a estar siempre peleándoos por ver quién impresiona más a la princesita Arianna? -exclamó iracunda.

Simon desvió la mirada de ella, y yo lo copié.

-Ahora no tenéis nada que decir... Sois increíblemente estúpidos, arrogantes y mezquinos -dijo de corrido, y tanto Simon como yo apretamos los labios-. No puedo creer que estuviese enamorada de vosotros -añadió, y cuando terminó de hablar, volvió a resoplar y comenzó a caminar por el sendero que unía el parque con el hospital, dispuesta a marcharse y a dejarnos a nosotros solos.

Simon y yo nos miramos, y sin hablar, supimos que entre nosotros estábamos disculpados. Al apartar nuestras miradas, tanto él como yo empezamos a correr tras Anna.

Anna

Con Simon a la derecha, y Connor a la izquierda, sentía que tenía a dos diablillos en cada uno de mis hombros.

-Lo siento, Anna -dijo Simon agarrando mi mano, y yo me zafé.

-Yo también -agregó Connor intentando que lo mirase, pero yo seguí mirando al frente.

-Somos unos idiotas -dijeron los dos al unísono, y yo solté una carcajada seca.

-Vaya, algo en lo que los tres estamos de acuerdo -exclamé con vigor-. Vamos, no quiero seguir aquí -añadí, y sentí que había un cruce de miradas entre el ojiazul y el otro.

Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora