[O6] Sie wissen nicht, was ich sage.

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Capítulo O6. Sie wissen nicht, was ich sage.

Simon

Anna entró en el baño, ya vestida, y la miré a los ojos a través del espejo. Ella sonrió y caminó hacia mí. Pensé que iba a besarme, o algo por el estilo, pero pasó su rostro muy cerca del mío para poder coger un neceser que había a mi izquierda. Podía haber dado la vuelta para cogerlo, pero sabía que no lo había hecho porque tenía ganas de jugar.

Abrió el estuche y de él sacó un pintalabios rojo. Lo acercó a sus labios y me miró de reojo, divertida, para después inclinarse hacia delante para pintarlos. Alejé la cuchilla de mi mejilla y con suavidad, empujé su codo, haciendo que el labial se saliese y pintara su piel, trazando una línea recta que por poco llegaba a su oreja.

Ella me fulminó a través del espejo, y yo reí.

-Anda, déjame limpiarte -dije agarrando su pintalabios y dejándolo, con mi cuchilla, sobre el lavabo.

Ella puso los brazos en jarras, pero se giró hacia mí sin rechistar, desafiándome con la mirada. Me aparté de ella para coger una toalla y mojarla, pero pronto volví a sentir su calor cuando la acerqué y empecé a retirar la pintura roja.

Ella no dejaba de mirarme, lo sabía muy bien, pero yo estaba concentrado en dejarla tan hermosa como siempre, algo fácil pero que al mismo tiempo quería complicar para que durara más tiempo.

-Simon -dijo. Oírla pronunciar mi nombre hizo que la toalla temblara en mi mano. Sin dejar de aguantar su mentón, la observé-. Tengo prisa.

Sus palabras me echaron levemente hacia atrás.

-Lo siento -farfullé, y terminé con mi trabajo.

Ella sonrió y me dio un beso en la nariz, dejándomela roja.

-Pareces Rodolfo -dijo riendo, y ahora fui yo quien la fulminó con la mirada.

Agarró la toalla que tenía en manos y eliminó todo rastro de rojo en sus labios.

-Los pintalabios de mi madre son muy pegajosos -masculló-. Ya sabes qué regalarme por mi cumple... -canturreó.

-Espera. ¿Cuándo es tu cumpleaños?

-Ich habe am 27. Juni Geburtstag -dijo mirándome fijamente y lentamente, pero aún así, no le entendí nada.

-Ve a la entrevista y deja de hacerme más tonto de lo que soy.

Anna apretó mis mofletes sonriendo y se marchó, dejando una agradable esencia tras ella.

Por fin terminaría su larga espera. Había pasado una semana desde que le había llegado la carta, y aunque no me dijese nada, sabía que para ella había sido eterna.

El chasquido de la puerta principal al cerrarse me hizo saber que ya se había ido.

Y deseé que todo le fuese bien.

Arianna

Taconeando en el suelo con el pie derecho y meneando continuamente el otro pie, me repasé con el pulgar las uñas de los demás dedos, nerviosa. Quería descruzar las piernas pero no podía. Más bien no quería.

Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora