Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]

[26] Hecha para arruinar.

Capítulo 26. Hecha para arruinar.

Simon

-¿Ésa no es... --dijo Jesse.

-¿Anna? -logré articular, y aparté con varios empujones a la gente que incordiaba mi camino.

Ella había escuchado a alguien pronunciar su nombre, y empezó a escrudiñar con la mirada a todas las personas que se paseaban por delante de ella. Hasta que me vio.

Sus ojos, antes turbados y tristes, me miraban ahora achispados.

-¡Simon! -exclamó levantándose de un brinco, y noté que su energía me reanimaba.

Un suspiro salió de mi boca cuando sentí que algo invisible pero pesado se desvanecía para dejar paso al júbilo que amenazaba con llenarme.

Pero no fue solo eso lo que me hizo suspirar, sino la suave mano de Anna acariciando mi mejilla derecha.

Arianna

-Simon -repetí, ahora en un leve sollozo.

-Anna -dijo, su voz era más grave de lo que la recordaba, pero ahora estaba rota. Me miró, sus ojos azules estaban vacíos, y unas enormes ojeras destacaban bajo ellos-. Oh, Anna -repitió rodeándome con sus musculosos brazos, pegando su barbilla a mi cuello y dejando que notara sus lágrimas saladas corriendo por él.

-Lo siento mucho -susurré-. Fui una estúpida.

Sentir cómo latía su corazón no hizo más que relajarme. Y con eso soltar la profunda tristeza que llevaba tiempo ocultando. Las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, y al separme un poco de él, acaricié con ambas manos su suave rostro.

-Eres hermosa -farfulló sin querer soltarme.

-¿Sigues estando coladito por mí? -pregunté, y los dos esbozamos una sonrisa más sincera que mis ganas de besarlo.

-¿Lo dudabas? -respondió escondiendo un mechón de cabello detrás de mi oreja.

Connor

Apreté los puños en cuanto vi cómo pasaba sus tatuadas manos por la cintura de Anna y ella acariciaba su rostro.

¿Por qué quise entrar en este sórdido lugar? ¿Para sufrir aún más?

Pero la gota que colmó el vaso no fue su pequeña muestra de afecto, sino el brillo de los ojos de Anna.

Hacía años que no los veía brillar así.

Y eso me enfureció, y mucho.

Simon

-¿Sucedió algo nuevo en tu vida? -pregunté con curiosidad.

El rencor que había almacenado durante estos meses ya no estaba. Ella había cedido, tarde, pero lo hizo. Y eso no hacía más que darme ganas de dar brincos por todos lados.

-Me vengué de Dallas -susurró sin darle mucha importancia, pero sus ojos se oscurecieron de repente y se pasó una mano por la cara para que no notase que le pasaba algo, pero no le sirvió de nada.

Arianna

-Simon... Yo... Me acosté con Dallas... -confesé. No quería mentiras. Él me soltó, y me miró con tristeza.

-Seguro que fue un desliz. A todos nos puede pasar -respondió escondiéndome, de nuevo, un mechón de pelo detrás de la oreja. Yo cerré los ojos y una pequeña lágrima recorrió mi mejilla con rabia.

-No fue una vez. Fueron varias -farfullé, y él se apartó de mí.

-¿Qué? -preguntó, y noté que se alejaba cada vez más de mí.