Playboy, Devuélveme La Ropa © [#1, #2 y #3]

[18] Orgullo, nada más.

CAPÍTULO 18 ~ Orgullo, nada más.

❝ Perder el orgullo con la persona que quieres, o perder a esa persona por orgullo… ❞

[ C O N N O R ' S  P O V ]

–¿Ahora se supone que tengo que decir "yo también te quiero"? -preguntó con sorna-. Porque si lo hiciera, te estaría mintiendo. Para mí sólo eres un capítulo cerrado. Con llave.

Cerré los ojos e hice como que no la había escuchado. No, ella no dijo eso. Está callada. No lo dijo.

«¿Eres gilipollas? Dijo eso así que te toca contraatacar. ¡Vamos! ¡No te quedes dormido y haz algo!» -mi subconsciente gritaba y apreté los puños para no prestarle atención.

–¿Me odias por que tu madre haya muerto? -mi voz era baja y rasposa, de repente tenía sed.

–¡Tú tienes la culpa! ¡Es tu culpa que mi madre haya muerto! -gritó golpeando mi torso-. ¿No me vas a echar la culpa de que tus padres hayan desaparecido? -preguntó agarrando mi camiseta en un intento de calmarse.

La sangre se me heló. Está intentando que me cabree. Ni sus gritos, ni sus pataleos, ni sus golpes me molestaban. Sé cómo se comporta. Y ella sabe que tengo mucha paciencia

–¿O admites que todo es culpa tuya? -preguntó, por sus ojos sabía que estaba pisando arenas movedizas.

–La culpa es de los dos -dije al fin.

Ella se me quedó mirando muy seria y se cruzó de brazos. No era capaz de mirarla a los ojos.

–Estábamos juntos en esto, lo prometiste -agregué y ella resopló.

–Estábamos -repitió-. Pasado, Connor, pasado. No puedo creerme que pienses que yo seguiría enamorada de ti y nos besaríamos y todo volvería a ser como antes. ¡Nada es ni será igual! -gritó exasperada-. Tú quisiste iniciar esta guerra, así que si yo lucho, tú lucharás.

–¿Luchar para qué? -pregunté confundido.

–Le prometí a todo el instituto que iba a mostrar cómo eres de verdad y que juegas con todos. Incluso lo estás haciendo ahora conmigo. Y lo voy a cumplir. Siempre cumplo con mi palabra.

–No estoy jugando contigo. Es un farol, Arianna. Un maldito farol. Toda la mierda de la Elegida, el engañar a Angie... es un farol. Pero debí de suponer esto, tú siempre quieres contraatacar. ¿No entiendes que sólo hice esto para acercarte a mí?

Hubo un silencio en el que me di cuenta de que ella se lo replanteaba. Después, levanté la mirada un poco y vi la decisión en sus ojos.

–Pues lo único que conseguiste es alejarme.

Me miró por una última vez y se dio la vuelta para marcharse.

¿Ya está?

¿Ahora qué cojones voy a hacer? Esto es una pelea sin motivo. No lo entiendo.

–Espera -dije agarrando su brazo. Ahora estábamos a metros de clase. Por esta zona no había más aulas, así que no corríamos el riesgo de que nos escucharan.

–¿Qué? -preguntó bruscamente y ladeándose para mirarme de reojo.

–¿Significa esto que entre nosotros no hay nada?

Ella me miró perpleja. No contestó. Siguió ladeada y miró mi mano rodeando su brazo, y sé que estaba deseando que la soltara.

–¿Simon ya ocupó mi lugar?

–Connor, tu lugar está vacío mucho antes de que apareciera Simon -contestó mirándome con una ceja elevada-. Si hay algo que une a los White y a los Edwards, es la repugnancia al amor.