El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|

8. Tengo una nueva Misión

Me quedé pensando en todo lo que había escuchado ese día, para empezar, el hecho de que Thalia y Lyra se conocían, eso era raro, ¿Cómo era posible eso si Thalia acababa de volver a la tierra de los "caminantes" después de haber sido un árbol? ¿Por qué se hablaban como dos buenas amigas? Debo admitir que me sentía celosa (lo sé, lo sé, los celos son mi principal sentimiento últimamente) Thalia había sido mi mejor amiga, y parecía que seguía siéndolo hasta que apareció Lyra. Se habían ido a hablar a la cabaña y no habían dejado entrar a nadie hasta la hora de la cena cuando ambas salieron.

Solo para irse a sentar a la mesa de Artemisa, parecía que Lyra conocía a cada una de ella, las llamaba por sus nombres y ellas eran muy amables con Lyra. Parecían tener una conversación que ya habían mantenido otras veces, (no soy oráculo, es solo que se notaba por las respuestas algo cansadas de Lyra). Ella había llamado Tía a Artemisa, digo, no es que no sepa que ella es mi tía también, pero ¿Por qué llamarla de una forma tan familiar? Además, Artemisa pareció no notarlo.

Juro que las piezas de este rompecabezas no encajaban, por más vueltas que le daba, no encontraba una razón razonable... brillante, ahora ya ni siquiera podía hablar bien. Lyra se estaba tomando su llegada muy cómoda, para empezar ni siquiera necesitó que se le dijera nada sobre os griegos, parecía saberlo todo. Otro dato curioso es que... ella había sobrevivido todos estos años sola, bueno, me refiero a lejos del campamento... eso no era posible, algún monstruo tuvo que haberla atacado. Ella se estaba tomando todo con demasiadas confianzas y al parecer a todos les parecía bien, o sea, no es como si ya la hubieran linchado por su rareza.

Luego estaba la conversación con Thalia, ella me llamó traidora a mí. Mi amiga me estaba dando la espalda cuando más la necesitaba, a mí y a Luke. Y bueno... Percy... no sabía que pensar de él, parecía totalmente embobado con Lyra. ¡Ya habían quedado una cita para mañana! Y esa niña solo llevaba dos días en el campamento. Definitivamente, había un error, enserio Madre, ¿Segura que es mi hermana y no una hija de Afrodita?

No pude dormir en toda la noche, estuve despierta pensando en lo extraña que era Lyra y su comportamiento, además de que la estuve esperando toda la bendita noche y ella ni siquiera se dignó a asomarse por la cabaña. Así que ya se imaginarán... a las 6 am aún no tenía sueño y parecía un mapache con ojeras. No estaba segura de qué significaba para ella "primera hora" pero tenía una corazonada.

Me cambié la pijama que, de todas formas no me sirvió para nada esa noche; y me dirigí a la Arena, solo vi a las cazadoras entrenando, al parecer no se detendrían en un buen rato. Derrotada me fui a caminar por el campamento. Entonces escuché una conversación al parecer privada.

—Tiene embrujahabla Silena, sé lo que digo —agregó una chica de Afrodita que creo se llama Drew.
—Estás de mente Drew, ella no puede tener Embrujahabla, solo una hija de Afrodita puede tenerla, y en el caso, tú eres la primera en milenios que lo tiene —le dijo Silena. ¿Qué era eso de embrujahabla?
—Pues seré la primera, pero sé lo que es y ella lo tiene. Hace un rato la escuché embrujahablar a un hijo de Hefesto para que la dejara tomar algunas cosas de la armería. Él se las dio sin más —dijo una desesperada Drew.
—Basta Drew —dijo Silena tajante— deja de decir estupideces, ella sencillamente no puede tener el embrujahabla porque no es hija de afrodita.

"Pero es bendecida por ella" dijo algo en mi cabeza. Eso era totalmente cierto, Lyra era bendecida por cada uno de los dioses cuyos símbolos aparecieron en torno al enorme búho de Atenea.

Corrí lo más rápido que pude a mi cabaña y saqué un papel y tomé uno de los lápices del escritorio. Entonces comencé a exprimirme el cerebro tratando de recordar todos los simbolos que había vito ese día y comencé a escribir los nombres de los dioses que le habían dado su bendición en el papel.