29. Sesos de Alga y Cara de Pino

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Dedicado a   unpower. Espero que te guste. XD.

Arreglé la edad de los chicos porque si no, ya no queda con la edad que tienen en Las Pruebas.

No puedo decir que la cosa no había sido movida, primero tuvimos problemas en Illinois, ya saben lo normal, monstruos que no nos dejaban en paz por ser semidioses... Claro que el hecho de que estuviera viajando con dos hijos de los tres grandes no tenía nada que ver... pfff... para nada.

Ahí nos habían atacado empusas furiosas... resulta que no les gusta que tires basura en sus puestos de frutas desde la ventana de un autobús...

Thalia se había disculpado por eso, pero eso no quitaba el hecho de que ahora no teníamos transporte, y aún nos faltaba más de medio país a Sonoma. Justo ahora, estábamos bajando de una camioneta que nos trajo hasta Tulsa en Oklahoma... No tenía idea cómo es que Percy había conseguido que nos llevaran... el punto es que ahora estábamos aquí y aún necesitábamos llegar a California.

—Chicos, encontré una señora que va hacia Albuquerque, dice que puede llevarnos.
—Es eso, o atravesar el desierto caminando, por mí está bien —dijo Percy cansado.
—Espera Thalia... ¿Qué es lo que hiciste para convencerla? —pregunté anonadada.

—Mi querida Annabeth, somos tres primos que necesitan llegar a Los Ángeles porque sus primos mayores los dejaron a la mitad de Oklahoma como broma...
—¿Y accedió a llevarnos con esa justificación? —le pregunté incrédula.
—Listilla, sinceramente no quiero atravesar el desierto caminando, ¿Tú sí?
—Percy, podría ser un monstruo.
—Mejor aún Listilla —dijo él, entonces pensé que el sol de verdad le afectaba, Thalia parecía compartir mi idea— lo matamos y nos quedamos con el auto.

—Percy... a veces no se si eres imbécil o te haces —le dijo Thalia.
—Lyra apoyaría la idea —debatió él.
—Si, porque ambos están más locos que una cabra.

—Bueno, déjen de discutir, mejor vamos a buscar a la señora.

A decir verdad, esa señora le pisaba al acelerador, jamás pensé que una viejita de setenta y pico años, pudiera llevar el carro a una velocidad de un corredor profesional... Mientras manejaba como demonio del Tátaro, iba intentando hacernos la plática, Percy y Thalia generalmente contestaban con cualquier bobada, yo intentaba no reírme cada dos segundos.

Sin problemas llegamos a Albuquerque en 5 horas.... sip, no les miento, la abuela manejaba tan rápido, que hicimos en 5 horas, un recorrido que era como para 10.... ya era de noche, le habíamos dicho que nos dejara en cualquier hotel... supuestamente, teníamos dinero... esto último fue idea mía... digamos que Thalia y Percy querían irse a quedar a la casa de la viejita, a mí no me dió confianza, así que comenzamos a caminar y seguir la carretera a Los Ángeles.

No es buena idea que tres niños de 12 años anden solos a mitad de la noche en una carretera, pero si lo piensas bien... ninguna circunstancia es óptima para ningún mestizo en general. Así que realmente, no teníamos nada que perder. Estuvimos andando como 2 horas hasta que comenzamos a ver vegetación.

—Sería bueno parar aquí, podemos escondernos, al menos de los mortales —dije cansada.
—Yo hago la primera guardia —dijo Percy.
—No iba a discutirte eso créeme, siempre haces la primera guardia... denme las tiendas para ponerlas —dijo una soñolienta Thalia, mientras sacaba la tienda de su mochila.

—Di immortales —maldije.
—¿Qué? —preguntaron Percy y Thalia.
—No traigo la tienda, se quedó en mi mochila, solo traigo esta que me dio Rachel.

Se hizo un pequeño y bastante incómodo silencio, en que todos evitamos mirarnos a los ojos.

—Bien, entonces armaré esta, que el Sesos de alga tome el primer turno, Annabeth el segundo y yo al último.

—No me digas Sesos de Alga —escuché que le dijo Percy a Thalia cuando pasó junto de él.

—Lo olvidaba primo... eso ya está patentado —y rió de verdad.

—Cállate cara de pino... que no es gracioso.

—Lo es para mí.

Con eso se puso a armar la tienda, Percy había buscado madera para encender una fogata, yo... bueno, no estaba muy segura de qué hacer, así que me puse a hacer un inventario de lo que teníamos.

No diré que no me molestó que Thalia lo llamara Sesos de Alga... ese era mi apodo para Percy, y nadie más le decía así, solo yo. Así como a mí nadie más que él me decía Listilla. Se escuchaba raro oír a Thalia llamándolo de ese modo, y al parecer tampoco había sido del agrado de Percy, porque se lo había dicho. Lo curioso es que jamás se enojaba cuando yo se lo decía <<Eso es porque él también te tiene un apodo tonta>> Tal vez fuera cierto. Me parecía bastante tierno que solo dejara que yo le llamara Sesos de Alga. Sonreí ante la idea.

—¿Y ahora tú? Quiero reír también Annabeth —dijo una sonriente Thalia.
—Nada, es solo que estaba recordando algunas cosas, nada importante.
—Okey, nada importante, y... —dijo reprimiendo una sonrisa— ¿Se puede saber cómo eso total y completamente nada importante en tu vida, te saca una sonrisa boba?

Me sonrojé, ¿Por qué había sonreído así? Porque es como tu hermano y eso es tierno. <<Ajá, síguete engañando>> Cállate, además, ¿Por qué otro motivo sonreiría con Percy? <<Aggghhh eres imposible>> No entendí mucho de mi charla mental. Si hay alguien a quien no entendía, esa era a mí misma.

—Esa es una buena pregunta —le dije a Thalia.
—Tal vez debes buscarla en una misión.
—No entiendo como eso puedo encontrarlo en una misión, ¿Has terminado con la tienda?
—Cazadora Thalia a tu servicio, armo tiendas en minutos, además de acondicionarla perfectamente por dentro, tengo caza mejorada y un alto nivel de supervivencia —dijo como si presentara el mejor juguete, solo reí.

—Traje madera, encendamos la fogata, que hace frío.
—¿Sabes encender una fogata? —preguntó Thalia socarrona.
—Clases de Lyra... dijo que nunca sabías cuando ibas a necesitar saberlo —dijo orgulloso. ¿Ella le había enseñado a hacer una fogata? ¿Tanto me había perdido de la vida de Percy? Él empezó a hacer el cuerpo de la fogata, y sorprendentemente, logró encenderla con dos trozos de madera.

—Bueno —dijo Thalia masticando un malvavisco— creo debes seguir tomando clases con Lyra, es productivo, dime Percy, ¿Qué más aprendiste?
—A disparar con el arco... creo que ese es el mayor logro.

Después de esa corta conversación entre primos, todos nos dedicamos a comer carne que Percy asaba, ¿Qué de dónde salió? Bueno, Thalia podría ser perfectamente hija de Hermes... Cuando terminamos, Thalia y yo entramos a la tienda, ella se durmió casi enseguida, yo, por alguna extraña razón, no podía dormir. El sueño se había estado repitiendo desde que dejamos el Campamento Mestizo.

Salí a ver qué tal le iba a Percy, me lo encontré mirando las estrellas... se veía tierno con su mirada perdida en el cielo, iluminada solo por la luz que daba la luna, pude ver su mechón blanco, que en este paisaje nocturno, resaltaba bastante, entonces busqué el mío, después de mirarlo unos segundos decidí sentarme con él un rato, finalmente, no podía dormir.

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon