10. Zurdo

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—Valla, creo que me das más miedo tú, que una Furia —dijo la voz de Percy detrás de mí.

—Hola Percy —dije entrecortadamente por el cansancio.
—Hola Listilla, ¿Qué te puso tan furiosa? —preguntó. Tu amiguita estuve a punto de decir pero me contuve.
—No es furia Percy, estoy practicando para el torneo.
—Pues en realidad parece que querías matar a alguien.
—Ideas tuyas Percy, por cierto, ¿Tú ya estás practicando?
—Estuve aquí por la mañana, pero decidí que practicaría en otro lado. Digamos que muchas cosas de éstas no son mi fuerte en comparación contigo.
—¿Cómo vas en tiro con arco?
—¿Era necesaria la pregunta? —dijo con algo de desánimo.
—Lo siento. Pero quiero saber cómo vas con ello.
—Voy a intentar algo nuevo. No se si de resultado, pero lo intentaré.
—Espero me platiques qué tal tu día al final de la cena en la fogata, tiene tiempo que no platicamos.
—Pues, de hecho hoy me invitaron a tu mesa,  Lyra dice que estoy seguro y que no saldré chamuscado.
—¿Y le crees?, Digo, sabes cómo es mi madre en ese aspecto.
—No me ha desepcionado nunca, así que creo que puedo darle un voto de confianza.
—Veremos lo que pasa Sesos de Alga, espero tengas razón, no me gustaría verte carbonizado —la sola idea de que mi madre pudiera matar a Percy me aterraba, él era mi mejor amigo, no lo podía perder así, por la mano de mi madre...— Enserio Percy, no quiero verte carbonizado.
—No terminaré carbonizado. Al menos eso espero —dijo con su sonrisa ladina que le daba un aire muy tierno. Le sonreí de vuelta.

Él se acercó a mí y me quitó mi daga de las manos, la enfundó en mi cintura y tomó mis manos entre las suyas, sentí un extraño calor cuando hizo eso, sus manos eran firmes pero tiernas a la vez. Sostenía las mías como si fuera el más delicado de los objetos. En otras circunstancias me hubiera molestado, odiaba sentirme débil, sin embargo, en este momento no me molestaba en lo más mínimo, estaba extrañamente cómoda mirando nuestras manos, lo miré a él.

Tenía los ojos cerrados, sin embargo su cara estaba tranquila, y tenía una ligera sonrisa, que cómo todas, se me contagió inevitablemente. Entonces sentí mis manos mojarse y bajé la mirada, no sé cómo, pero Percy estaba mojando mis manos con las suyas, cuando hace unos minutos estaban totalmente secas.

Solo duró unos segundos, después mis manos estaban tan secas como si nunca hubieran tenido contacto con el agua, miré a Percy, quien tenía los ojos abiertos y miraba mis manos con una expresión satisfecha en el rostro y una sonrisa victoriosa, seguí su mirada y ahogué un guito al ver que ya no estaban heridas, siempre que entrenaba como lo había hecho hoy, mis manos terminaban muy lastimadas, rojas, inchadas y con infinitos cortes en ellas. Sin embargo, en este momento podría jurar que tenía la piel de un bebé.

—Per... Percy ¿Cómo?
—Es uno de los dones que tengo por ser hijo de Poseidón —dijo sonriendo orgulloso.
—¿Pero curar no es de los hijos de Apolo? —pregunté confundida.
—El agua me cura a mí, y solo puedo curar a alguien a quien toque directamente y solo si yo quiero hacerlo, no es que yo sea curandero Ann —dijo sonriendo.
—No pensé que pudieras hacer esto —dije asombrada.
—Yo tampoco, de hecho, contigo prové la teoría, no estaba seguro de si se podía hacer eso.
—¡¡PERCY!! —salté emocionada y lo abracé, el correspondió el abrazo— estás controlando tus habilidades, eso es increible.
—Lo se —dijo feliz y con un brillo en sus ojos, que hacían que se vieran más hermosos de lo normal.

Sus ojos ya eran hermosos, de hecho, eran de los más hermosos que había visto en mi vida, lo primero que me llamó la atención de Percy cuando lo conocí fueron sus ojos, no había visto unos como esos, aún después de tantos años de conocerlo, no lograba entender cómo era posible que al verlos era como ver el mar mismo atrapado en ellos, podría jurar que se movían al compás del mar... ¿O era el mar el que se movía al compás de sus ojos? No lo sabía, pero eran hermosos e hipnotizantes. Nos quedamos mirándonos por lo que parecieron horas. Entonces, como todo lo bello del mundo, tuvo que acabarse.

—Novato, hora de practicar, ya basta de descansos —dijo la cantarina voz de Lyra. Percy rompió el contacto visual y la miró, sus ojos brillaron de emoción.
—¿Qué haremos ahora? ¿Podemos seguir practicando lo de la mañana? —ella rió, pero negó.
—No, ahora vamos a practicar algo diferente, para lo otro habrá tiempo de sobra después del torneo, por ahora, creo que sería buena idea practicar con el arco.

La cara de Percy enseguida perdió el brillo que tenía, y maldije a Lyra por hacerle eso.

—No soy bueno en ello.
—Mayor razón para practicarlo —dijo mientras se acercaba a nosotros— estuve pensando en todas las razones por las que no puedes lanzar la flecha como se debe, y creo que tengo la solución a tu problema Novato. ¿Me dejarás intentarlo? —preguntó sonriente.
—Bien, tienes derecho a intentarlo, pero con la condición de que yo tengo derecho a fallar.
—Ah... no, eso no. No vas a fallar —aseguró— sé cuál es el problema. Y hoy mismo lo corregiremos.
—De acuerdo, vamos —dijo Percy caminando fuera de la Arena.
—Lamento interrumpir el momento Annabeth, pero si no practicamos nos ganará el tiempo. Sé que entenderás eso —me dijo una vez se fué Percy.
—No interrumpes nada Lyra —dije sintiendo un horrible e inevitable calor en mis mejillas.
—Claro que lo hice —dijo cabisbaja— pero era necesario. Enserio lo lamento, espero pueda compensarse en la cena —añadió sonriendo y salió corriendo tras Percy.

Okey, que vallan a entrenar, y se dediquen a tratar que Percy mejore con el arco, y después mejoren en lo "otro" de lo que Percy hablaba. No me importa..... ¿A quién engaño?, me importa todo lo que esa niña haga. DEjé que se adelantaran y los seguí, en ese momento sonó la caracola de la comida... decidí que saltármela y espiar a Lyra era una buena idea... Los seguí hasta las orillas del campamento.

—Bien Novato, hoy corregiremos el mayor error del mundo.
—Pecas, no es por ser... emmm... pesimista, pero, Annabeth, Will Solace, Quirón, hasta Thalia han intentado enseñarme, y ninguno ha podido.
—Eso Percy, es porque ninguno de ellos se dió cuenta de un detalle importante, que en tu caso, puede ser la diferencia entre perder o ganar una batalla.
—Okey, revelame el mayor secreto del Olimpo Pecas —dijo Percy jugando.
—Oh no, mi querido Percy, el mayor secreto del Olimpo no puede ser revelado aún —dijo seria, MUY seria, pero luego ya más trivial y orgullosa dijo— Pero puedo revelarte el secreto de tu futuro éxito como héroe griego.
—Okey, soy todo oidos.
—Al parecer nadie se tomó la molestia de notar que eres zurdo, mi querido Novato —dijo como si fuera lo más obvio del mundo— Es por eso que todo este tiempo has hecho todo mal con la espada, la lanza y el arco.... y bueno... lo demás. Todos te enseñan a hacerlo como diestro. Cuando en realidad, eres zurdo, como yo.

Lyra tomó el arco y le apuntó a la manzana más alta del árbol, soltó la flecha y ésta fué directo a la manzana. Ella sonrió con suficiencia hacia Percy.

—Ahora Novato, es tu turno de impresionarme —dijo tendiéndole el arco.

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Hola Lectores!!!! Creo que los había abandonado un poco, pero estoy de vuelta con este cap que espero les guste. ¿Qué opinan del cap? ¿Les gustó? ¿qué opinan de Lyra? (#NoALosLectoresFantasma) XD

Saludos y Abrazos

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|حيث تعيش القصص. اكتشف الآن