15. Juego de niños para Lyra

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Dedicado también a Here_4_U

Lyra corría y corría, era impresionante la agilidad que tenía, aun teniendo en cuenta que ella no había entrenado como nosotros. Llegó más rápido de lo que esperaba hasta el muro de escalar.

—Eso era fácil, enserio no entiendo cómo hubo quien murió ahí... Definitivamente esos semidioses no sirven para misiones.
—Celyn, recuerda que los semidioses entrenan menos en campo práctico, teníamos que poner algo fácil para comenzar —la riñó Thalia.

Lyra siguió sin importarle lo que el bosque le trajera. Y al igual que Percy, se echó a correr muy quitada de la pena, hasta el borde del bosque, cuando las arpías la rodearon.

—Espero que no la maten —dijo otra cazadora.
—Es Lyra, no van a matarla Naomi —dijo Celyn segura.
—Toda hija de Atenea puede equivocarse —dijo Naomi.
—Pero ella no es cualquiera, además, sabes que ella también sigue su loco instinto —volvió a rebatir Celyn.
—Nada propio de una hija de Atenea por supuesto —coincidió Naomi.
—Dejen de hablar, que quiero ver que hace con los gigantes —las riñó Thalia de nuevo.
— ¡¿Qué?! ¿Ya pasó las arpías? —gritamos las tres, a decir verdad, estaba tan concentrada en la conversación de las cazadoras, que perdí a Lyra de vista por minutos.... y en eso ya había pasado a las arpías. ¿Cómo? bueno, eso solo ella y Zeus lo sabían.
—Si, por estar discutiendo ya no vieron —rio Thalia.
—Es tu culpa
—No es tuya
— ¡Cállense! que no solo se distraen ustedes —les grité enojada.

—Tiene carácter, me agrada para cazadora —dijo Celyn mirándome.
—Ni lo piensen —dijo Thalia — Artemisa se lo ofreció hace tiempo y rechazó la oferta.
—Gracias Thalia —le susurré.
—Para eso estamos las amigas Annabeth —dijo sonriéndome, entonces vimos cómo Lyra saltaba al acantilado y caía sobre un cíclope, entonces éste la aventaba como si fuera basura, pero milagrosamente llegaba al lado correcto— Igual que Percy... ¿Por qué no me sorprende?

—Porque conoces a ambos Thalia, a mí más bien me sorprendió que el hijo de Poseidón hiciera eso.
—Cállate Zöe, él no es un chico cualquiera, es mi primo.
—Lamento informarte querida, pero aquí todos resultamos tener algún parentesco. Así que eso no cuenta como argumento. Además, todos los hombres son iguales.

— ¿Quieren callarse? Aquí hay personas que queremos ver la prueba.

Entonces me alejé de las cazadoras, para poder poner atención. Vi a Lyra corriendo por el desierto, entonces las aves salieron tras ella, la perseguían y cada vez pasaban más cerca de su cabeza, entonces de la nada, y cómo si fuera humo, apareció un perro color dorado, podría pasar por un Golden Retriever, de no ser por el tamaño del animal, que para nada era el de un Golden. Más bien era el de un San Bernardo... el perro corrió a su lado, entonces las aves comenzaron a volar más alto y a alejarse de ella y del perro, al poco, ella ya había logrado atravesar el desierto.

— ¡No puede ser! —exclamó alguien.
— ¿Qué fue lo que hizo? —pregunto una hija de Hipnos.
— ¿Tan fácil era? ¿Solo necesitabas tener un perro? —exclamó Luke enojado— de haber sabido, hubiera comprado un perro.

Entonces volví a mirar, estaba frente a dos monstruos con los que yo no me había topado, eran extraños, pero cuando Lyra prendía el encendedor, estos temblaban peor que gelatinas descongeladas. Entonces cuando hicieron ademán de acercarse a ella, sin miramientos, comenzó a quemar el sembradío, este ardió demasiado rápido Lyra siguió corriendo y se escucharon los ruidos de los monstruos al ser destruidos.

—Lyra siempre nos quita toda la diversión —se quejó Naomi que de repente estaba sentada a mi lado.
—Solo espero nos deje algo para el final —dijo Celyn, sin embargo ella no estaba enojada.
—Tenemos tiempo, el torneo acuático va a tomarle tiempo —dijo Thalia sentándose a mi lado.
—Ella es buena con la espada, no creo que Afros y Bitos quieran quedarse horas ahí —dijo Zöe.
—Tampoco van a regalarle el duelo —dijo Celyn.

—Pues... yo solo sé que quiero sentarme en la mesa de Poseidón esta noche —dijo Thalia.
— ¿Por qué Thalia? —pregunté yo.
—Porque no todos los días puedes comer brownnies de Afros... —dijo simplemente.

Por lo que recordaba, Afros y Bitos eran Ictiocentauros, los que entrenaban a los héroes submarinos, y su campamento tenía un nombre rarísimo en idioma caballo... debía preguntarle a Percy después lo que significaba el relinchido raro. No sabía cómo era posible que un Ictiocentauro guerrero cocinara Brownnies en su tiempo libre.... era ridículo imaginarse uno con delantal de cocina.

Regresé mi vista a la arena, el perro nadaba cruzando el que (ahora sabía) era un lago. Cuando Lyra salió, el perro se sacudió junto a ella, mojándola, Lyra solo se rio y siguieron caminando. Justo en la entrada del laberinto, Lyra se detuvo a quitarse sus broches para el cabello y su brazalete, estos aparecieron en manos de Thalia.

— ¿Enserio? ¿La hizo quitarse esto?
—Thalia, recuerda que no puede entrar nada de Bronce celestial, Oro imperial o Hierro estigio... digamos que las joyas de Lyra no son de cualquier material mortal.
—Hay veces que enserio me cuestiono sobre nuestra exactitud con todo...

—Vean la parte positiva —dijo Zöe— logró que entrara Lyra con ella, adentro hay armas, puede que le sirvan, es inteligente, así que se las ingeniará.

No sé si sentía admiración o envidia, Lyra había cruzado todas las pruebas como si fueran juegos de niños para ella, como si no fueran nada. Aún no podía entender cómo, lo que sí entendía, es que ese perro la había ayudado de alguna manera, aunque no recordaba ninguna leyenda que dijera que un perro había salvado al héroe de acabar devorado por un ave, o perdido en un laberinto.

Porque eso era exactamente lo que estaba haciendo el perro ahora, estaba guiando a Lyra a través del laberinto, evitando a los monstruos. Los únicos que no evitaron, fueron a las Górgonas, las hermanas de medusa, Lyra y su perro se las estaban viendo complicadas con esas dos, entonces Lyra soltó una tajada con una espada que había en el laberinto, lo que hizo que la górgona la soltara, la otro górgona la agarró y alzó vuelo lejos del laberinto. Después de un duelo de miradas entre Lyra y su perro, salió corriendo del laberinto.

—Hora de devolverle esto —dijo Thalia.
—No sé de qué va a servirle la joyería —le dije a Thalia.
—Bueno, siempre hay que estar a la vanguardia, tanto si pierdes como si ganas, hay que mantener una buena imagen —dijo Phoebe.

Todas la miramos mal, pero ella pareció no darse cuenta, o tal vez solo nos ignoró.

Ella llegó hasta una arena que lanzaba bolas de fuego, se quedó parada al borde, entonces, después de dar miles de miradas a la arena, comenzó a saltar como si fuera una pieza de ajedrez por los pedazos de tierra que no estaban quemados, entonces llegó hasta alguien que no había notado antes, habló brevemente y no sé si fue solo mi impresión (pero al parecer no, por los murmullos que se desataron a mi alrededor), lo besó. Sí, solo quedaban dos semidioses en la arena, una era ella, el otro semidiós, es alguien a quien yo reconocería hasta en los campos Asfódelos (nótese que ahí no reconoces a nadie). Y Lyra acababa de besarlo.

Y Percy Jackson no había hecho nada por evitar ese beso.

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Hola Semidioses Lectores!!!!! Muajajajaa Soy mala, vil y cruel con todos ustedes... Les subo dos capítulos porque los amo. Y los dejo con este final tan... mmm... ¿intrigante? porque también los amo.

¿Dónde estpan todos los que quieren matar a Lyra? Jajajaa 

¿ #TeamLyra  o  #TeamAnnabeth ?

Abrazos y Saludos para todos.

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora