El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|

97. Necesito espacio

Cuando desperté, me encontré con que la enfermería estaba llenísima, había un montón de personas en ella, sin embargo no fue sino hasta que me incorporé que noté que Thalia, Rachel, el Chico Aviador y Lyra también estaban ahí. El único que no estaba era Percy. Lo cuál me preocupó.

-Hola Annabell -dijo la voz burlona de Clarisse LaRue.
-Hola Clarisse -dije poniendo los ojos en blanco- ¿Qué haces aquí?
-Hago mi turno con Lyra... Tuvimos que llevar a Jackson cargando hasta la cabaña de Hipnos.
-¿Percy?
-Aja. Como sea, no había querido salir de aquí.

-¿Cómo están mis pacientes? -preguntó Will Solace... ese chico me caía bien, desde pequeño queria ser doctor.
-Bien -contestaron animadas Rachel y Thalia, quienes estában más alejadas de mí.
-Si no hubo percances durante la noche, hoy pueden irse -les dijo a las dos y ambas compartieron una sonrisa.

-¿Que hay de tí? -le preguntó a Chico Aviador, pero este solo se encogió de hombros y miró en dirección a Lyra.
-¿Cuándo va a despertar? -fueron las palabras que salieron de su boca.
-No lo sé -Will miró a Lyra con preocupación. Y salió de la habitación.
-Ella es... como mi hermana -dijo pronunciando esta útlima palabra con dolor- Bianca me dijo que ella siempre cuidaría de mí... y que si algo le pasaba, que confiara en Lyra, no quiero que muera -el chico estaba algo asustado, pero intentaba ocultarlo.

-Verás que estara bien Nico -le sonrió Thalia. ¡Wow! ¿¡Thalia sonriendo a un chico!?
-Exacto Nico, siempre lo está. Solo hay que tener paciencia -corroboró Rachel.
-También quiero hacer una guardia, ¿Debo apuntarme en el cuaderno? -le preguntó a Clarisse.
-Si chico... -le contestó esta.

-Bien Rachel y Thalia, las doy, oficialmente de alta, pueden ir a disfrutar del mundo -dijo Will sonriente.

Ambas se levantaron de la cama, se pusieron los zapatos y se acercaron a Lyra.

-Debo decirle a Anny el progreso -dijo Rachel.
-Y yo a Hylla...
-Veo que tú y la chica aprendieron a llevarse bien -dijo sonriendo Rachel.
-Cállate RED
-No me callo Tromentita, ahora vámosnos, dejemos que se recupere.

Will se acercó a mí.

-¿Cómo estás Annabeth? -preguntó sentándose en la cama.
-Bueno... no tengo idea de que día es... o que hora... o nada... así que me gustaria saber que pasó -le pedí amablemente.
-Estuviste inconciente una semana y un día, el golpe que te diste en la cabeza fue muy fuerte, me asombra que sigas con nosotros, más aún cuando te dormiste. Gracias a los Dioses Percy fue rápido y enseguida te dió Ambrosía.

Percy, debía hablar con él. No sabía como estaba tomando todo esto y quería aclararle lo que pasó con el collar... Y como si Will supiera que era exactamente lo que pensaba, me dijo.

-Percy te salvó, pero... no se si deba decirte esto Annabeth -se rascó incomodo la nuca, yo le dirigí una mirada de "continúa" y el soltó el aire derrotado- Percy no quiere verte.

De todas las noticias malas que pudieron darme, esa era la peor. Desde el mismo instante en que dijo esas palabras, un frío y un vacio se colaron por mi cuerpo hasta llegar a mi estómago.

-Hola Nico -dijo la voz que más ansiaba escuchar en esos momentos- Clarisse, gracias por cubrirme, ¿Cómo está Pecas, Will? -era cierto. Percy saludó a todos y me ignoró olimpicamente, Will me dedicó una sonrisa de disculpa y se volvió a Percy.

-No hay muchas novedades, a menos que seas Super Percy, no creo que puedas hacer mucho por ella.
-No importa, ella respira, es suficiente por ahora -le sonrió Percy a Will.
-¿Vas a curarla tú? -preguntón Will.
-¿Es necesaria la pregunta Solace? -dijo Percy divertido. Will solo rió y salió, solo para regresar con un carro de curaciones.

Percy se puso a la ocupada labor de curar los cortes de Lyra, mientras era meticulosamente observado por Will, una vez Will se sercioró que Percy podía con la tarea salió de la enfermería.

-Se ha ido Percy -dijo la voz de Nico, entonces Percy dejó de lado el carro de curacines y tomó las manos de Lyra entonces agua comenzó a cubrirla, todo su cuerpo así se mantuvo por veinte minutos- ¿No se ahoga?
-No, la cara no la mojo, sería sospechoso que sus heridas curaran tan deprisa.
-Espero que despierte pronto, debo hablar con ella.
-Lamento lo de Bianca... de verdad que sí Nico, intento ponerme en tu lugar, pero simplemente no lo quiero concebir.

-No te preocupes, tampoco quiero que lo concibas. Así estás bien.
-Hoy estás más hablador de lo normal, ¿Algo especial?
-La siento menos -dijo alzando un poco la comisura de sus labios- eso quiere decir que se recupera.

-Nico sería bueno que salieras a tomar un poco de aire, te hará bien -dijo Will. Nico pareció considerarlo, al final sin decir nada salió, con Will detrás de él cerrando la puerta.

-Percy... -lo llamé, pero no hubo respuesta, o no una positiva, cada que lo llamaba, él se tensaba. Sin embargo seguí insistiendo hasta que volteó con una mirada cansada y fría.
-¿Necesitas algo Annabeth? -Auch, no estba acostumbrada a que me tratara así.
-¿Estás... bien? -pregunté con cuidado.
-Yo sí.

El silencio se instaló entre nosotros, y uno cómodo como la mayoría, sino uno en extremo incómodo.

-¿Por qué estás molesto conmigo?
-Porque de haber sido ella a quien la columna se le hubiese caido ensima... tú no la hubieras salvado y porque Lyra está así por tu culpa -dijo mirándome por fin, su mirada no era la del Percy que yo conocía, entonces escupió las palabras- porque nos traicionaste. Ella confió en tí, y confió en tí porque yo se lo pedí, así como a tí te caía mal, igual a ella, no eras de su agrado, pero confió en tí por mí. Ella siempre ha querido ayudar y lo único que tú has hecho es tratarla mal, mirarla mal y sentir celos de ella. Su vida no es perfecta Annabeth, te prometo que no tienes nada que envidiarle. Ahora déjame en paz.

-Percy no quiero que perdamos nuestra amistad por esto -le dije alarmada.
-Necesito despejarme Annabeth, y necesito espacio. No estoy seguro de lo que siento hacia tí en este momento. Te quiero y me alegra que estés viva, pero no puedo evitar recordar que es por tí que Lyra está así. Entiéndeme, no puedes pedirme que simplemente finja que no pasó nada y que todo está bien, no ahora, no esta vez, no otra vez.

Tragué con dificultad, incluso eso me costaba. Percy había sido frío conmigo, y me dolía, vaya que dolía, más porque jamás en su vida había sido así conmigo. Tal vez con otros en tiempo pasado había sido así, pero para mí siempre habían sido sonrisas cálidas, sarcásticas, traviesas, arrogantes y problemáticas; sus ojos siempre habían sido un mar en calma. Ahora eran un huracán, uno que mi voz no pudo calmar. Bajé la mirada y él se volteó de nuevo con Lyra.

Cuando Will volvió le pedi que me dejara irme a mi cabaña. No quería estar ahí, no quería que Percy me ignorara o me mirara de esa forma, Will no se negó y pude irme con el permiso de Quirón. Esa noche lo único que hice fue mirar por mi ventana hacia la Casa Grande, no dormí. Y tampoco lo hice las noches siguientes.

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7/10