El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|

43. Ignorada

No había terminado de hablar, cuando sonó un teléfono. Lyra lo contestó

—Hola!!! —dijo emocionada— ¿Cómo estás? —silencio— Que bueno hermosa, me da gusto —más silencio— Bien también, estoy es Brooklyn ¿Por qué?, ¿Sucede algo? —silencio de nuevo— ¿Estás en casa?, está bien, creo que podemos hacer una parada rápida antes de ir al campamento. Nos vemos.

Entonces colgó. Entró la señora de antes y Lyra le dió un abrazo. Se despidio de todos y salimos del gran edificio, Lyra nunca me dijo nada, y me sentía como su dama de compañía, no me gustaba no saber a dónde ibamos.

—Creo que será mejor tomar un taxi desde aquí, Freak se ha ido y necesitamos un medio de transporte. Iremos a mi casa, después directo al campamento.

—¿Qué es esta piedra? —pregunté ya cansada de no saber nada.
—Son peligrosas.
—Estás evadiendo la pregunta original —le dije con cautela.
—Solo no te preocupes, no tienes ni la energía, ni la fuerza necesarias para activarla.

Eso me molestó, ¿Acaso estaba diciendo que yo era debil o algo? El taxi había llegado, Lyra subió a él y la seguí a regañadientes. Después de un rato en el auto, ella pareció notar mi molestia, me miró inquisitivamente, y parpadeaba demaciado, luego desvió la mirada.

—No quise decirlo así, lo lamento. Es solo que necesitas mucho tiempo para controlarlas. Yo puedo mantener la mía a raya, pero no puedo con dos, y tú al no tener la fuerza, la piedra no corre peligro de ser activada contigo, solo aquella persona poseedora de una desde su origen sabe cómo activar una, o controlarla. No deben caer en malas manos. Tener una es demaciada responsabilidad... tener dos es peligrosos, esas cosas pueden enfermarte de poder —al decir esto últyimo, su mirada se ensombreció demaciado— pueden llevarte a hacer locuras, e incluso a cometer atrocidades. Hay gemas inactivadas, que ya murieron... son las que comercian los mortales, las que cuestan fortunas, esas no son peligrosas, pero tener una de estas —dijo mientras tomaba la que traía al cuello, la piedra brillo en su mano, era un brillo cautivador— te convertiría en alguien poderoso, dos, bueno, te harían alguien practicamente invencible.

Se instaló un enorme silencio después de que habló. Ella parecía haber terminado de hablar y yo no tenía el valor para preguntar nada. Definitivamente no sabía que pensar de Lyra.

—Relajate Annabeth, no robo gemas ni nada por el estilo —dijo mientras abria la puerta de una enorme casa. Habíamos llegado hacía algunos minutos.

Debo decir que me sorprendí, la casa era enorme y, aunque por fuera la construcción era moderna, por dentro era toda al estilo griego, o bueno, la mayor parte, también habia detalles romanos.

—Prima!!! —no tube tiempo de ver nisiquiera de dónde venía el grito, porque enseguida una melena castaña estaba abrazando a Lyra.

—Hola Haz, ¿Qué te trae por aquí?
—¿Ahora no puedo pasar a saludar a mi prima favorita? —dijo fingiendo estar ofendida.
—Claro que puedes tontita, y yo estoy feliz por eso, pero se que no es la única razón.
—Tienes razón —dijo, y después de un profundo suspiro, agregó— Puedo sentirlos.

—¿Hablas enserio? —todo el tono de broma se había esfumado, ambas estaban serias.
—Claro que si... bueno, no es como si fuera GPS, pero puedo sentirlos. Tienen problemas Lyra.
—Lo se, he... estado soñando...
—Hay no... —dijo la chica palideciendo.
—Hay si... no se que esperar de esto, pero después del cumpleaños de mi... —entonces se calló y corrigió— de un amigo, necesitaré ayuda para que todo salga lo menos mal posible.

—Cuenta conmigo, ¿Puedes recibir mensaje-iris?
—Si, pero creo que sería mejor si intentas un viaje por sueños, tal vez debas pasar por la cabaña de Hipnos, pero siento que es más seguro, al menos así, seré la unica que escuche.
—Aún no creo que pueda...
—Bien, entonces te busco yo.
—¿Cuándo es el cumpleaños?
—Prometo estar aquí para el lunes temprano, hay que forzar a Rachel una última vez.
—Necesitas ese pase de salida, no creo que ella te diga que no.

Entonces de repente apareció una imagen de mensaje-iris... era Rachel.

—Lyra, necesito que vengas urgente al campamento... —su rostro estaba horrorizado, tenia pintura en todas las manos, la cara y la ropa, de no haber tenido colores, habrían pasado por sangre y la escena se vería verdaderamente horripilante— mis pinturas de nuevo, hay una en particular que... —las dos primas se miraron preocuadas, entonces Lyra interrumpio a Rachel.
—Voy para allá.
—De acuerdo —entonces Rachel reparó en la chica— Hola Hazel, disculpa, no te ví.
—Tranquila, yo también tengo pistas, hay que juntar todo con cuidado.

—Si... no quiero tener que poner a dormir cachorros otra vez —dijo Rachel con una sonrisa.
—Tienes que admitir que es divertido, esos cachorros hacen nuestra vida interesante.

Una vez Lyra dijo esto, el mensaje se desvaneció.

—Debes irte, más tarde te diré lo que sé —dijo a chica llamada Hazel, le dió un abrazo a Lyra.

Era increible cómo todo ocurría y cómo todos me ignoraban, pareciera que yo no estaba ahí, Lyra me ignoraba, Hazel me había ignorado, Rachel también. Lyra parecia estar sola, y eso era algo molesto, era como si yo no importara, y eso no lo podía tolerar, además, ella iba a decir algo relacinado con Percy, era su ¿qué?.... eso me había dejado bastante intrigada, incluso cuando habíamos regresado al campamento y Lyra se había ido corriendo con Rachel, no me importo. Yo debía hablar con Quirón, necesitaba comprarle algo lindo a Percy.

Cuando llegué a la Casa Grande me encontré con un Quirón hablando por teléfono.

—No hay ningún problema, si, no se preocupe. Claro yo lo llevaré personalmente. Hasta luego.

—Quirón... —dije con cuidado, entonces él me volteó a ver.
—Dime Annabeth.
—¿Quería saber si mañana me darías permiso de ir a buscar un regalo para Percy? Por su cumpleaños.
—Claro Annabeth, la madre de Percy vendrá por él el día de su cumpleaños y se lo llevará todo e fin de semana, lo traerá para la clausura de este año.

—Oh Claro.
—Procura darle su regalo antes ¿Bien?
—Si Quirón.

Entonces escuchamos varios gritos horrorizados. Salimos corriendo de la casa grande y nos encontramos perdidos sobre qué caminos seguir, si los gritos de la cabaña de Apolo, los de la cabaña de Hipnos o los de la cueva de Rachel. Todos denotaban desesperación, sufrimiento y terror.

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Hola semidioses!!! Chan chan chan.... El terror corre por el campamento.... Prometo que habrá un momento Percabeth pronto, y será antes del cumpleaños de Percy ;) no desesperen.

Abrazos y Saludos

Azeneth