75. Vestimentas provocativas

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Mi día no iba de la mejor manera precisamente.

Quirón y Dionisio estaban en el Olimpo, llamada de emergencia de Zeus, por lo que estabamos solos en el campamento. Los jefes nos habíamos encargado de organizar las actividades para mantener a todos ocupados mientras regresaban, pero no era fácil mantener ocupada a alguien que, básicamente también era lider de cabaña, como lo eran Perc y Lyra.

Ellos habían ido a conversar temprano a la cabaña de Percy, y tenía rato que no salían. Rachel se había tenido que ir por asuntos familiares, así que estaban solos, por lo que yo necesitaba ir ahí. Le pedí a Will Solace que me ayudara un poco con mi cabaña, solo para verificar que Perc seguía con vida, él accedió.

Cuando entré, Percy y Lyra mantenían una acalorada conversación acerca de lo que debían hacer con Nico DiAngelo y su rescate, ella pedía esperar un poco más hasta tener una pista, Percy quería que fueramos a donde creo Hazel había recibido información, Lyra aseguraba era una trampa. Y, aunque no me gustara admitirlo, tenía su misma idea. Así era demasiado fácil.

Estaban a media discusión, cuando comenzó a sonar una música particular, que si no me equivocaba era celta...

—42S-90N-73Mv-21 —respondió Lyra— ¿Ya tienes mi..? Eso es bueno, muchas gracias, ¿Cuándo podría ir a recogerlos?.... Bien, entendido. Por cierto tengo otros dos TL que encargarte... Nos vemos.

—¿Es que acaso estás loca? —le reproché una vez hubo colgado el celular— podrían identificarnos y venir por nosotros.
—Hay Annabeth por favor... todo monstruo sabe exactamente dónde está el Campamento Mestizo, no necesitan la ayuda de una señal satelital. Su olfato es más que suficiente.
—No es excusa Lyra, no debemos utilizar nada de electrónicos porque es más fácil...
—Ubicarnos —dijo cansadamente— que mentira más grande, ¿Quién les dijo eso?

—Pecas, odio llevarte la contraria —intervino Percy— pero Annabeth tiene razón.
—Oh... ¿Enserio la tiene? —preguntó interesada— Diganme, ¿Quién les djo eso?
—Quirón —respondí segura.
—¡Santo Olimpo! Claro que tenía que ser el viejo caballo... —una sonrisa asomó sus labios— con trabajos y no le tiene miedo a su radio —dijo  rodó los ojos— Quirón le tiene miedo a todo lo que no entiende, y la tecnología... es algo que se le escapa de las manos.

—Lo hace para protejernos —le dije ya molesta por cómo hablaba de Quirón.

Ella miró a Percy buscando apoyo, pero esta vez estaba de mi lado. Entonces miró a Percy seriamente.

—Solo quiero que respondan "Sí" o "No" a lo que voy a preguntarles,  después de eso juzgan por ustedes mismos —luego se dirigió a Percy— te prometí que no tendría mentiras, que no tendría secretos para tí, pero que los que guardaba los iría desvelando poco a poco, es momento de desmentirte un poco Novato.
—De acuerdo Pecas —respondió él.
—¿No acabamos de hacer un modelo virtual de Venecia, Italia? —dijo mirándome, enseguida se volvió a Percy— ¿No le debes a George una rata y a Martha un saludo?

La cara de Percy cambió enseguida.

—Dime que no es cierto
—Lo es Novato. Simplemente hay que saber cómo jugar este juego... para nuestra fortuna, sabemos jugarlo —se dirigió a la puerta— ahora cámbiense, necesitamos hacer visita domiciliaria, Percy, ponte el atuendo especial, y ... Annabeth... en caso de que estés dispuesta a romper un poco las reglas... ven a mi cabaña, tengo algo para tí.

—Percy... ¿Quienes son George y  Martha? —le pregunté una vez Lyra salió de la cabaña.
—Las Serpientes del celular-caduceo de Hermes... —repondió mirando a la puerta, luego me miró a los ojos— Lyra tiene razón Annabeth, Quirón nos mintió.

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora