33. Empusas, lobos y cosas raras.

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Cuando Percy llegó a la orilla, dejó a Lyra en la playa y se desplomó a su lado, Thalia corrió con Lyra, yo corrí con Percy.

—Estoy bien, Lyra... —musitaba Percy.
—Tshhh tranquilo, todo está bien.
—No, ella está mal —dijo ya enfocándome— Ann ella está mal. Debemos irnos de aquí, ya la tenemos...
—Percy, no están en condiciones de viajar ni tú, ni ella —saqué ambrosía de la mochila y se la día a Percy, enseguida comenzó a mejorar.
—Hay que irnos antes de que...

No terminó la frase, cuando me giré para ver que es lo que veía Percy, casi me voy para atrás, detrás de mi aparecieron 5 empusas y dos creaturas que no conocía, además de 3 lobos enormes con horribles ojos.

—Percy Jackson cuanto tiempo sin vernos —dijo una de las empusas que se me hacía demaciado familiar.
—Kelly... ¿Ya regresaste del tártaro? —preguntó Percy demaciado casual.
—Oh claro... no creerás que iba a quedarme ahí para siempre...

Mientras la agradable conversación de Percy y la empusa Kelly florecía, los tres lobos habían comenzado a dar vueltas alrededor de nosotros, gruñendo cada que pasaba frente a Lyra, la cuál apenas comenzaba a despertar.

—Ya basta de charlas, pelea Percy Jackson —dijo la empusa Kelly, mientras se lanzaba sobre él, yo no me quedé sin diversión, a mí también me atacaron, pero eran demaciadas, logré atravezar a una y percy a otra, pero Kelly y las otras dos, seguían vivas y agotándonos, las creaturas y los lobos seguían sin moverse... pareciera que estaban esperando que Lyra estuviera lista para la batalla, una de las empusas se había ido contra Thalia, así que ahora eramos tres contres tres.

Claro si hablábamos de las empusas... a decir verdad aún nos superaban en número.

Percy le daba buena pelea a Kelly, mientras Tahlia y yo peleábamos con las otras dos, Lyra seguía intentando levantarse, logré engañar a mi empsuda y clavarle mi daga en la caja torácica. Cuando miré, Thalia también había terminado con su empusa, pero Percy seguía teniendo problemas con Kelly, a esa tipa yo la había matado enterrándole mi daga por la espalda.

—¡¡KELLY!! —gritó Lyra, estaba de pié, al parecer Thalia también le había dado ambrosía, pero todavía no hacia efecto muy bien— Métete con alguien de tu talla, maldita.

—Awww!!! La pequeña Lyra quiere defender al chico... que lindo —dijo Kelly en tono de burla.

—Lo que yo haga o no, es cosa que no te importa, ahora ven y pelea, quiero mandarte al Tártaro lo más pronto posible.

—Oh lo siento querida, eso va a ser dificil, resulta que estoy ayudando a un amigo, y no pienso fallarle, digo, TÚ mejor que nadie sabes eso ¿No es así?

La cara de Lyra se iluminó en ese instante, como si hubiera desifrado el mayor enigma del mundo, como si la respuesta a todos sus problemas, la acabara de encontrar.

—Claro —dijo con tono tranquilo— ¿Cómo no me dí cuenta antes? Era tan obvio.

—¿Qué era tan obvio? —Kelly comenzó a alejarse de Percy, Lyra la estaba distrayendo.

—Te enamoraste de él —dijo como si Kelly se tratara de una de sus amigas y acabara de descubrirlo, era una mezcla de emoción y repulsión. No tuvo mucho tiempo de reaccionar, la empusa se movió demaciado rápido y la agarró por el cuello.

—Cállate. Maldita mestiza.

—Aunque logres callarme —dijo con voz ahogada— jamás cambiarás el hecho de que nunca va a amarte —aparentemente Kelly apretó más el agarre de su cuello.

—Que te calles he dicho.

—Mátame —exclamó Lyra. Percy hizo ademán de avanzar, pero Thalia lo detuvo.

—No. Quiero jugar un rato con mi comida.

—No mientas Kelly —dijo ella apenas con voz— no te deja matarme. Valgo demaciado como para que me mate una simple empusa. Soy su premio mayor.

—Aggghh —dijo aventándola lejos de ella, Lyra daba arcadas y bocanadas de aire, Kelly la miró sonriente— Tienes razón, no puedo matarte, pero puedo matarlo a él —dijo señalando a Percy.

—Le tocas un pelo a cualquiera de ellos, y verás mi espada atravesar tu cuello, engendro del Tártaro.

Kelly se lanzó hacia Percy, Thalia y yo intentamos protegerlo, Lyra también se lanzó hacia ella, mala idea. Los lobos atacaron, y también las otras cosas, entre dos de los lobos me habían lastimado bastante, Thalia no estaba mucho mejor con las cosas raras, Percy y Lyra estaban apañándoselas como podían con el otro lobo y Kelly, yo ya estaba en el suelo, al igual que Thalia y Percy, a Lyra la acababan de mandar volando y había caido de boca.

—Levántate Lyra —dijo Kelly.

Lyra se levantó como pudo con su espada en la mano. Avanzaba viendo a Kelly a los ojos. El problema: Conforme avanzaba, los lobos y las cosas raras, la iban rodeando. Hasta que ella quedó en medio de todos.

—¡Hey bolas de pelos! —gritó una Rachel Elizabeth Dare vestida lista para entrar a un combate— Parece que olvidaron quien manda aquí.

Lyra aprovechó y soltó la tajada a una de las cosas raras, se pulverizó. Entonces se desató el caos, Kelly tenía mi daga, así que no podía ayudar mucho a la causa. Detrás de Rachel llegó la chica rubia con la que la había visto hablar, y detrás de ésta, otro chico rubio bastante guapo.

Los cuatro luchaban perfectamente sincronizados. Aún así los rodearon.

Entonces dijeron cosas como: Log. Uniún. Meneski. Familé. O al menos, así me sonó a mí.

Lyra desató el cinturón y comenzó a utilizarlo para acercar a los monstruos, o simplemente para cabrearlos. La lucha contra los lobos, la cosa y Kelly iba bastante dispareja, esos lobos no morían, mi daga los había atravezado como si nada... dudaba que algo los matara.

Entonces Lyra enterró su espada en el lobo más grande, y éste se pulverizó. Kelly se encargaba de Rachel, y la otra cosa se valanzó sobre Lyra, los rubios se encargaban de los otros dos lobos; de alguna extraña forma, la espada de Lyra cantaba furiosa, llena de sed de muerte de esos monstruos, la cosa también tenía espada, así que Lyra tenía bastante trabajo, le enterró la espada en el pié y pasó por debajo de sus piernas, por la espalda, le enterró ambas dagas, que ni idea de dónde habían salido, esa cosa se hizo polvo.

Lyra se volteó, y justo en ese momento, el lobo negro atacó pero una daga se le enteró en el costadoy lo hizo caer.

El chico rubio le dijo algo que sonó así: yé luaba tisé tiboque.

Entonces Kelly comenzó a reirse, Rachel y la rubia la sujetaban.

—Enserio que eres inganua, él tenía razón. No ibas a dejar a estos —dijo señalandonos con la cabeza a nosotros— morir. Tenías que venir a por ellos.

—Cállate que voy a travezarte la garganta —le dijo Lyra.

—Hazlo, mi trabajo ya está hecho —dijo con voz venenosa— Solo debía distraerte, alejarte un momento de Nevada, ahora ellos están lejos, y tú ya no puedes ayudarlos. Ellos creerán que los abandonaste, y por su naturaleza, querrán vengarsede tí... ¿Acaso no lo entiendes? Los has defraudado. Y eso es lo que pretendía. Yo solo fui tu cebo, junto con éstos mestizos idiotas.

Lyra, sin más, le atravezó la garganta con su espada y la empusa se pulverizó en una macabra risotada.

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Okey, aquí acaba el pequeño maratón de compensación por no publicar. ¿Alguien ya tiene una hipótesis? ¿Quien puede decirme quienes eran los monstruos que estaban con Kelly?

Abrazos y Saludos

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora