42. Carter Kane

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—Annabeth —dijo volteándome a ver— te presento a Sadie y Carter Kane. Unos grandes amigos mios.

—¿Cómo supiste que estaba aquí? —le preguntó Sadie a su hermano.
—Su collar —dijo él simplemente.

—¿Hay algo que daba saber? —preguntó la chica. Carter miró a Lyra como preguntandole si podía decierle.
—Han estado brillando ultimamente —dijo al final— digamos que la suya resplandeció de un momento a otro.
—¿Todas Carter?

—Si, todas. Es por eso que Lyra y yo concluimos que era mejor que cada quien cuidara de la suya. Serían menos llamativas si estaban separadas. Juntas serían un peligro.
—Me llevaré la de Rachel y la mía —dijo Lyra.
—Oh Claro!!! Hablen entre ustedes y dejenme fuera de todo, ya saben.
—No te enojes Sadie, sabes que entre más se haga público hay más peligro —dijo Lyra en tono meloso y abrazando a Sadie.
—Bien Perdonados —dijo mientras ponía los ojos en blanco, y miró a Lyra— pero solo porque eres tú. Y ahora nada de secretos. Y lo digo enserio.

Los tres guaradron silencio, como si estuvieran haciendo un pacto silencioso, entonces Carter alzó la cabeza y me vio, dejó hablando a Lyra y a su hermana y se acercó a mí.

—Lamento que no te hicieramos mucho caso, es solo que siempre hay asuntos importantes que tratar... nunca hemos sido normales y eso de los protocolos no nos va bien. A demás de que Sadie es más reservada... —en ese momento Sadie soltó una carcajada— bueno... con Lyra no.

—Descuida —dije bastante cohibida. Sus ojos chocholate eran profundos y atrayentes, incluso eran ipnotizantes— ¿Ustedes también son mestizos?

—Algo así —dijo con cuidado y algo dudoso.
—¿Que es la cosa en la que vinimos?
—Es un Grifo... mitad águila y mitad león. Es mi mascota, pero le tiene gran aprecio a Lyra.
—Vaya, necesito saber quien no le tiene aprecio a esa chica —dije sarcasticamente.
—Bueno, tiene un primo que la odia... no recuerdo su nombre, pero cuando la vió en su cumpleaños, juro que casi podría matarla.

—¿Espera, tiene primos? —pregunté como si nada.
—Pues si, pero yo solo conozco a uno. Y dejame decirte que no la quiere. Recuerdo bien ese día, el cual por cierto es la única vez que lo he visto. Estábamos en la fiesta de Lyra, entonces de la nada apareció el chico y la arrinconó, si no hubiera sido por el Imbésil y por mí, la hubiera golpeado. Jamás nos unimos en nada, pero Lyra es alguien por quien olvidamos rivalidades.

—¿Luego que pasó con su primo?
—Su tío se lo llevó. No supe que le dijo, pero Lyra quedó bastante afectada, nos costó regresarle su ánimo habitual.

—¿Desde cuando conocen a Lyra? —intenté sonar curiosa.
—Bueno, yo la conozco desde hace 4 años, Sadie solo hace dos.
—¿Y te gusta desde hace 4 años también? —pregunté como si nada, enseguida palideció.
—¿Enserio se nota demaciado?
—Bueno, más que nada en el cómo la miras.

—No... al principio solo éramos buenos amigos,  los sentimientos nacieron después, al menos para mí. Sin embargo era ya algo tarde para eso, ella ya tenía algo con alguien, yo me alejé un poco, y a decir verdad no hemos recuperado esa relación que había —su cara estaba triste— digo, seguimos siendo buenos amigos, pero nada más allá.

Guardamos silencio por un rato, pasamos una biblioteca, en la cuál estuve tentada a entrar, sin embargo seguimos caminando.

—Tu vas al mismo campamento que ella, ¿No es así?
—Si —afirmé.
—¿Conoces a Percy Jackson? —con tan solo escuchar su nombre mis sentidos se pusieron alerta.
—Si, lo conozco.
—Ese tipo quiere patearme —dijo con cara de susto— la ultima vez que hable con Lyra, me vió y solo pude ver su furiosa cara antes de que Lyra cortara la llamada. Me gané su odio ahora, ese chico tiene problemas con los celos.

—Bueno, eso no lo sabía...
—Ven, acompáñame debo darle a Lyra su collar y el de Rachel.

Me guió hacia una habitación, en la puerta me dijo que esperara y el entró. No pasó mucho tiempo cuando salió, traúa con él cuatro collares, cada uno con una piedra de diferente color, había una verde, una roja, una dorada y una plateada. Sin embargo yo solo podía pensar en lo que había dicho sobre Percy. ¿Enserio Percy quería golpearlo?

—Vamos, debemos ir con las chicas. Estoy seguro que ya actualizaron su vida lo suficiente como para que podamos interrumpirlas.

Cuando llegamos con ellas, éstas seguían en el jardín, pero ahora estaban sentadas en el cesped.

—Sus collares mis bellas damas —dijo Carter inclinandose ante ellas como si fueran de la realeza, haciendo que las tres riéramos.

Carter le pasó el collar dorado a Sadie, se colgó el color plata y le colocó a Lyra el verde, entonces le entregó el rojo.

—Creo —dijo Lyra— que no es seguro que yo lleve ambas —se levantó y una vez frente a mí, me lo puso al cuello— es temporal, solo hasta que lleguemos al campamento. Yo no puedo cuidar de ambas.

—Entonces todo arreglado cuñada —dijo Sadie poniéndose de pie, no me pasó desapercibido que la cara de Carter se puso bastante roja— Te veo el 18 de agosto.
—Claro que sí.
—Que todo salga bien —dijo abrazándola— no es algo fácil de procesar, pero estoy segura que te va a apoyar, Percy no se ve del tipo de personas que te dejan sola. Confía en él y en tí.
—Los Dioses te escuchen Sadie —entonces se volvió hacia Carter— le dije que te cuente todo, le dije tu parte también.

—No hay problema Rosa de Nilo. Cuidate mucho, ¿De acuerdo hermosa?
—Ashh Carter —se quejó Sadie y Lyra y él rieron— no empieces de libro cliché por favor.
—Andando Annabeth, aún debemos ir a firmar esos papeles.

Yo no tenía mucho que decir al respecto, solo me despedí de Carter, ya que a Sadie no la había tratado. Rachel tenía razón respecto a Carter. Era guapo, demaciado para el bien de él. Subimos de nuevo al bote en el que llegamos, esta vez Lyra estaba más confiada, se paseaba sobre el bote como si no hubiera turbulencia, solo volamos como por 2 minutos y llegamos al destino.

Entramos a unos enormes edificios y subimos al piso 18.

—Buenos días Lyra querida —dijo una señora algo grande.
—Buenos días Amanda —dijo ella con una infinita dulzura— ¿Sabes si ya ha llegado el abogado?
—Te espera en tu oficina nena.
—Es la de papá Amanda, no lo olvides.
—Ahora es tuya nena. Anda.

Cuando entramos había un tipo bastante extraño. Tardamos un poco mientras Lyra revisaba los papeles, se encargaba de comprobar la veracidad y autenticidad de todos. Está de sobra decir que los leyó todos... cuando terminó de poner su última firma en los papeles, le dió la mano al abogado y ambas salimos de ahí.

—Hora de regresar al campamento Annabeth —dijo con tono cansado.

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Hola Semidioses!!!!! ¿Qué piensan de Carter? ¿Y de Sadie? intentaré aferrarme tanto como pueda a su caracter original, pero no prometo nada jajaja.

Abrazos y Saludos

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Where stories live. Discover now