70. Perdido

200 27 11
                                    

Lyra había conseguido permiso del Señor D para que nosotras cuatro pudiéramos irnos el miércoles a su casa y preparar nuestros vestuarios, dado que el jueves tendríamos que estar ahí en la mañana para organizarlo todo.

Los demás campistas podrían irse el jueves en la mañana o el miércoles en la noche para buscar sus vestidos y trajes.

Había sido un día agitado, y la verdad quería irme a dormir, Lyra ya había conseguido que Hefesto le ayudara... ¿Cómo? No lo sé, pero lo había conseguido. Así que ya no me preocupaba por ello. Había decidido que mañana le preguntaría a Percy por su pareja del baile, porque sinceramente, estaba demaciado cansada en este momento.

Terminé mi cena en la mesa de Atenea mientras escuchaba a mis hermanos quejarse por el baile... la verdad, también estaría quejándome de no ser porque yo había sido la arquitecta de esto. Malcom decía que no tenía sentido que se hiciera un baile, que ¿Con qué propósito? Yo tampoco lo entendía del todo, pero todos en general parecían muy contentos. Inclusive una de mis hermanas que tenía a su novio en la cabaña de Ares, intentaba apoyarnos, sin embargo yo podía identificar su felicidad por poder asistir al baile con su novio.

Cuando terminé salí del comedor y me dirigí a mi cabaña, pude escuchar cómo dos hijas de Apolo platicaban, no es que estuviera de chismosa, sino que esas niñas gritaban.

—En realidad, creo que todo esto nos emociona a todos.
—Concuerdo contigo hermana —decía la otra— más que nada porque es una oportunidad de tener una cita de verdad... ¿Crees que pidiera una góndola especial para nosotros? —preguntaba emocionada.

No estaba segura de que fuera muy interesante, aunque esas chicas me habían puesto a pensar, realmente los campistas que tenían novio o novia semidios, no podían tener citas normales, porque dos semidioses juntos, llamaban a monstruos, así que creo que esa chica tenía razón. Esta era una oportunidad para las parejas del campamento de vivir una "cita" como se debía y como las parejas normales.

Abrí la puerta de mi cabaña, mañana revisaríamos todos los detallitos de la Venecia de Long Island... para que todo quedara perfecto. No podía esperar para mostrarle a mis hermanos mi obra de arte arquitectónica. Sabía que Malcom se sentiría orgulloso de mí. Yo era su hermana consentida, auque se supone que no debía saberlo, además de que no puedes tener consentidos... pero sabía que yo era la de Malcom.

*            *             *

Pasaban de las 10 y yo seguía sin poder consiliar el sueño, una de dos, o Morfeo me había olvidado esta noche, o me odiaba y no me quería dejar dormir... me decanté por pensar que era la primera opción.... tal vez si me veía deambulando por ahí... me diera algo de sueño. Sabía que era peligroso salir de noche, las Arpías vigilaban, sin embargo, punto número uno, Percy me había malcriado para desobedecer las reglas... y dos, tenía una gorra de invisibilidad.

Salí de la cabaña con una chamarra puesta, ya que, prácticamente estábamos en invierno, y a pesar de ser Long Island, hacía algo de frío. Mis pasos termináron llevándome al lago, lo cuál solo me confirmaba cada vez más lo que Lyra decía sobre las hijas de Atenea y su necesidad del agua...

Me sobresalté bastante al escuchar risas y pasos corriendo, me escondí tras un árbol hasta que reconocí una de las dos risas...

Percy y Lyra corrían hacia el muelle, estaban tomados de la mano y ella lo jalaba prácticamente, sin embargo ambos parecían a gusto. No me acerqué, algo me decía que no quería escuchar conversaciones privadas <<Qué va, solo no quieres escuchar lo que sabes que ya estás escuchando en tu cabeza sin que escuches nada>> ¡¿De qué hablas?! <<¿Estás segura que somos la misma persona?>> Casi podía sentir cómo mi conciencia, si es que era eso... ponía los ojos en blanco.

Lyra movió lentamente la cabeza negando algo, así que Percy con cara de frustración, se revolvió su indomable cabello negro y luego Lyra riendo se acercó a él y comenzo a decir algo con una sonrisa, tomó una de las manos de Percy y la puso en su cintura mientras ella colocaba la suya en su hombro y luego unió sus manos, entonces Percy después de titubear un poco comenzó a moverse por el muelle, cuando tomó un poco más de confianza le dio vueltas de varios tipos, en una de las vueltas, ella llegó a la orilla del muelle e incluso más allá, sin embargo no se calló. Percy caminó hasta ella y comenzaron a bailar en el lago, osea, no cerca del lago, sino sobre el agua de lago, parecía que el agua se movía con ellos, a su ritmo...

No me dí cuenta de cuándo exactamente habían comenzado a caer las lágrimas por mis mejillas, sin embargo no eran una o dos... antes había escuchado que había dolores más fuertes que el de una herida divina, sin embargo no había entendido hasta ese momento lo que era ese dolor. Dolia, de verdad dolía.

Por más que intentaba moverme o irme, mis piernas no respondían a mis órdenes. Y de hecho, tardaron bastante en hacerlo, corrí hasta mi cabaña aún llorando, mi llanto ya no era silencioso, ahora sollozaba o ahogaba sollozos, inclusive me había dado hipo... ¿A quién le dá hipo mientras llora? Solo a mí. Eso debía verse bastante ridículo. Entré a trompicones en mi cabaña y fuí directo a mi cama, me tiré sobre ella y ahogué mi llanto en la almohada.

No podía dejar de llorar, y sin embargo no estaba segura del por qué exactamente, solo sabía que algo me dolía y mucho, no era un dolor que se pudiera sentir, pero yo lo sentía bastente real. Fué entonces donde me día cuenta de que hiciera lo que hiciera, no recuperaría a Percy. Al igual que Thalia, Percy había escogido a su familia. No lo había querido ver hasta ese momento. Percy no volvería a formar parte de mi Familia con Luke.

Yo había estado siempre a la defensiva con Rachel, inclusive siendo ella oráculo... sin embargo, Lyra se había colado sin ningún permiso en todo esto. Siempre cuidé a Percy de Rachel, de que no lo alejara de mí... de Luke. Pero nunca lo cuidé con Lyra, entre mis berrinches dejé que Percy se fuera.

Y me dolía. Ni siquiera el peso del cielo me había dolido tanto... y valla que era el cielo. Esto dolía horrores, y no solo dolía... me horrorizaba, llegó el punto en que no supe qué me daba más miedo, las arañas o esta nueva situación. Fue cuando pensé en que tal vez... solo tal vez... Morfeo me odiaba.

No me dí cuenta de que había despertado a mis hermanos hasta que todos comenzaron a preguntarme qué había sucedido. No podía contestar, parecía que me había quedado sin voz, no me salían las palabras. Sentía que me ahogaba en la almohada, y aún así no alcé mi rostro, este era mi dolor y solo mío. Mis hermanos no iban a entenderlo porque ellos si tenían Familias fuera del campamento. No iban a entender la importancia de Percy en mi vida, más ahora que no estaba Luke. Percy era lo que me mantenía arriba, era como mi pilar principal. Y lo había perdido.

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Hola, vengo a hacerlos enojar de nuevo... Se que quieren Percabeth, pero aun no es el momento. En fin, que tengan bonito fin de semana.

Abrazos y saludos

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Where stories live. Discover now