90. "...no se metan en problemas..."

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Cuando por fin abrí los ojos, pude notar que el ambiente era más frío, lo podía ver en  la ventana, pero yo no tenía frío. Percy me abrazaba guardándome en calor, además de que traía puesta la sudadera con la que había salido del campamento.

—Creo que la Bella Durmiente despertó —dijo con una sonrisa— y que mejoró mucho.
—¿Cómo que mejoré? —le pregunté con una clara duda en mi rostro.
—Sudabas frío, te dí un poco de ambrosía, pero no paraba, apenas hace unos pocos minutos comenzaste a dejar de sudar frió. Ann, ¿Segura que estás bien? No quiero ponerte en peligro.

 Y era esa una de las cosas que más me encantaban de Percy, siempre preocupandose primero por todos los demás antes que de él mismo, no es que no se preocupase de él, pero si había alguien en problemas, siempre ayudaba. Y yo no era la excepción.

—Percy, estoy bien, no te preocupes... —le aseguré mirándolo a los ojos para evitar cualquier rastro de duda en él.
—Bien, no quiero que te desmayes a media misión Listilla —dijo besándome la frente, cerré los ojos al contacto. Esto se estaba haciendo costumbre de nuevo, y extrañamente, me causaba un extraño vacio momentaneo en el estómago... pero algo secretamente me decía que no era malo. <<Ya te había dicho yo eso>> cállate que ya no te entiendo, solo me confundes más. <<¿No será que eres tú la que no quiere dejar de estar confundida?>> Prefería no pensar en eso.

—¿Cuánto falta para llegar? —pregunté en un intento de sacar de mi cabeza el tema del vacío.
—Unos diez minutos para llegar a la estación —dijo Percy mirando por la ventana, entonces sentí claramente cómo tembló— Este lugar me da un mal presentimiento Annabeth.
—¿Crees que pasó algo?
—No —dijo contundente— es más como si todo se estuviera conteniendo de pasar.
—No logro etenderte... ¿Cómo algo puede contenerse?
—Como cuando contengo el agua, para crear olas enormes... siento una presión en todo mi cuerpo. Así me siento ahora.
—Yo no siento nada —le dije sincera.

No volvimos a hablar sino hasta que bajamos del autobús, caminamos un poco yentonces Percy se animó a hablar de nuevo.

—Tal vez sean alucinaciones mías... y se que creerás que estoy loco, pero creo que debemos seguir eso.

—Estoy acostumbrada a que tus corazonadas normalmente tienen razón —él me sonrió, alerta EGO— y a que tus planes siempre son un fracaso...
—Excepto cuando el plan es una corazonada —debatió sonriente. Eso no lo pude refutar.

Mientras seguiamos camonando escuché que muermuraba un "Gané" decidí dejarlo así esta vez. Porque realmente se veía nervioso, de repente buscaba entre las calles como si intentara alcanzar la señal de Wifi, aunque en este caso, quería alcanzar una señal de "presión" según él.

—Yo no iría para allá si fuera ustedes niños —dijo una ancianita acercándose a nosotros— ¿Y sus padres?
—Mi hermana y yo solo vamos a casa señora, y está en esa dirección —dijo Percy señalando hacia donde probablemente sentía la presión esa.
—Pueden tomar otro camino, es uno de los peores días de la casa —dijo algo sombría.
—Nuestros padres nos esperan, de hecho ya demoramos mucho, además, no le tememos a la casa —cualquiera que no conociera a Percy diría que estaba seguro de lo que decía, yo... sabía que estaba nervioso.

—Es de sensatos tener miedo pequeño, sin embargo, insisto en que tomen otra ruta, empieza a haber niebla.
—No tenemos problemas señora, de verdad —dijo Percy ya con ganas de irse.
—Tal vez puedo acompañarlos un poco más de tiempo, deberían llamar a sus padres, yo podría quedarme con ustedes hasta entonces.
—No tenemos teléfono —argumenté intentando que dejara el tema.
—Puedo prestarles el mío.
—No, enserio de verdad —dije algo alarmada.
—¿Sus padres los esperan? —dijo de repente interesada en los padres.
—Si —dijo Percy nervioso.

—¿No será que más bien van tarde para que la lleves a su casa? —dicho esto Percy se puso rojo tomate, yo no entendía la razón para ello, no sabría decir si Percy estaba rojo de coraje, o de impotencia con la señora.
—Le aseguro que no —dijo aún rojito, lo que me hizo reir. Entonces la señora volteó a verme y regaló una sonrisa tierna y me guiñó el ojo, con lo que me dejó desconcertada.
—Bueno, creo que de todas formas, hacia allá no es un buen lugar muchacho —dijo ahora sí viendo a Percy— deberían tratar fuera del rango de esa casa.

—Emm... bueno, es que... nos gustan los peligros realmente —dijo mirando al piso.
—Está bien, solo no se metan en problemas muchachito —le dijo la señora.
—De acuerdo —dijo Percy mirándome de reojo. Ambos entendimos que era el momento de correr, la señora había comenzado a caminar lejos nuestro, nos dimos la vuelta y justo entonces la señora volvió a llamarlo.

—Muchacho —Percy la miró esta vez— Cuidala, y la proxima vez que no sea a una casa embrujada... busca algo mas.

Después de eso la señora se giró y continuó su camino.

—Que raro —murmuré con humor. Sin embargo, el rostro de Percy no reflejaba para nada de humor, al contrario parecía que había visto a Cerbero. Lo busqué con la mirada, porque tenía la suya perdida en quién sabía dónde. Cuando por fin logré que me mirara, sus ojos chispearon y giró evitando mi mirada.

—Será mejor que sigamos —dijo algo distraido.
—¿Estás bien Sesos de Alga? —le pregunté preocupada. Él me miró.
—No entendiste nada ¿Verdad? —dijo entre temeroso y no creyendolo.
—No se que se supone que debía entender —le dije un poco molesta, a cualquier hijo de Atenea le molesta que le digan que no entendió algo.
—Olvidalo Ann, es mejor así —dijo bajando la cabeza.

—Explicame Percy puedo entenderlo —le demandé.
—No digo que no puedas, pero no se como lo tomes.
—Dime Sesos de Alga, te asuguro que lo entiendo hasta mejor que tú.
—Bien, prometo decirtelo si llegas antes que yo a la intersección de allá adelante —entonces se hechó a correr, para cuando vi la intersección a la que Percy se refería, ya me llevaba una gran ventaja, pero no iba a quedarme sin saber <<La curiosidad mató al gato>> Si, pero el Gato murió sabio. <<Y ya muerto, ¿De qué le sirvió saber?>> Debía dejar de discutir conmigo misma en algún momento...

Heché a correr detrás de Percy, debía enterarme qué es lo tan importante que me había perdido en esa conversación, y sabía que si no ganaba ahorita, no conseguiría después que Percy me dijese algo acerca de esto, se haría el loco y diría que no se acordaba. Corrí con todas mis fuerzas <<La suma de todas tus fuerzas es igual a cero>> dijo la voz burlona de mi cabeza, rodé los ojos, okey, mal empleado, corrí tan rápido como pude... Pasar tiempo con el Sesos de Alga comenzaba a afectarme.

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Les tengo una noticia, no se si es buena o mala para ustedes, pero les informo que OFICILMENTE desde este momento, Inicia la cuenta regresiva con el capítulo 10/10.

Cuenten conmigo queridos semidioses, que verán que es divertido.

Azeneth Mireles

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora