38. "Todos tenemos un límite"

257 27 10
                                    

Dedicado a Olimpo1272003

—¿Alguien quiere explicarme qué es lo que está pasando aquí? —preguntó Quirón.

—Pues... resulta que hay cíclopes agradables —dijo Clarisse.

Quirón miró a Lyra y al cíclope. Estaba verdaderamente asombrado.

El cíclope se había acercado al oido de Lyra para susurrarle algo.

—Cielos, Tyson, lo olvidé por completo. Tuvimos unos dias agitados y lo olvidé por completo.
—No importa, pero... puedo....
—Deberías dejarme hablar antes a mí. Prometo que no pasará nada malo ¿Bien? —le dijo condesendientemente.
—Tyson confía en Lyra.
—Gracias Tyson.

—Quirón, en realidad, me gustaría hablar con usted sobre esto... —comenzó a decir Lyra, entonces el ciclope la interrumpió.
—¿Quién es Quirón? —dijo enseñanado una carta algo arrugada.
—Yo soy Quirón.
—¡Es un ponny! —dijo el cíclope emocionado, todos largamos una gran carcajada, Quirón parecia realemente molesto.
—No Tyson —decía Lyra jalando al cíclope para que no se abalanzara sobre Quirón— No es un ponny, y debes respetarlo, recuerdalo, lo prometiste.

El cíclope dejó de rocejear con Lyra y bajó la cabeza.

—¿Cuánto? —preguntó Quirón a Lyra, y ella pareció comprender bien la pregunta, porque enseguida contestó.
—Cinco.
—Puedo dejarlo pasar por esta vez, pero no quiero que vuelva a llamarme ponny. Que se acomode en donde le corresponda.

Quirón se fue trotando de allí. Todos nos volteamos a mirar a Lyra.

—Saben... esto es bastante incómodo. Les molestaría dejarme sola con él un momento, no habla mucho cuando hay gente cerca.

Todos comenzaron a dispersarse algo confundido con todo el asunto, yo ya me iba cuando ví cómo Lyra tomaba a Percy del brazo.

—Quiere hablar contigo, solo prométeme que no serás muy duro con él. Necesita alguien que lo escuche, Percy prométeme que no serás duro con él.
—Yo... yo... —la miró a los ojos, ¡Por todos los dioses del olimpo! esa niña si que sabía poner cara perro apachurrado— está bien Pecas, prometo no cargarle la mano.
—Gracias —dijo mientras lo abrazaba, Percy le devolvía el abrazo algo confundido— ¡Hey Tyson! —le gritó al cíclope— Percy quiere hablar contigo —luego volvió a mirar a Percy— cuentame amñana cómo les fué.

Si notaron que estaba ahí, nadie señal de ello. Lyra siguió caminando hacia la cabaña. Iba subiendo el porche cuando salió una bola de pelos de la cabaña y la tiró al piso, ella comenzó a reir y a decirle a Vella que parara. Logró meter al perro y ella se puso su pijama, Vella dormía todas las noches con ella. Se acurrucaba a sus pies y dormía en su cama.

*         *         *

A la  mañana siguiente me levante temprano, así que vi perfectamente cómo Lyra se levantaba, ella hablaba con su perro, en realidad es algo que no entiendo, es como si el animal pudiera contestarle. Se puso un vestido de flores, entonces recordé lo que le había dicho Afrodita a Percy, la miré de nuevo y ví que era cierto, normalmente lo primero que veías de Lyra eran sus ojos, como todos los ojos de los hijos de Atenea, sin embargo, el vestido los opacaba bastante.

Decidí no decirle nada, después de todo, era Percy quien tenía que decirle. Ahora que recordaba a Percy, debía ir a hablar con él. Habían quedado muchos temas pendientes antes, y eran temas que quería aclarar, para empezar la profesía, debíamos hablar todos los involucrados acerca de ella. Salí de la cabaña y fuí directo a la de Percy, había dejado a Lyra ordenando sus cosas, okey, no se lo ordené yo, pero eso es lo que hacía. Toqué la puerta de la cabaña de Percy.

—Annabeth —dijo sorprendido— si es por la inspección de cabañas, mejor ponme cero de una vez, no he recogido nada —ya se disponía a cerrarme la puerta cuando puse el pié en el medio y no pudo.

—Percy, necesitamos hablar, de la profesía, de lo que pasó con Afrodita, de lo que pasó que no tuvo nada que ver con ella, de los misteriosos amigos de Lyra...
—Annabeth, parele a tu caballos —dijo un Percy ya más despierto— no es necesario que toquemos esos temas, la profesía se complió; y así como dijo Afrodita, no de la forma en que esperábamos.
—Percy —dije insistiendo.
—¿Qué Annabeth? —dijo algo molesto.
—Te he notado algo distante conmigo, ¿Está todo bien?
—No entiendo por qué me lo preguntas. Aunque no es raro que a penas lo notes —con eso me cerró la puerta en la cara.

Me dispuse a bajar los escalones de la cabaña, sin embargo una vez toqué la tierra firme sentí un jalón en mi brazo derecho, era Lyra, me veía con mirada amenazante, que digo amenazante, esa una mirada peligrosa.

—No vuelvas —me ordenó— a meterte con Percy. Quiero que te alejes de él. Bastante ya has metido la pata. Deja las cosas como están, al menos así nadie te recriminará nada al final. Alejate de Percy, Annabeth, porque no quiero ser yo quien te obligue a hacerlo.

No me gritó, de hecho estaba super segura que nadie más había escuchado esa conversación. De otra cosa que estaba segura, era de que Lyra me había retado, y Annabeth Chase nunca rechazaba un reto. ¿Quién era ella para decirme que me alejara de Percy? ¿O de alguien más? ¿Quien se creía la niña, para decirme si metía o no la pata?

Estaba enojada, esa niña creía que podía llegar a decirme y ordenarme cosas, pues ya vería quien era Annabeth Chase. Busqué a Lyra por todo el campamento, estaba en la arena, haciendo unos ejercicios raros con dos objeto también raros.

—¡Lyra ! —grité enfadada.
—Dime —dijo con tono inocente, dejando de hacer su ejercicio.
—Tu no eres nadie para prohibirme nada, no eres tú quien va a decidir si me acerco a Percy o no, en todo caso es él quien me lo dirá —ella rió.

—Entonces te deseo suerte, porque Percy no quiere verte Annabeth, no después de saber que por tu llamada a Luke nos descucbrieron los cachorros del infierno.
—Eso lo decidirá Percy, no tú, ni nadie más.

—Si fueras inteligente, dejarías que se le pasara. ¿Es que no has visto cómo te trató en la mañana? ¿O es que eres sadomasoquista? Annabeth, dejalo en paz. Tú tienes otros objetivos en esto. Y definitivamente no son los mismos que los de Percy. No lo pongas en dilemas. Limítate a hacer lo que tengas que hacer, y deja a Percy en paz, porque lo único que lograrás haciendo lo que haces, será alejarlo de tí para siempre.

—Percy me prometió que nada cambiaría, no importando de qué equipo estuviera —le dije desesperada, sus palabras me habían puesto más nerviosa de lo que llegaría a admitir jamás.

—Annabeth, todos tenemos un límite, y tu estás sobrepasando el de Percy —dijo ya con otro tono de voz, mucho menos exigente— él te prometió que nada cambiaría si las cosas seguian igual. Pero tú solita te encargaste de mandarlo todo al Tártaro. No busques culpables donde no los hay, aquí solo hay una culpable y esa eres tú.

—¿Tú que vas a saber de todo esto? ¿De cuanto conoces a Percy? Solo han convivido algunas semanas, deja de hablar sobre él como si lo conocieras de por vida.

—La sabiduría será escencial, para el camino del héroe marcar. Mas una última advertencia he de dar, y es que para ésta será su última oportunidad, para sus errores enmendar —Lyra suspiró y con un tono un tanto osbcuro agregó— Solo piénsalo Annabeth Chase hija de Atenea.

Y... de nuevo tuvo una triunfal salida. Ese verso era el último de la profesía de Percy, la que había pronunciado Rachel antes de que todo este infierno comenzara. ¿Cómo es que ella lo sabía? <<Es amiga de Rachel tontita>> okey, eso lo acepto, pero ¿Por qué me lo recalcaba? <<Eso no lo sé>>.

***********

Hola mis queridísimos semidioses, ya no pude acutalizar el jueves, pero quí les dejo otro capítulo un tanto desconcertante...
Creen que Lyra fue justa con lo que le dijo a Annabeth?? Y Percy???
En fin, bonita noche (aquí es de noche) a todas y todos mis queridos lectores.

Abrazos y saludos

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt