58. Esos ojos verde mar

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Rachel se llevó las manos a la boca para cubrirla, al parecer la idea la terraba... Bianca no estaba mucho mejor, veía a Rachel con una mirada de reproche como si Rachel hubiera elegido el peor momento para decir su profesía.

—¿Qué significa? —preguntó Percy. Nadie le contestaba.
—Tranquilo Sesos de Alga, seguramente esto le compete a otro semidiós, no te preocupes —dije intentando calmarlo, y calmarme a mí misma.

—Vallan a descansar chicos, luego nos preocuparemos por esto —dijo Quirón.
—Pero... —comenzó Percy pero Quirón lo calló.
—Percy vallan.

Los cuatro nos dirigimos al comedor para tomar la cena. Creo que todos estabamos pensando en la profesía... estaba a punto de sentarme con mis hermanos cuando siento cómo alguien me toma del brazo.

—Ven con nosotros, al menos por una vez —me dijo con ojos de foca bebé.
—Si un chorro de agua me expulsa de tu mesa vas a pagarlo Sesos de Alga —le dije intentando estar seria, sin embargo estoy conciente de que una sonrisa se escapaba debilmente de la comisura de mi boca.
—Prometo que ningún chorro de agua te expulsará —dijo sonriendo divertido.

Me dirigí hacia la mesa de Poseidón con miles de miradas posadas en mí, muchas eran de asombro, otras eran de desconcierto, otras curiosas.

—Están conciente de que todos estan esperando a ver que pasa cuando te sientes ¿Verdad? —dijo Percy susurrandome al oido, pegando sus labios a mi oreja y causándome escalofríos de nuevo.
—Claro que lo estoy Sesos de Alga —le dije también en un susurro, luego en voz un tanto mas alta agregué— ¿Es que acaso la gente no tiene algo que cenar el día de hoy?

Varias miradas se apartaron apenadas, otras solo disimularon un poco mejor. Debo admitir que tenía miedo cuando estaba por sentarme, dudé. Entonces Percy me tomó delicadamente por los hombros y me hizo sentarme, luego el se sentó a mi lado y me regaló una cpalida sonrisa marca Percy... me sorprendí devolvíendosela al acto.

—Podemos sonreirnos luego chicos, Percy tenía una pregunta sobre Lyra que me compartió hace unas noches —dijo Rachel mirando intensamente a Percy, cosa que me molestó.
—Cierto, ¿Cuánto tiempo estará ahí dentro? —dijo Percy sentrándose en la problemática.
—Bueno, en realidad, no podemos saberlo, pueden ser desde días, hasta meses, se supone que no puede ocupar fechas célebres, pero es una Diosa, hace lo que le viene en gana —dijo Rachel.

Creí que se escucharían truenos o que se evaporaría por decir tal cosa, miré al cielo con miedo.

—Esa es otra de las ventajas... —dijo Rachel sonriendo— cuando está con Lyra, se le olvida el mundo. No le importan las ofensas está demaciado ocupada —dijo poniendo los ojos en blanco.
—En fin, no sabemos cuanto estará encerrada, pero está bien, siempre lo está. Siempre hay algo que la ayuda a recomponerse. Así que deben dejar de preocuparse, especialmente tú Percy. No va a pasarle nada.

—La escucho gritar, no me digan que no le pasa nada —dijo Percy apretando los dientes— le prometí que siempre estaría para ella, que le cubriría la espalda siempre y sin importar qué, y que si era necesario tomaría su lugar. No puedo escucharla gritar y estar como si nada pasara.

—Te entiendo Percy, creeme —dijo Rachel— es la hermana que nunca tuve, tampoco me gusta escucharla gritar, pero tampoco va a pasarle nada tan malo, ¿De acuerdo?

—Dicen todo esto cmo si mi madre fuera un verdugo o algo así —les dije con algo de reproche.
—Bueno, podemos decir que Lyra no está en el Spa —dijo Rachel.
—Tampoco decimos que Atenea sea la peor madre del mundo ni nada —dijo Bianca seria. sin embargo percibí un brillo travieso en su mirada y la de Rachel cuando intercambiaron miradas cómplices.

—El punto es, Percy y Annabeth, que deben tener paciencia. No ganarás nada preocupándote de más Percy. Saldrá en su momento.

Después de la última palabra de Rachel, Percy se levantó furioso de la mesa y salió del comedor.

—Creo que eres la única que puede calmarlo, yo aún no lo conozco tanto —me dijo Bianca— y le queda claro que Rachel no es buena opción en este momento.

Salí detrás de Percy, solo había 3 lugares donde podría estar... la Playa... su cabaña o la Arena. Lo encontré en esta última, decapitando maniquíes con Anaklusmos.

—Intenta no gastar tantos, que luego hay que reponerlos Sesos de Alga.
—Annabeth... no te ví, lo siento —dijo con un brillo menos peligroso en sus ojos.
—No te preocupes Percy, entiendo que estés mal, de verdad que te entiendo, soy quien más se desespera cuando no sabe algo. Y creeme que este caso en particular me tiene desesperada.
—No es mala Annabeth, confía en mí.

Y ese era uno de mis problemas, aquí estaba Percy pidiendome cofianza en alguien que no era él... ¿Confiaba en Percy? Claro que lo hacía. ¿Confiaba en Lyra? No en realidad. Además, Percy me decía que ella era buena, Luke me decía que no era lo que aparentaba y que estaba ahogada en secretos. No sabía que hacer al respecto.

—¿Te parece si hacemos un trato Sesos de Alga? —le dije intentando que dijera que sí.
—Depende... —dijo dudoso.
—Jamás habías dudado de un trato conmigo Percy —le dije medio ofendida.
—Bueno, dímelo y te digo si sí o no.
—Bien —cedí— vas a intentar no pensar en Lyra —iba a protestar pero le lancé una mirada de advertencia que entendió— yo a cambio, prometo ayudarte a investigar su cumpleaños.

—¿Cómo harás eso?
—Rezaré a todos los dioses de ser necesario, prometo ayudarte Percy, pero tú debes dejar de preocuparte. Como han dicho, no podemos intervenir si mi madre ya decidió hablar con ella.

—¿Tengo opción Ann?
—No lo creo Percy.
—Hecho, pero añadiré una condición a esto —yo asentí con la cabeza y Percy continuó— entrenaremos duro para ayudarle a rescatar al hermano de Bianca. No pienso dejar que valla sola.
—Hecho Percy —dije mientras le daba la mano. Mientras no jurara por el Estigio, no había problema... podía romper esa promesa si con eso lo mantenía a salvo.

—Gracias Listilla —dijo mirándome intensamente, sus ojos estaban cargados de intensidad y demaciadas emociones como para que pudiera leerlas todas, extrañamente no aparté la mirada, esa mirada tenía algo que me hacía desear permanecer mirándola siempre, transmitía tranquilidad y seguridad.
—No hay de qué Sesos de Alga —dije aún mirando esos ojos verde mar tan bonitos.

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Hola Semidioses!!! Espero poder actualizarles un cap más durante el día. Díganme, ¿Quipen quiere dejar a Lyra encerrada?

Abrazos y Saludos

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Место, где живут истории. Откройте их для себя