9. Los juegos de asertijos de Lyra

430 41 3
                                    

Con el humor de Hades, regresé a mi cabaña, donde, aparentemente todos mis hermanos estaban felices por verme.

—Annabeth, ¿Cuándo van a empezar los entrenamientos para el torneo de las cazadoras?
—Malcom, no es el Torneo de las Cazadoras, es el Torneo de los Olímpicos, que, en esta ocasión presiden las cazadoras. Ellas solo pondrán las pruebas, pero será el olimpo quién disponga todo lo demás.
—Aun así Annabeth ¿Cuándo empezaremos las prácticas? Debemos demostrar que somos la mejor cabaña.

—Nos dividiremos por grupos, de 4 personas, así nos apoyaremos más fácilmente los unos a los otros. Debemos aprender a conocernos como Cabaña, debemos saber cómo nos movemos y por grupos trataremos de llegar al final de esta competencia. Yo por ser la Líder de Cabaña, me quedo con la nueva—dije, quería vigilarla, una forma de hacerlo era teniéndola en mi equipo <<No es cierto, solo quieres alejarla de Percy>> Dijo una voz en mi cabeza, pero eran tonterías, lo que quería era vigilarla— para nadie tenga que cargar con la responsabilidad.

—Descuida Annabeth —dijo Lyra entrando a la cabaña— no seré una carga para nadie, ni siquiera para ti. Yo entrenaré sola, como siempre lo he hecho.

—Eso te dejaría sin equipo —no podía creer que estuviera aislándose, se supone que los hijos de Athenea somos inteligentes, bueno, ella es la excepción.

—No te preocupes, llevo años apañándomelas sola. Y no es orgullo de Hija de Athenea, hace mucho que aprendía a dejar de lado mi defecto fatídico hermanos, simplemente, tengo otros planes para mi entrenamiento, no quiero retrasar a nadie —dijo ella con una sonrisa inocente. La cual yo no me creí.

—Bien, entonces Lyra entrena sola, los demás, hagan sus equipos.

La cabaña se volvió un gran barullo de todos escogiendo equipos. Yo me acerqué a Lyra.

—No sé qué tramas niña. Pero creme que voy a descubrirlo —le dije bajo para que solo ella me escuchara.

—Ese otro de nuestros defectos fatídicos Annabeth —me miró con... esperen era ¿tristeza?— creer que podemos controlarlo todo, que todo debe tener un orden y una lógica. Que podemos controlar lo que pase.

Dicho esto se volvió hacia su cama yo la seguí, ella hizo como si yo no estuviera ahí, se arrodilló y sacó un cofre del cuál sacó un joyero, lo abrió y comenzó a sacar todo tipo de joyas, desde brazaletes, hasta aretes, pasando por collares y miles de cosas para el cabello, todo lo dejaba por grupos. (Si claro, y yo soy quien quiere tener el control de todo) Cuando llegó al fondo del joyero, tomó uno de los dijes de su brazalete (el cuál no había notado hasta ahora) y lo incrustó en la parte de afuera del joyero, levantó lo que era u compartimento secreto y extrajo de él un broche para el cabello con un elegante y raro diseño con piedras azules, verdes y blancas.

—Es hora de volver a las viejas costumbres Annabeth —dijo cansada.
— ¿A qué te refieres?
—A lo que era antes de venir aquí. Los tiempos se cruzan.
— ¿De qué hablas? —pregunté, ¿O soy yo o trata de confundirme?
—Conocí a Magnus cuando era un niño, era buen guerrero.
—No te entiendo.
—Se supone que no debes hacerlo. Pero no te preocupes. Todo irá quedando más claro con el tiempo.

— ¿Quién eres? —pregunté con ya demasiado recelo.
—Lyra —contestó sin más.
—No has dicho tu apellido desde que llegaste. Y presiento que ese no es tu nombre —ella suspiró resignada.
—No tengo uno. Y mi nombre es Lyra, Annabeth no tengo porqué mentirte. Cuando mi padre me puso el nombre, dijo que ese nombre me daría poder. Poder donde él no puede cuidarme. Todo claro, según los mitos.
—Has dicho que conoces a tu padre, pero que no tienes apellido. ¿Cómo es eso posible? —ya no estaba dispuesta a perder un dato, ni siquiera una expresión.

—Es difícil Annabeth, papá no podía darme su apellido, porque si lo hacía debía quedarme con él. Y yo sabía que mi destino no estaba al lado de mi padre. Por mucho que lo quisiera, no podía. Tal vez te cueste creer, pero revisa los libros Annabeth, aprender cosas del pasado es una especialidad de los Hijo de Athenea, aprende Annabeth.

—Voy a saber quién eres. De una u otra forma.

Ella dijo algo en... Esperen. ¿Griego antiguo? Solo los dioses lo saben y lo hablan, después volvió a hablar, pero ya no era griego, era ¿Latín? Dioses, yo apenas se lo básico de Latín, finalmente agregó en... okey, este último me deja fuera de combate, no tengo no la menor idea de que es.

—Lyra, deja de jugar a los acertijos conmigo.
—No estoy jugando, acabo de darte la clave de lo que necesitas para resolver tu misión de conocerme.
—No necesito tu ayuda, puedo hacer mis cosas sola —lo se estaba siendo orgullosa, pero ¿Quién se cree que es?
—Mira —ella suspiró, tomó una hoja y comenzó a escribir. Cuando me lo dio, el papel estaba así.

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

—Es lo que dije, espero te sirva Annabeth. Recuerda que los tiempos se cruzan. Y no es un buen augurio —Sonó el cuerno que anunciaba el desayuno.

Nos dirigimos todos hacia allí y Lyra como normalmente hacía, se fue a sentar a la mesa de Poseidón, sin embargo, alguien más se les unió esa vez. Thalia y Rachel también estaban sentadas con Percy. Al parecer le explicaban algo, porque Percy solo asentía o negaba con la cabeza mientras comía. Decidí dejar en paz esa mesa, y a esos chicos en particular. Comí rápido y me fui a entrenar.

Amaba entrenar, la arena era mi mayor des estrés. Bueno, además de Percy, él también era un buen des estrés, pero como últimamente solo está con Lyra... bueno, ya se imaginarán.

Daba estocadas con mi daga a los muñecos, los apuñalaba tanto que destruí a dos, los cuales, tenían en mi imaginación, las caras de ciertas pelirrojas que no diré sus nombres pero que uno empieza con Ly y termina con ra y el otro con Ra y termina con chel.... Necesitaba sacer todo esto, ahora tenía un papel que me había dado la misma Lyra, pero ¿Porque ella quería que yo descubriera quién era? <<Es una trampa>> gritaba mi cabeza. Sin embargo no podía evitar pensar en que debía encontrar el significado de esas palabras. Apreté el papel que estaba en mi bolsillo.

—Valla, creo que me das más miedo tú, que una Furia —dijo la voz de Percy detrás de mí.

*********

Hola!!! aquí les dejo este cap, espero les guste.

Abrazos y Saludos

Azeneth

El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon