Capítulo 2: Olvidarse de un detalle (muy importante)

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Ya llevaban dos horas en la calle caminando sin rumbo. A Dulce le dolían los pies y el sueño ya se hacia notar. Como ella había supuesto no habían estado ni cerca de encontrar a alguien rayando paredes.

-No creo que encontremos a nadie- dijo por milésima vez quedándose parada en la acera.

-Paciencia- repitió Luciano, con la cámara en su mano atento a si algo ocurría.

Se dio vuelta al ver que su hermana no lo seguía. Dulce volvió a caminar a su lado.

-¿Sabes que atrapar personas haciendo vandalismo es bastante difícil no? Es como encontrar oro en una comida del Mc'Donalds... imposible- insistió jurando en su cabeza que si avanzaban una cuadra más se tiraría al piso y no se pararía hasta que su hermano pidiera un taxi para irse a su casa.

Luciano suspiró.

-Mira si vas a estar así hubiera sido preferible que no vinieras, además no es vandalismo...-.

La chica abrió los ojos como platos -¿Es broma verdad? ¡Me pediste de rodillas que viniera!-.

Pero su hermano no estaba atento en ella, algo había captado su atención.

-Shh mira Dulce a tu derecha- apuntó bajando la voz.

Habían tres personas con capuchas que estaban poniendo plantillas de cartón en la pared justo antes de la esquina. Oh por dios. Era su momento.

Dulce juro que eso no era más que el mismísimo karma cayendo sobre ella por no tenerle fe a su hermano.

-Vámonos a la otra esquina que con la luz del foco tenemos contraluz- explicó susurrando. Aunque había estado llorando todo el tiempo desde que habían estado afuera, el hecho de encontrar lo que estaban buscando...

Admitía que si le llamaba un poco la atención el peligro que estaban corriendo. Sus sentidos se agudizaron y se sintió como un ángel de Charlie. Las mariposas en el estómago aparecieron y... era una sensación que le gustaba.

-Tampoco soy un idiota en fotografía- le susurró su hermano.

Dulce rodó los ojos -Ya vamos-.

Con pasos silenciosos para que no se percataran de su presencia se dirigieron hacia la misma esquina pero del otro lado de la calle. Milagrosamente había uno de esos murallones que los tapaban a la perfección para que pudieran sacar la foto.

Dulce posicionó a Luciano hasta que creyó que sacaría la mejor foto.

Ahora estaban esperando a que se viera el dibujo y también como ellos trabajaban. Al parecer era una especie de mono y Dulce estaba segura que lo había visto en otra parte.

Luciano se quedó sin mover ningún pelo hasta que Dulce le dijera cuando hiciera la toma.

La chica se comenzó a morder el dedo del nerviosismo ¡Uy! Esto le estaba gustando... pero nunca ¡Nunca! Le diría a su hermano aquello.

Era casi artístico como las personas se movían. Con definición y rapidez hacían una coordinación que Dulce nunca había visto. Y no decían ninguna palabra... o quizás desde ese lugar no se les podía escuchar, pero prefirió pensar que era una coordinación real.

El más alto bajo quedó al medio mientras que los otros se habían puesto a las esquinas. Cuando se agachara sería la oportunidad para...

-Ahora- pronunció y de inmediato Luciano hizo click a la cámara.

Pero no habían reparado en un detalle ¡No habían bajado el flash que se ponía automáticamente cuando era de noche!

Las tres personas con capucha se dieron vuelta ante tal luz.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now